Buzonazo
Un servidor siempre penso que no era nadie en la vida -vamos al decir- hasta que comprob¨® c¨®mo se iba llenando su buz¨®n del correo, cada d¨ªa m¨¢s, hasta convertirse en un aut¨¦ntico buzonazo. Un somero estudio de abundoso contenido ven¨ªa a demostrar que un servidor es un ciudadano especial, en quien una multitud tiene cifradas sus esperanzas. No otros ciudadanos corrientes y molientes, gentes vulgares, siervos de la gleba, sino alias instituciones p¨²blicas y privadas, poderosas entidades financieras, industria y comercio, las grandes superficies, la peque?a y mediana empresa.El arsenal de documentos qu¨¦ cada d¨ªa extrae un servidor del buz¨®n y ha de trasladar a su casa en capachoso pena de empapelar la escalera si pretende recogerlos en brazada, requiere una procelosa selecci¨®n, serio estudio, para lograr entender cu¨¢les son las motivaciones profundas de la atenci¨®n preferente que a un servidor dedican los sectores m¨¢s selectos de la econom¨ªa patria.
No cabe duda de que el concepto que les merece es sencillamente extraordinario. Por algo ser¨¢, Cada documento encabeza sus comunicados con rendidas adjetivaciones: "Usted, que es un importiante ejecutivo" o "Entre miles de personas seleccionadas ha sido elegido usted...", o "Su exquisito sentido de la calidad de vida junto a su status social merecen...", o "Un hombre de trepidante actividad cuyo tiempo posee el valor del oro, cual es su caso..." o "Las cuantiosas sumas de dinero que dedicadas ahorro tendr¨¢n Mejor rentabilidad en....", o "Le esperamos en el Hotel Tal para hacerle entrega del premio que ha merecido por su posici¨®n, talante y galanura
Las instituciones, las poderosas entidades financieras, la industria y el comercio, las grandes. superficies, la peque?a y mediana empresa, que tienen centradas en un servidor sus esperanzas de desarrollo, act¨²an en consecuencias y exponen fascinantes proposiciones: chalet unifamiliar de alto standing en una vaguada ignota, colelgio para los chiquillos en la legendaria California, tel¨¦fono m¨®vil dotado de sofisticadas prstaciones, atenci¨®n personalizada en el banco, y de ah¨ª hasta un sinf¨ªn de ofertas.
Bien est¨¢, aunque un servidor no acierta a comprender ciertas contradicciones. Por ejemplo, que lujoso folleto editado, a todo color sobre papel couch¨¦, en el anverso me ofrezca el Santo Rosario de Su Santidad el Papa Juan Pablo II rezado por el padre Mundina, y en el reverso, la sortija de diamantes que luci¨® Marilyn Monroe durante el rodaje de Los caballeros las prefieren rubias. Qu¨¦ relaci¨®n pueda existi entre, el Santo Rosario y una sortija de brillantes, el Papa y Marilyn, el padre Mundina y las rubias, para un servidor constituye un insondable misterio. Tampoco entiendo por qu¨¦ las instituciones p¨²blicas y privadas, las poderosas entidades financieras, la industria y el comercio, las grandes superficiesja peque?a y mediana empresa, barruntan que me vayan a interesar una manteler¨ªa de estilo ganchillo que no tiene estilo ni es de ganchillo; una puntilla bordada para decorar estanter¨ªas; un juego de anillas para amarrar cerdos; un set de llave grifa, sellador de silicona y fuminalla; una simp¨¢tica mu?eca de goma; un colgante y su cruz que contiene agua de la milagrosa cueva de Lourdes; un simulador de esqu¨ª; una almohada que despide efluvios arom¨¢ticos, aliviadores de gripes y alergias; las 100 mejores coplas del cante flamenco; un divertido patatero; un sost¨¦n de copas invisibles que realzar¨¢ mi busto; un body de encaje que estilizar¨¢ mi figura; un afilador autom¨¢tico king size; una tarjeta que acredita en la ferreter¨ªa: mi condici¨®n de VIP; un juego de vendas para reducir fracturas o prevenir distensiones; un fant¨¢stico caminador con cuyo uso reducir¨¦ mis caderas; el desatascador de inodoros ?definitivo!; la fregona que barre y friega en interiores y exteriores ?novedad exclusiva!; un ingenio electr¨®nico para eliminar los ronquidos; una ca?a de pescar, un sobre de semillas para plantar tomates; la power antenna; una innovadora lente para aparcar a la primnera; un atornillador sin esfuerzo; la bomba multiuso indispensable para llenar botellas de agua y de aceite, un peinador de perros; un aparato para la sordera; un catalejo... Y as¨ª , hasta mil. O mil doscientos treinta y tres, al d¨ªa de la fecha.
Ahora est¨¢ dedicada la familia a estudiar si la paga extraordinaria de Navidad unida a la de diciembre (o lo que de ella quede, restados anticipos) ll¨¦gar¨¢ para pagar todo eso, y adem¨¢s d¨®nde se mete, teniendo en cuenta que parte de la casa est¨¢ ocupada por cientos de capachos colmados de cartas y folletos; citas en hoteles y certificados de premios.
Ser importante es una lata, si bien se mira. Ser importante conlleva unas servidumbres y frustraciones que el vulgo ni imagina. En fin, un servidor ya est¨¢ resignado a ser v¨ªctima de su destino. Todo sea por el Producto Interior Bruto (PIB).
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