Vranitzky gana
LA BUENA noticia es que los austriacos han frenado el hasta ahora permanente ascenso electoral del ultraderechista Jorg Haider; la mala es que si, en contra de lo que predec¨ªan los agoreros, Haider no ha subido, tampoco ha sufrido un descalabro. Su populista Partido Liberal mantiene el apoyo de algo m¨¢s de uno de cada cinco austriacos. Por lo dem¨¢s, las elecciones anticipadas del domingo dejan las cosas en Austria m¨¢s o menos como estaban. La coalici¨®n entre socialdem¨®cratas y democristianos sigue siendo necesaria; su principal objetivo es combatir el d¨¦ficit p¨²blico para cumplir los criterios de convergencia de Maastricht y sus dos componentes siguen en desacuerdo sobre c¨®mo hacerlo.Dicho esto, los comicios tuvieron un claro vencedor: el canciller socialdem¨®crata Franz Vranitzky, que por primera vez desde la era de Bruno Kreisky vuelve a ganar terreno, despu¨¦s de 12 a?os de continuo desgaste. El partido socialista ha logrado incrementar en 3,4 puntos su apoyo electoral, coloc¨¢ndose en ¨¦l 38,3%. Ello le supone 72 diputados, siete m¨¢s que en la anterior legislatura. Conservar intacto el nivel de las pensiones de maternidad, desempleo o jubilaci¨®n les ha parecido a muchos austriacos un objetivo m¨¢s movilizador que sanear las cuentas del Estado. Pero el voto socialista es tambi¨¦n el voto contra la histeria, contra el permanente estado de excepci¨®n decretado por Haider y el voto de la salubridad pol¨ªtica.
El democristiano Wolfgang Sch¨¹ssel, l¨ªder del Partido Popular Austriaco, perdi¨®. Pretend¨ªa romper la larga hegemon¨ªa pol¨ªtica socialdem¨®crata en Austria y colocar a los democristianos como la primera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs. Su partido s¨®lo increment¨® el voto un 0,6%, hasta el 28,3%, lo que le adjudica 53 diputados, uno m¨¢s que en las elecciones anteriores. Vranitzky tiene raz¨®n al interpretar que los austriacos desean una nueva edici¨®n de la coalici¨®n gubernamental entre los socialdem¨®cratas y los populares, pero en la que primen los criterios de los primeros. Los socialdem¨®cratas han demostrado su fortaleza y que la oposici¨®n radical a la extrema derecha puede cosechar m¨¢s frutos que el seguidismo de la misma. El fracaso de las aspiraciones de Sch¨¹ssel, que le debilita objetivamente, no impide al l¨ªder democristiano y ministro de Exteriores en el anterior Ejecutivo mantener su oposici¨®n a un presupuesto en el que se propon¨ªa un aumento de la presi¨®n fiscal. Ese desencuentro fue el que rompi¨® la coalici¨®n de gobierno y forz¨® el adelanto electoral. En esas circunstancias, las negociaciones para formar una nueva coalici¨®n se perfilan dif¨ªciles. Pero ahora Vranitzky es m¨¢s fuerte.
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