Los esfuerzos adicionales de Espa?a
Espa?a tiene al alcance la entrada en la moneda ¨²nica, pero necesita hacer un esfuerzo adicional. As¨ª lo ha constatado la Comisi¨®n Europea y lo reconoce el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes. Ese sfuerzo debe realizarse reduciendo los gastos, y no aumentando los ingresos del Estado.Espa?a ha de recortar en 1,96 billones de pesetas su d¨¦ficit p¨²blico para reducirlo desde el 5,4% (dato con que se cerrar¨¢ 1995, seg¨²n las previsiones de la Comisi¨®n Europea) hasta el 3% al acabar 1997. Eso significa algo m¨¢s de 600.000 millones de pesetas anuales. Una cifra importante, pero no imposible. Pedro Solbes puso un ejemplo para evaluar el esfuerzo: bastar¨ªa aumentar 15 pesetas el precio del litro de gasolina para que los ingresos suplementarios del Estado permitieran reducir el d¨¦ficit al 3%.
Pero no es ¨¦sa la v¨ªa elegida por el Gobierno ni la l¨ªnea que ha defendido el Partido Popular en las ¨²ltimas semanas. El m¨¦todo a seguir es el de la reducci¨®n del gasto p¨²blico.
Los esfuerzos que debe hacer Espa?a no son superiores a los que ha de acometer el resto de los pa¨ªses europeos. Reducir el d¨¦ficit en 1,86 billones de pesetas significa que cada espa?ol deber¨ªa aportar 48.717 pesetas, seg¨²n los c¨¢lculos realizados por La Gaceta de los Negocios. Reducir todos los d¨¦ficit europeos a una media del 3% requerir¨ªa una aportaci¨®n de 48.924 pesetas por ciudadano.
El objetivo es imposible para Grecia, que deber¨ªa aportar 850.000 pesetas por habitante. Pero es tambi¨¦n muy dif¨ªcil para Suecia (125.000 pesetas), Italia (100.000), Austria (90.000), Francia (63.793) o Reino Unido (56.896).
El conjunto de pa¨ªses de la UE deber¨¢ reducir en 18,2 billones de pesetas sus actuales d¨¦ficit p¨²blicos, que suponen en torno a los 50 billones de pesetas.
Problemas de crecimiento
La aparente ralentizaci¨®n del ciclo econ¨®mico puede ser un problema a?adido, aunque los ministros prefieren guardar un prudente optimismo. Seg¨²n Pedro Solbes, hoy en d¨ªa "no se plantea la menor duda sobre el momento de entrada en vigor de la moneda ¨²nica. No creo que el ciclo econ¨®mico plantee grandes problemas en ese sentido. En Espa?a, nuestro nivel de crecimiento real y previsto para 1996 hace factible que lleguemos". Theo Waigel tiene una opini¨®n semejante. "No veo ning¨²n peligro de estancamiento en el horizonte. Es cierto que se puede ralentizar ligeramente la expansi¨®n econ¨®mica, pero seguimos con un buen impulso".
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