Fiesta

La noche fue festera. Comenz¨® la de M¨¢laga, primero, en tono un tanto rutinario que dio paso despu¨¦s a otro m¨¢s c¨¢lido y sincero. Con la del Revuelo, algo tocada de la garganta, se repiti¨® el esquema con atuendo y escenograf¨ªa incluidos. Y a pesar de ello, tanto la voz de La Ca?eta como la de Juana sonaron nuevas y sus evoluciones tuvieron frescor como si las hubieran acabado de inventar.Al quite, sus maridos, Jos¨¦ Salazar y Mart¨ªn Revuelo, los dos inspirados en el, baile y en el cante y en parecida l¨ªnea estil¨ªstica a la de las anteriores. Apareci¨® Joaqu¨ªn Grilo muy resuelto e imaginativo frente a un auditorio dif¨ªcil de conquistar. El joven bailaor jerezano introdujo las soleares y las alegr¨ªas como contrapunto de la velada.