La primera crisis del siglo XXI

El mi¨¦rcoles se cumple el primer aniversario del gran choque mexicano. El 20 de diciembre de 1994 el peso se devaluaba, estallaba una formidable crisis financiera y el pa¨ªs que hab¨ªa sido paradigma de milagro econ¨®mico iniciaba una honda senda descendente, complicada por su coyuntura pol¨ªtica, de la que a¨²n no se ha recuperado. El efecto tequila (la repercusi¨®n de las dificultades mexicanas en cualquier zona del planeta) sembr¨® el temor en los denominados pa¨ªses emergentes. Michel Camdessus, director gerente del FMI, sentenci¨® entonces: se trata de "la primera crisis de un mundo nuevo con mercados financieros globalizados. Es la primera crisis econ¨®mica del siglo XXI".Aunque no quepa analog¨ªa, algunos de los an¨¢lisis que se han hecho con motivo de los conflictos franceses los han relacionado con la mundializaci¨®n econ¨®mica: la intervenci¨®n de Jupp¨¦ "ha tranquilizado a los mercados financieros, aunque haya irritado a¨²n m¨¢s a los ciudadanos"; "el Estado de bienestar europeo est¨¢ cuestionado por la globalizaci¨®n"; "el miedo al futuro est¨¢ en la ra¨ªz de todo"; "la huelga francesa es m¨¢s que un pulso a los recortes del gasto p¨²blico y a las rebajas de la Seguridad Social y al sistema de pensiones; es la primera gran movilizaci¨®n europea contra la Uni¨®n Europea y contra Maastricht".

Hay una relaci¨®n psicol¨®gica y unos efectos comunes en lo acontecido entre ambos pa¨ªses, aunque las circunstancias econ¨®micas no pueden ser m¨¢s alejadas. La causa t¨¦cnica del desastre mexicano fue un abultado d¨¦ficit por cuenta corriente, generado por el enorme desequilibrio de la balanza comercial y financiado largo tiempo por inversiones extranjeras a corto plazo. Las altas tasas de inter¨¦s en Estados Unidos y la desconfianza pol¨ªtica y econ¨®mica (el mal manejo de la devaluaci¨®n por parte de los responsables econ¨®micos mexicanos) hicieron el resto.

El escritor Aguilar Cam¨ªn resumi¨® del siguiente modo el fracaso de las expectativas: "Se han disparado todas las demandas sociales a la vez, aunque sean contradictorias: orden y soberan¨ªa; control pol¨ªtico y libertades irrestrictas; soberan¨ªa y salvamento econ¨®mico de Estados Unidos; baja inflaci¨®n y buenos salarios; subsidios y austeridad fiscal ...".

En pocas semanas se produjo en M¨¦xico la estrepitosa devaluaci¨®n del peso, el hundimiento de la Bolsa, el desplome de las acciones mexicanas en la Bolsa de Nueva York, la c¨®lera de los empresarios endeudados en d¨®lares que se sintieron estafados cuando se rompi¨® la paridad peso-d¨®lar, las alzas continuas de los precios, el desbaratamiento de las previsiones econ¨®micas, miles de empresas quebradas, fuga de capitales hacia el exterior, aumento de los impagados, incremento de las cifras del desempleo...

Durante estos meses, M¨¦xico se ha instalado en la crisis, pero tambi¨¦n ha iniciado algunas reformas estructurales: apuntalamiento del sistema financiero, privatizaci¨®n del grueso de las plantas petroqu¨ªmicas de Pemex, privatizaci¨®n parcial del sistema de pensiones, apertura en las telecomunicaciones, pacto social entre Gobierno, patronal y sindicatos, etc¨¦tera.

?Ser¨¢ suficiente? Nadie lo cree, pero una publicaci¨®n tan poco sospechosa como The Economist, al analizar el mundo en 1996, dice de Am¨¦rica Latina: el pr¨®ximo a?o estar¨¢ dedicado a enderezar las repercusiones del efecto tequila; aunque el golpe fue fuerte, la recuperaci¨®n ser¨¢ r¨¢pida. Y tambi¨¦n: el idilio entre los pol¨ªticos de la regi¨®n y los inversores extranjeros dar¨¢ paso a un nuevo realismo. No es pesimista.