Lo que busca ETA

LOS QUE dirigen ETA han querido demostrar hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar. Sin embargo, s¨®lo los que quieren enga?arse ignoraban desde hace tiempo que no existen l¨ªmites morales o de otra naturaleza en la crueldad de los terroristas y los cobardes que les jalean. Ayer asesinaron a una persona e hirieron a otras cinco en la cafeter¨ªa de El Corte Ingl¨¦s de Valencia. La experiencia de Hipercor (21 muertos) demostr¨® la imposibilidad de controlar los efectos de la explosi¨®n de una bomba en unos grandes almacenes. Pero ¨¦se era segura mente su objetivo: sembrar el terror al azar, matar a uno para aterrorizar a 10.000. Cuando la gente comienza a reclamar "que les den lo que quieren y nos dejen en paz", el terrorista sabe que ha ganado la partida.Por eso han sido tan nefastos algunos mensajes lanzados estos ¨²ltimos meses desde el campo democr¨¢tico. Tiene raz¨®n el consejero vasco Atutxa: mantener permanentemente abierta la perspectiva de la negociaci¨®n da alas a los violentos. Sostener, como se ha hecho incluso con un desconcertante ¨¦nfasis, que la experiencia irlandesa demuestra que "es posible negociar aunque prosigan los atentados" y lanzar el mensaje de que cuando la violencia arrecia "el di¨¢logo es m¨¢s necesario que nunca" ha sido interpretado por los estrategas del terror como una invitaci¨®n a la escalada. Desde hace a?os, su principal ocupaci¨®n consiste en encontrar nuevos argumentos que justifiquen la pervivencia de ETA, sin cuyo efecto amedrentador todo su tinglado se vendr¨ªa abajo. ?Y qu¨¦ mejor motivo para disparar o hacer estallar bombas que el de vencer la resistencia a la negociaci¨®n de los pol¨ªticos y de la poblaci¨®n?

La idea seg¨²n la cual la negociaci¨®n irlandesa fue precedida por una ofensiva del IRA en Londres ha sido interiorizada por esos miserables como una confirmaci¨®n de su l¨ªnea de "mantener abiertos todos los frentes": contra los pol¨ªticos, para ablandarles; contra lo que ellos consideran "los poderes f¨¢cticos", aunque se trate de unos trabajadores civiles de la Armada, o contra la gente que hace sus compras los s¨¢bados.

Casi todos los seres humanos se atienen a un principio de coherencia que impide, por ejemplo, reclamar a la vez el perd¨®n de un criminal y su derecho a seguir matando, o acusar de un asesinato a la v¨ªctima, etc¨¦tera. S¨®lo las. personas cegadas por el fanatismo ignoran tal principio. Durante toda la semana, los portavoces del radicalismo proetarra han culpado a la Ertzairitza del alevoso asesinato de dos de sus miembros a manos de un joven de su cuerda. Como culminaci¨®n, el portavoz de Herri Batasuna acus¨® el viernes al PNV de "acosar a la izquierda abertzale", y a la polic¨ªa auton¨®mica, de "provocar a la juventud vasca". "Nadie se va a ir de rositas", advirti¨®, tras responsabilizar a los partidos democr¨¢ticos "de lo que pueda ocurrir". Ahora sabemos en qu¨¦ estaba pensando.