Ir¨¢n garantiza a Solana que no mandar¨¢ un comando para asesinar a Rushdie

Para Javier Solana, Ir¨¢n ha sido una china en el zapato. Asumi¨® en julio la presidencia de la Uni¨®n Europea (UE) confiado en que los avances registrados en el di¨¢logo con Ir¨¢n permitir¨ªan resolver antes de fin de a?o el caso Salman Rushdie y normalizar las relaciones entre los Quince y Teher¨¢n. Seis meses despu¨¦s, los puntos de vista se han acercado algo m¨¢s, pero sin llegar a coincidir. Los iran¨ªes est¨¢n dispuestos a no mandar a agentes a asesinar al escritor, pero insisten en la validez de la fatwa (sentencia) que le condena a muerte por su novela Los versos sat¨¢nicos.

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores reanud¨® en septiembre los esfuerzos desarrollados por la anterior presidencia, que ostent¨® Francia, para que el escritor brit¨¢nico no tenga ya que temer por su vida. En 1989 el imam Jomeini pronunci¨® una fatwa (sentencia isl¨¢mica) conden¨¢ndolo a muerte por blasfemia y provocando un brusco deterioro de las relaciones de Europa con Teher¨¢n.Este a?o varios dignatarios iran¨ªes con fama de moderados, como el presidente del Majlis (Parlamento), Al¨ª Akbar Nategh-Nouri, y el ministro de Asuntos Exteriores, Al¨ª Akbar Velayati, han asegurado en p¨²blico que su Gobierno no mandar¨¢ a ning¨²n comando para ejecutar la fatwa dando muerte al escritor.

A finales de septiembre, en Nueva York, Solana se entrevist¨®, al frente de una delegaci¨®n de la troika de la UE, integrada tambi¨¦n por representantes de Francia e Italia, con Velayati, al que pidi¨® que plasmase por escrito su compromiso de no ordenar nada contra la integridad f¨ªsica de Rushdie. Le solicit¨® adem¨¢s que en la misiva manifestase su respeto por el derecho internacional y una condena expl¨ªcita del terrorismo.

Empez¨® entonces un intercambio de borradores de cartas entre los ministerios de Exteriores de Teher¨¢n y Madrid cuyos textos han sido revelados por el diario londinense The Independent y cuya autenticidad ha sido confirmada por fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Rushdie fue consultado sobre ellos cuando estuvo en Espa?a a finales de octubre. Si se alcanzaba un acuerdo sobre el contenido de las misivas, los ministros las firmar¨ªan y la UE dar¨ªa por concluidos seis a?os de turbulentas relaciones con Ir¨¢n.

Tras expresar el deseo de la Uni¨®n de fortalecer sus lazos con Teher¨¢n, la carta de Solana se?alaba que hab¨ªa "tomado nota con inter¨¦s" de la declaraci¨®n seg¨²n la cual "el Gobierno de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n no va a enviar a un comando armado que amenace la vida de Salman Rushdie".

Responsabilidad europea

El ministro espa?ol respond¨ªa as¨ª a otro borrador de Velayati en el que recordaba que "la fatwa es una orden religiosa v¨¢lida e irrevocable". "Sin embargo", prosegu¨ªa, "el Gobierno de Ir¨¢n no ha enviado ni enviar¨¢ a nadie a dar muerte al autor ap¨®stata de Los versos sat¨¢nicos". Los gobiernos europeos, conclu¨ªa, "tienen una especial responsabilidad en evitar acciones que puedan alentar la blasfemia".La presidencia espa?ola reparti¨® la carta de Velayati por las 15 capitales, que apreciaron el compromiso de no encargar a nadie que acabe con la vida del escritor, pero, aun conscientes de que una fatwa r¨ªo puede ser abrogada, rechazaron el texto por considerar innecesario que se precisase en ¨¦l el car¨¢ter irrevocable de la condena religiosa. A este primer gran escollo algunas capitales pusieron otras pegas como la excesiva extensi¨®n de la misiva iran¨ª, en la que la orden isl¨¢mica contra Rushdie s¨®lo se aborda al cabo de medio centenar de l¨ªneas. No se descarta que antes de que finalice la presidencia espa?ola Rushdie visite de nuevo nuestro pa¨ªs para entrevistarse con Gonz¨¢lez.

La china iran¨ª ha dificultado tambi¨¦n la negociaci¨®n entre Estados Unidos y la presidencia espa?ola de la Nueva Agenda Trasatl¨¢ntica que el presidente Bill Clinton y el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, firmaron el domingo en Madrid. La Administraci¨®n norteamericana, que se dispone a endurecer sus sanciones econ¨®micas contra Teher¨¢n, se esforz¨® por que los europeos la secundasen para obligar a ese pa¨ªs a renunciar a la proliferaci¨®n nuclear.

La Nueva Agenda omite el tema, pero Clinton se lo record¨® el domingo en el palacio de La Moncloa a Gonz¨¢lez y al presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer. ?sa fue la principal raz¨®n por la cual la reuni¨®n tripartita de la ma?ana acab¨® con 50 minutos de retraso sobre el horario previsto, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.