Seis polic¨ªas heridos por un indigente en un edificio 'okupa'

Seis agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa resultaron heridos la pasada madrugada por un indigente llamado George P. S. en una nave abandonada de la calle de Pacorro, en el distrito de Carabanchel, seg¨²n inform¨® la Jefatura Superior de Polic¨ªa. El agresor sufri¨® un ataque de locura.Los incidentes comenzaron a las 3.30 horas. Un hombre, que se identific¨® como James Antony, solicit¨® ayuda a la polic¨ªa. Sangraba abundantemente por una pierna. Seg¨²n su versi¨®n, un hombre llamado George, de origen portugu¨¦s, le hab¨ªa agredido en la antigua f¨¢brica de cables donde reside un numeroso grupo de mendigos y okupas. El agredido se?al¨® que George sufr¨ªa un ataque de locura. Seg¨²n la polic¨ªa, no medi¨® ninguna palabra en la agresi¨®n.

Un ambulancia del Samur acudi¨® a la nave para auxiliar al herido. Mientras, seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa, el mendigo se refugi¨® en la nave y prendi¨® fuego a una de las colchonetas y a la basura acumulada en la segunda planta. Los bomberos tuvieron que sofocar las llamas, que se extendieron por todo ese piso. Los 25 okupas que duermen en esta antigua f¨¢brica abandonaron la nave con rapidez. Ninguno result¨® herido.

El supuesto agresor, ense?ando un machete, se ocult¨® en otra nave contigua. "Estaba alocado, gritaba y no paraba de insultar", se?al¨® uno de los okupas. Seg¨²n uno de los indigentes, George llevaba durmiendo en la nave una semana y no hab¨ªa originado ning¨²n problema. Una decena de polic¨ªas antidisturbios subieron a la segunda planta para reducir a George. ?ste ofreci¨® violenta resistencia.

Al verse rodeado lanz¨® golpes y mordiscos a los agentes. Seis resultaron heridos y fueron atendidos en la casa de socorro. Uno de los funcionarios pudo reducir al indigente. Los m¨¦dicos del Samur tuvieron que inyectarle un tranquilizante. Luego fue conducido a la unidad psiqui¨¢trica del hospital Gregorio Mara?¨®n. Los vecinos de la zona se?alaron que el edificio donde se produjeron los incidentes es un "nido de inseguridad", afirmaci¨®n que rechazan los okupas.