Aclaraciones

En EL PA?S del 10 de diciembre, su periodista Pere Rusi?ol coment¨® mi intervenci¨®n en el Tribunal de los Pueblos (sesi¨®n de Barcelona) de manera incompleta: "Otro periodista de Sarajevo, Goran Milic, acus¨® a los medios de comunicaci¨®n croatas, y demostr¨® que la radio, la televisi¨®n y los periodistas de Zagreb aumentaron sus audiencias cuando radicalizaron su l¨ªnea editorial". ?Todo lo contrario! Yo dije, en primer lugar, que no se pueden comparar los medios serbios y croatas en su promoci¨®n de la guerra y limpieza etnicas. Los medios serbios prepararon, dije, un ambiente de odio desde el a?o 1985, mientras "el silencio croata" duraba hasta 1990. Y tambi¨¦n dije qu¨¦ Goebbels fue m¨¢s responsable por su propaganda en los a?os treinta que durante la guerra, en los a?os cuarenta. Como en cada guerra, dije, en la guerra de propaganda hay unos que empiezan y otros que se defienden. Y no se puede equiparar la responsabilidad de Radio Berl¨ªn y de Radio Londres durante la II Guerra Mundial, aunque las dos hac¨ªan m¨¢s propaganda que periodismo. A este respecto, los medios bosnios, en mi opini¨®n, no tienen casi responsabilidad alguna. Tambi¨¦n expliqu¨¦ que la reacci¨®n a la radicalizaci¨®n fue diferente en Serbia y en Croacia. Mientras en Belgrado los peri¨®dicos doblaron su circulaci¨®n (Politika, Ekspres Politika, Vecernje Novosti) durante el periodo de satanizaci¨®n de los albaneses, eslovenos, croatas y musulmanes, en Croacia s¨®lo un semanal se aprovech¨® de art¨ªculos radicales (Slobodni Tjednik), mientras los otros perdieron muchos de sus lectores.Insisto en estas correcciones porque desde el comienzo de la guerra en la antigua Yugoslavia hay una tendencia en la prensa europea de presentar a "las tres partes como iguales en una guerra civil" (en Espa?a, en particular, con dignas excepciones encabezadas por Hermann Tertsch). No fue una guerra civil en la ex Yugoslavia, y en Espa?a esto se tendr¨ªa que saber mucho mejor que en otros pa¨ªses europeos. No lucharon Francisco Franco y la Pasionairia por un 48% o 65% del territorio espa?ol. En una guerra civil, es todo o nada. Somos nosotros o ellos. Sin embargo, en la ex Yugoslavia, y en particular en Bosnia, Radovan Karadzic no luch¨® por principios, ideales, ideolog¨ªa o religi¨®n. Luch¨® por el 64% de Bosnia. Si se le hubiera dado tanto, no le importar¨ªa lo que hicieran los croatas y los musulmanes con el 36% restante.

Y cuando las naciones luchan por territorios, es una guerra, donde hay agresores y v¨ªctimas. No es una guerra civil donde la comunidad internacional no debe mezclarse. Agradezco la oportunidad de presentar mi opini¨®n de manera m¨¢s clara y completa de lo que fue hecho en el art¨ªculo del 10 de diciembre.-