El div¨¢n del juez
EL SECRETO, como defensa de la intimidad de las personas, no puede estar al albur de la curiosidad o de la fiscalizaci¨®n de nadie. Ni por parte del Estado -jueces, polic¨ªas, inspectores de Hacienda...- ni por parte de ning¨²n elemento de la sociedad. A este secreto hay que defenderlo como lo que es: como garant¨ªa de un derecho fundamental de la persona, especialmente amparado por la Constituci¨®n. Otra cosa es el secreto como cobertura del delito o pretensi¨®n de impunid¨¢d.Esta doctrina tiene valor universal. Incluso frente a quienes, como los jueces, est¨¢n autorizados por las leyes a investigar hechos y personas en relaci¨®n con el delito. ?Vulnera este derecho a la intimidad la iniciativa de algunos jueces de exigir a los m¨¦dicos los historiales cl¨ªnicos de sus pacientes sujetos a investigaci¨®n criminal? "Jueces desmesuradamente curiosos", los llama el psiquiatra Carlos Castilla del Pino, para quien esta forma de actuar constituye un inquietante s¨ªntoma del escaso aprecio del poder hacia el secreto profesional.
Esta pr¨¢ctica judicial ha suscitado la natural preocupaci¨®n entre los m¨¦dicos. Y un interesante debate entre los juristas. Para los m¨¦dicos, el que un juez pretenda hacerse con el entero historial cl¨ªnico de un paciente, aunque sea en el marco de una actuaci¨®n sumarial, supone llevarse por delanteel secreto profesional que est¨¢n obligados a guardar. Y para la mayor¨ªa de los juristas, esa pr¨¢ctica supone una extralimitaci¨®n de las funciones de los jueces. En el mejor de los casos, un indicio de burocratizaci¨®n en su forma de ejercerlas.
?Qu¨¦ le importa al juez, a los efectos de investigarun delito de aborto o de tr¨¢fico, si la persona inculpada ha mantenido tales o cuales relaciones en su entorno personal o familiar, en un caso, o si es homosexual, en el otro? Son datos ajenos a la investigaci¨®n, ¨²nico motivo que justificar¨ªa su acceso a los mismos. De otro lado, son datos personales sujetos a la confidencialidad del m¨¦dico. ?Qu¨¦ confianza podr¨¢ tener un paciente si sabe que tales datos podr¨¢n un d¨ªa ser reclamados por un juez? Probablemente no es l¨ªcito, y desde luego no es necesario, que un juez interfiera de esa manera en un ¨¢mbito tan delicado como es la relaci¨®n m¨¦dico-paciente.
Para quienes piensan que la facultad investigadora de los jueces tiene l¨ªmites -las leyes, los derechos. fundamentales de las personas...-, esta tendencia de algunos de ellos a entrar a saco en el banco de datos confidenciales de los m¨¦dicos revela, ante todo, una forma abusiva, adem¨¢s de inoperante, de realizar su trabajo. Seguramente sirve m¨¢s a la investigaci¨®n del delito un buen informe pericial que llevarse indiscriminadamente y en bruto el historial de un paciente, violando el derecho a su intimidad y pasando por encima del compromiso hipocr¨¢tico.
Te¨®ricamente, nunca ha estado m¨¢s protegido que ahora el derecho a la intimidad personal. Constituciones democr¨¢ticas y convenios internacionales de derechos humanos se encargan de ello. Pero en la realidad nunca ha estado m¨¢s amenazado. Pr¨¢cticas abusivas del poder y posibilidades tecnol¨®gicas se a¨²nan para cuestionar cada vez m¨¢s el derecho a la privacidad. Ser¨ªa bien parad¨®jico que los jueces, profesionalmente encargados de garantizar ese derecho, se convirtieran en una amenaza contra el mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.