Una edil de Las Rozas, acusada por error de un robo en Pryca

La concejal de Cultura de Las Rozas, Natalia Jim¨¦nez Baeza, del PP, y su marido, Ignacio Perell¨®, fueron v¨ªctimas de un error de los sistemas de seguridad del centro comercial Pryca del Pinar de Las Rozas, cuando el pasado 25 de noviembre terminaron sus compras.Al pasar las l¨ªneas de cajas, con su compra ya abonada, comenzaron a pitar los detectores. El cajero avis¨® a un guarda de seguridad, el cual oblig¨® a Perell¨® a pasar repetidas veces por estas l¨ªneas, que pitaron de nuevo.

Acto seguido, el vigilante del establecimiento comenz¨® y cachearle y termin¨® asegurando que la cazadora que llevaba puesta era del centro comercial. Fue entonces cuando Perell¨® asegur¨® haber comprado la prenda hac¨ªa dos meses en el mismo centro y haber pagado con tarjeta Visa; adem¨¢s, dijo, "la chaqueta est¨¢ usada".

El vigilante hizo caso omiso y les traslad¨® a una habitaci¨®n aparte. Seg¨²n declara Perell¨® en la denuncia presentada en la 112? Comandancia de la Guardia Civil, "estas personas dijeron en todo momento que la cazadora era robada, en mal tono, ante lo cual solicit¨¦ llamar a la Guardia Civil y a mi padre como abogado, pero me negaron las llamadas argumentando que la Guardia Civil ya estaba avisada".

El matrimonio estuvo retenido en la habitaci¨®n durante 63 minutos, en espera de que llegase la Guardia Civil, y como la situaci¨®n era cada vez "m¨¢s tensa", la concejal se identific¨® como tal y solicit¨® hablar con alg¨²n directivo del centro, ya que los conoc¨ªa. La respuesta fue escueta: "El jefe de la tienda no conoce a ninguna Natalia Jim¨¦nez". Al llegar finalmente la Guardia Civil, el padre de Perell¨® y el jefe de tienda, asegur¨® el matrimonio que ten¨ªa en su casa el comprobante de compra de la prenda; y ya se marchaban a su domicilio para demostrarlo cuando el jefe de tienda solicit¨® que la cazadora se quedase en el centro. A la vuelta, el asunto qued¨® aclarado por fin, pero la denuncia del matrimonio contin¨²a.

Por su parte, Pryca ha explicado que todo este proceso, que se produce en ocasiones, "es un mero tr¨¢mite, y puede ocurrir en cualquier establecimiento que tenga implantado este sistema de control de mercanc¨ªa, plenamente homologado y reconocido".

Lo que ocurri¨® es que, por error, no se retiraron de la cazadora, en el momento de su compra, los hilos magn¨¦ticos que llevan todas las prendas, a?adi¨® un portavoz del local.