El congreso del PCE pone al borde de la ruptura a Julio Anguita y los comunistas catalanes

La brecha abierta entre el PCE y el PSUC se hizo ayer m¨¢s profunda. Julio Anguita, secretario general del PCE, lanz¨® una advertencia a los comunistas catalanes: si diluyen el PSUC, el PCE actuar¨¢ en Catalu?a. Rafael Rib¨®, secretario general del PSUC, hab¨ªa acusado minutos antes al PCE de injerencia en su partido y advertido que la pol¨ªtica en Catalu?a la marcan ellos. No parece que las relaciones entre los dos partidos vayan a ser las mismas despu¨¦s del XIV Congreso que los comunistas espa?oles celebran en Madrid. Los sindicatos no estuvieron presentes f¨ªsicamente, pero ocuparon buena parte de las conversaciones en los pasillos y de los debates de las intervenciones de algunas delegaciones. Al PCE y al PSUC les separan los distintos conceptos que cada uno tiene del papel que los comunistas deben desempe?ar en otras organizaciones, en IU-IC o en Comisiones Obreras. La tesis oficial lucha por imponerla hegemon¨ªa del PCE y su derecho a intervenir tanto en Izquierda Unida como en CC OO o en cualquier otra organizaci¨®n. El PSUC, por el contrario, acusa al PCE de injerencias y pide respeto para s¨ª y para los sindicatos. Ellos no se plantean siquiera la idea de la hegemon¨ªa.Las diferencias entre los comunistas catalanes y el PCE alcanzaron ayer un momento hist¨®rico. Julio Anguita sub¨ªa a las 20.50 horas a la tribuna de oradores y lanzaba una dur¨ªsima advertencia: si el PSUC se diluye, el PCE, ocupar¨¢ su espacio pol¨ªtico en Catalu?a. Lo explic¨® antes de esta manera: "El PSUC ha iniciado una discusi¨®n sobre su futuro, lo vamos a respetar, sin injerencias, y cuando terminen esa discusi¨®n y veamos en qu¨¦ se convierten, actuaremos en consecuencia ". Por si no quedaba claro, antes narr¨® que el PCE no hab¨ªa actuado nunca en la comunidad catalana porque "los comunistas espa?oles estaban representados en el PSUC". El l¨ªder del PCE tambi¨¦n record¨® que "Catalu?a es parte del Estado espa?ol y todo movimiento organizado, como es su partido, tiene por obligaci¨®n implantarse en todo el Estado".

Rafael Rib¨®, secretario general del PSUC, con 12 de los suyos, abandon¨® anoche el Palacio de Congresos, donde se celebra el c¨®nclave comunista. No volver¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. Con su marcha la brecha abierta en la familia comunista se hac¨ªa a¨²n mayor. Pero antes de irse hab¨ªa explicado, ante un auditorio que le escuch¨® en un espectacular silencio, la postura del partido de los comunistas catalanes. Lo que Rib¨® defiende ?tiene algo que ver con lo que en este congreso est¨¢ siendo el motivo central de los debates? Algo tendr¨¢ que ver, pero lo cierto es que Rib¨® pulveriz¨®, en una intervenci¨®n perfectamente estudiada, serena, y fr¨ªa los principios sobre los que el congreso est¨¢ levantando el proyecto comunista.

Las diferencias empiezan ya en la definici¨®n y en el protagonismo que se da al partido. Rib¨®, que denunci¨® en tono muy duro la injerencia del PCE en el PSUC exigi¨® respeto "no hacia la autonom¨ªa, sino hacia la independencia del PSUC y de CC OO". "IC", dijo, "no es el frente electoral del PSUC. Es la estrategia pol¨ªtica de este partido y la de otros de distinta tendencia".

Si el partido comunista est¨¢ empe?ado en imponer la hegemon¨ªa en las organizaciones en las que participa, Rib¨® dijo que el PSUC ni siquiera se lo plantea. "?Y usted, es comunista?", se le pregunt¨®. "Yo ya he dicho que sigo defendiendo los valores de la izquierda, la lucha por la emancipaci¨®n, que son valores no s¨®lo de los comunistas". Utiliz¨® pr¨¢cticamente las mismas palabras que hab¨ªa utilizado en su intervenci¨®n ante el pleno, donde, para justificar su postura clara mente a favor de dedicar los es fuerzos a fortalecer Iniciativa per Catalunya, empez¨® por hacer p¨²blica profesi¨®n de fe de su esp¨ªritu revolucionario. Si hablamos de rojos, yo el primero. Y record¨® los triunfos que tanto el PSUC como IC han logrado electoralmente.

Hegemon¨ªa sindical

Pero el debate fundamental estaba en los pasillos, donde unos y otros mostraban su preocupaci¨®n por la forma en que el congreso abordar¨ªa el espinoso tema sindical. Mientras la l¨ªnea oficial defiende -y as¨ª lo hizo constar Felipe Alcaraz en su intervenci¨®n- el derecho a expresar libremente la opini¨®n del partido y a trabajar por imponer su hegemon¨ªa en los sindicatos, otros, adem¨¢s de Rib¨®, creen que s¨®lo una relaci¨®n de respeto e igualdad puede llevar a un entendimiento real entre el partido y el sindicato. Ya cerrando la jornada, Anguita mostr¨® p¨²blicamente su indignaci¨®n por el tratamiento que las televisiones y cadenas de radio estaban dando a sus palabras sobre los sindicatos, y aclar¨® que ¨¦l jam¨¢s hab¨ªa propuesto la injerencia en las organizaciones obreras. Otra cosa es, indic¨®, que "los comunistas entren y participen en los debates all¨ª donde est¨¦n. Eso es lo democr¨¢tico". "Ni entrismo ni injerencia", recalc¨® en su primera intervenci¨®n.

Previamente, el secretario general del PCE anim¨® a los sindicatos espa?oles a. que sigan el ejemplo de Francia, "que est¨¢ dando lecciones desde la izquierda". "Que tomen conciencia de hacia d¨®nde nos conduce Maastricht. Ah¨ª est¨¢ la calle, miren ustedes lo que est¨¢ pasando, la calle nos est¨¢ dando la raz¨®n (...) El que quiera que tome nota", proclam¨® a su llegada a la sede del congreso.