Aristide apoya a Pr¨¦val como sucesor en las presidenciales de hoy en Hait¨ª

El presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide, se decidi¨® por fin a acabar con la ambig¨¹edad que ha mantenido hasta ahora y respald¨® p¨²blicamente, en el ¨²ltimo minuto, a Ren¨¦ Pr¨¦val, el candidato que su propio partido, Lavalas, presenta a las elecciones presidenciales que se celebran hoy en la rep¨²blica caribe?a. El gesto es importante porque, con ¨¦l, Aristide dio el carpetazo definitivo a sus aspiraciones de prorrogar su mandato para compensar los tres a?os de exilio que vivi¨® tras el golpe de Estado que lo depuso en 1991. Y, de paso, la declaraci¨®n puede reducir los riesgos de violencia de sus partidarios durante la jornada electoral."Yo mismo voy a votar por Bo-tabla [en creole algo as¨ª como la reuni¨®n alrededor de la mesa, s¨ªmbolo del grupo Lavalas] y por su candidato, Ren¨¦ Pr¨¦va", dijo el presidente el viernes. Con estas palabras, el actual mandatario, que deber¨¢ dejar el pr¨®ximo mes de febrero un cargo que s¨®lo ha ejercido durante dos de los cinco a?os que le correspond¨ªan, pasaba el testigo a su correligionario Pr¨¦val, a quien encuestas y observadores sit¨²an ya en la presidencia del pa¨ªs. La tardanza de Aristide en respaldar al candidato de su partido ha sido interpretada como se?al de la divisi¨®n de opinion es dentro de Lavalas. "Preval no era el candidato de Aristide, y no le conven¨ªa porque no va a estar a sus ¨®rdenes. Pero s¨ª era el m¨¢s aceptable para toda la direcci¨®n del partido", coment¨¢ un pol¨ªtico de la oposici¨®n.

Por lo dem¨¢s Pr¨¦val, un t¨¦cnico agr¨ªcola que ocup¨® el cargo de primer ministro con Aristide, antes del golpe de Estado, ha sido en esta campa?a un aut¨¦ntico candidato fantasma, famoso por convocar actos y conferencias de prensa a las que finalmente nunca llegaba. El viernes, d¨ªa del Cierre de campa?a, dej¨® a las bandas de m¨²sica y a los seguidores compuestos y sin novio en tres puntos de la capital. La explicaci¨®n: estaba aquejado de gripe.

Hay quienes ven en esta actitud motivos de seguridad. "Pr¨¦val quiere llegar vivo a las elecciones", comenta un observador centroamericano. No es para menos. Su figura no despierta adhesiones inquebrantables ni siquiera en el seno del propio partido: unos folletos repartidos por la ciudad lo acusaban de "traidor" por contribuir a la salida de Aristide.

"La libertad de expresi¨®n es sagrada", fue la respuesta del presidente haitiano, que ha negado que haya divisiones en Lavalas. "Yo firm¨¦ el decreto para la elecci¨®n presidencial, yo fui el que dio a luz a Lavalas, siempre hemos trabajado juntos, como lo estamos haciendo ahora".