El regalo navide?o de ETA

"Fue una explosi¨®n sorda", coment¨® con serenidad Jos¨¦ Antonio, que vivi¨® a escasos metros el estallido de la sexta planta. Eran las 15.02 cuando acababa de salir del lavabo de caballeros y escuch¨® el ruido procedente de una habitaci¨®n contigua. Jos¨¦ Antonio y su esposa, Mar¨ªa Teresa, lo narraron as¨ª: "Vimos salir unas chicas con sangre en la cara. La gente se levant¨® y sali¨® corriendo, pero los camareros lo han hecho muy bien pidiendo calma".A Silvestre Corach¨¢n, camarero en la cafeter¨ªa siniestrada, se le cay¨® el servicio que llevaba en la bandeja. Corach¨¢n recuerda sobre todo los dos carritos con beb¨¦s que hab¨ªa en la cafeter¨ªa. Ambos salieron indemnes.

A esa hora, 500 de los 5.000 clientes estaban en la cafeter¨ªa, y en todo el centro comercial hab¨ªa 1.500 empleados. La actriz Aitana S¨¢nchez Gij¨®n y el subsecretario del Ministerio de Administraciones P¨²blicas, Eugenio Burriel, escucharon el estallido cuando pagaban sus respectivas compras en el supermercado, en la planta quinta, justo debajo de la cafeter¨ªa. Varias placas del techo cayeron en esa planta.

Los tabiques de los servicios de la sexta planta se derrumbaron y las ca?er¨ªas del agua reventaron. Un potente chorro de agua sal¨ªa del lugar de la explosi¨®n e inund¨® algunas zonas.

Los bomberos fueron llamados despu¨¦s de las 14.40, tras el incendio de una papelera en la segunda planta y otra en la cuarta. Otro artefacto incendiario se activ¨® en el aparcamiento. Mientras acud¨ªan los bomberos a las 15.02 estall¨® la potente bomba del sexto piso, que acab¨® con la vida de Josefina Corresa. Unos tres minutos despu¨¦s, otra bomba colocada en la cuarta planta fall¨® y no lleg¨® a estallar. Los bomberos, adem¨¢s de rescatar a los heridos, procedieron a derribar tabiques y falsos techos que hab¨ªan quedado en mal estado. Despu¨¦s de varias comprobaciones se determin¨® que la estructura del edificio no hab¨ªa resultado da?ada.

Regeso de los empleados

Rita Barber¨¢, alcaldesa de Valencia, no percibi¨®, sin embargo, un gran desorden: "La comida de los clientes estaba sobre las mesas de la cafeter¨ªa, pero poco m¨¢s". Tras descartarse la presencia de nuevos artefactos, hacia las seis de la tarde se permiti¨® a los empleados regresar al edificio para recoger sus pertenencias.Jos¨¦ y Amparo, dos ancianos que resultaron ilesos, abandonaron el lugar instantes despu¨¦s, tras un ordenado desalojo. Se encontraban en el mostrador de la cafeter¨ªa a la espera de ocupar una mesa para almorzar. "Todas esas cositas de navidad me cayeron en la cabeza", se?al¨® muy nerviosa la mujer.

Un cliente escuch¨® desde la segunda planta una fuerte explosi¨®n, pero no pens¨® que se tratara de una bomba. Continu¨® subiendo hasta la cafeter¨ªa y all¨ª le fue impedida a la entrada. Incluso despu¨¦s del estallido nadie le hab¨ªa avisado del peligro. "Lo que m¨¢s me impresion¨® es que las escaleras mec¨¢nicas continuaban funcionando hacia arriba cuando todos deb¨ªamos salir hacia abajo", se?al¨®.

La Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos celebraba ayer manifestaci¨®n contra la intolerancia.

Los convocantes pretend¨ªan llamar la atenci¨®n del incremento de las pr¨¢cticas racistas. Al conocer el atentado, los manifestantes se dirigieron hacia El Corte Ingl¨¦s y plantaron all¨ª su pancarta, cuya inscripci¨®n cobraba un nuevo sentido: No a la intolerancia, s¨ª a la convivencia.

Una periodista de R¨¢dio, 9 realizaba sus compras en el supermercado, en la quinta planta, cuando escuch¨® el estallido. Instantes despu¨¦s estaba transmitiendo la primera cr¨®nica desde una cabina telef¨®nica. Hacia las nueve de la noche se cerraron las puertas del edificio y nadie inform¨® si los centros de El Corte Ingl¨¦s en Valencia abrir¨¢n hoy.

El Corte Ingl¨¦s de la calle del Pintor Sorolla es el primero que abri¨® esta cadena en la capital valenciana. Hay cuatro grandes establecimientos de esta marca en Valencia, el ¨²ltimo de ellos comprado a Galer¨ªas Preciados y a menos de 50 metros de donde se produjo el atentado. Sin embargo, el centro de Pintor Sorolla, situado en el coraz¨®n de la ciudad y a algo m¨¢s de un centenar de metros de instituciones como el Ayuntamiento, la C¨¢mara de Comercio o la Bolsa, es el m¨¢s tradicional.

Ubicado en la calle donde se concentran. las sedes centrales de los principales bancos establecidos en la Comunidad Valenciana (incluido el Banco de Espa?a) y los comercios tradicionales de la capital, El Corte Ingl¨¦s que ayer fue objeto del atentado tiene cinco plantas dedicadas a la venta de mercanc¨ªas y una sexta, donde est¨¢ la cafeter¨ªa en la que se registr¨® la explosi¨®n.

Este centro comercial es uno de los m¨¢s visitados habitualmente. Durante las fiestas navide?as miles de personas acuden diariamente a ¨¦l a realizar sus compras. Dotado de fuertes medidas de seguridad, este centro tiene capacidad para registrar las matr¨ªculas de los veh¨ªculos que entran en su aparcamiento subterr¨¢neo y detectar la presencia de coches robados o buscados por la polic¨ªa.

En su interior la presencia de guardias de seguridad, c¨¢maras y otro tipo de medidas pasivas complican la realizaci¨®n de actos delictivos, aunque la masiva afluencia de personas en estas fechas y en fin de semana hacen pr¨¢cticamente imposible prevenir un atentado.