Un sue?o entre flores

Ballet V¨ªctor Ullate

Giselle: coreografia: Jos¨¦ Par¨¦s (sobre la original de Coralli / Perrot / Petipa); m¨²sica: Adolphe Adam, dise?os: Roger Salas; asesora de estilo: Aurora Bosch; luces: Olga Garc¨ªa; director musical: Alexander Khvedkevich. Director de la compa?¨ªa: V¨ªctor Ullate. Festival de Oto?o. Teatro de Madrid La Vaguada. 6 de diciembre.

Los calurosos aplausos y sentidos bravos. que el numeros¨ªsimo publico que llenaba el Teatro de Madrid brind¨® a la compa?¨ªa de Victor Ullate, tras la representaci¨®n de Giselle, fueron el mejor reconocimiento a un digno trabajo. Ullate ha hecho realidad un sue?o: el que sus bailarines ejecuten con gran rigor y brillantez interpretativa una pieza clave del repertorio cl¨¢sico.Sesenta bailarines en el escenario, en su mayor¨ªa procedentes de la escuela de Ullate, con un estilo unificado, la fiel y cuidada puesta en escena revisada por Jos¨¦ Par¨¦s, el asesoramiento de Aurora Bosch, el acertado juego de luces de Olga Garc¨ªa y el sugestivo vestuario y escenograf¨ªa de Roger Salas dibujados tras un amplio trabajo en cuanto a ¨¦poca, color y ambiente, han logrado que nuestra Giselle -Ullate la califica como la de todos los espa?oles interesados en el ballet- sin perder su esencia, respire autenticidad; ni por un momento se tiene la sensaci¨®n de estar ante una pieza que tufe a naftalina y que los decorados parezcan de carton piedra. Todo lo contrario.

Ullate ha logrado dar a sus bailarines la madurez t¨¦cnica e interpretativa necesaria para abordar este reto. Al contemplar el segundo acto de la obra, se aprecia el gran trabajo que ha tenido que realizar el director para lograr un cuerpo de baile tan cohesionado y con un estilo tan depurado y dif¨ªcil como el rom¨¢ntico: bellas l¨ªneas de brazos y cabezas, puntas seguras.

Protagonistas con sorpresa

Para el papel protagonista cuenta Ullate con cuatro excelente bailarinas, Mar¨ªa Gim¨¦nez (todo estilo), Rut Mir¨® (una aut¨¦ntica revelaci¨®n en sus ensayos previos), Tamara Rojo (siempre virtuosa) y Ana Noya (muy adentrada en el papel), y . para el de Albrecht, con Igor Yebra, Carlos L¨®pez y Jes¨²s Pastor, tres nobles de verdad.

La noche del estreno, Giselle y Albrecht fueron interpretados por Mar¨ªa Gim¨¦nez e Igor Yebra que arrasaron y lograron con su sentida interpretaci¨®n transmitir el intenso sentido amoroso y tr¨¢gico que emana de la obra. Mar¨ªa es una bailarina con unas envidiables condiciones t¨¦cnicas a las que ha de sumar su fuerza dram¨¢tica; ella est¨¢ realmente espl¨¦ndida en el fragmento de la locura del primer acto y sublime en el segundo, pues tiene un don natural para hechizar al espectador con su sola presencia. Sin duda es una de las mejores bailarinas espa?olas de la actualidad.

Igor Yebra es un apuesto duque que baila con una gran seguridad salvando con limpieza las dificultades de su personaje. Par¨¦s le ha llevado a superarse a s¨ª mismo y llevarle al virtuosismo.

Hay que destacar el buen baile de Rosa Royo y Carlos L¨®pez en el pas de paesants del primer acto, todo un cuadro pleno de vistosidad por el colorido de los trajes, inspirados por originales rusos. Muy acertado el vestir a la corte con lujosa indumentaria negra al estilo de la corte espa?ola de Felipe IV, que enfatiza la separacion de clases.

Ana Noya estuvo esplendida como Reina de las Willis, y Eduardo. Lao muy convincente en el papel de Hilari¨®n. La orquesta del Teatro de Madrid estuvo dirigida por Alexander Khvedkevich, ex-director de la orquesta del Teatro Bolshoi de Mosc¨², que control¨® a la inexperta formaci¨®n.

Giselle, un logro importante para el ballet espa?ol del futuro, estar¨¢ en cartel hasta el 14 de enero de 1996 con m¨¢s de 40 representaciones, otro hito para la ya dilatada carrera de Ullate y su conjunto. Giselle fue una noche inolvidable para todos. El buen ballet no se olvida y se agradece: m¨¢s de 15 minutos de aplausos en pie lo atestiguan.