Turqu¨ªa, entre Oriente y Occidente
61 millones de turcos votan hoy entre la imitaci¨®n de Europa o la b¨²squeda de su propia identidad como pueblo
ENVIADA ESPECIALTurqu¨ªa celebra hoy elecciones generales sumida m¨¢s que nunca en la encrucijada entre Oriente y Occidente, entre la religiosidad de una sociedad que se confiesa en un 99% isl¨¢mica y los principios laicos impuestos por Mustaf¨¢ Kemal, Ataturk, al fundar la rep¨²blica, en 1923. Entre la modernidad y el oscurantismo, entre la apertura y el enclaustramiento, entre la imitaci¨®n de Europa y la b¨²squeda de su propia identidad. "El 25 de diciembre fundaremos un nuevo mundo", afirm¨® el l¨ªder del islamista Partido del Bienestar (RP), Necinettin Erbakan. "No vot¨¦is por aquellos que explotan la religi¨®n para dividir al pa¨ªs", respondi¨® Mesut Yilinaz, que encabeza el Partido de la Madre Patria (ANAP).
Una profunda brecha se abre camino entre los 61 millones de turcos. De un lado se juega con la esperanza: "Crearemos un orden nuevo m¨¢s justo para toda la sociedad". De otro, con el miedo: "Las mujeres turcas no, nos dejaremos intimidar por Erbakan", asegura la primera ministra y l¨ªder del Partido de la Recta V¨ªa (DYP , Tansu ?iller.
El desgarro de Turqu¨ªa, con un pie en Europa y el resto de su cuerpo en Asia, es legendario. Cuentan que el jefe de una colonia de Megara llamado Byzas, tras escuchar el or¨¢culo de Delfos, se estableci¨® con su tribu en el a?o 667 antes de Cristo en la "tierra opuesta a las gentes que eran ciegas". Byzas decidi¨® que los residentes asi¨¢ticos eran ciegos porque no se asentaron en la costa europea que era m¨¢s prometedora y en la que ¨¦l fund¨® una gran ciudad, Byzarntium., que despu¨¦s se llamar¨ªa Constantinopla mientras el imperio de Constantino en la zona se denominar¨ªa bizantino- y ahora Estambul.
"Si los islamistas ganan las elecciones, los turistas dejar¨¢n de venir y entonces ser¨¢ la ruina de todos. Ya s¨®lo e venden alfombras, y si no hay turistas, los turcos tampoco tendr¨¢n dinero para comprarlas", afirma el propietario de una peque?a tienda.
Uzeyir Garih, miembro de la influyente comunidad jud¨ªa sefard¨ª y accionista mayoritario de Alarko, uno de los grandes holding de Turqu¨ªa, considera que no hay por qu¨¦ temer que los islamistas gobiernen Turqu¨ªa". Garih recuerda que el predecesor del Parrtido del Bienestar ya dirigi¨® -en coalici¨®n- el pa¨ªs en la d¨¦cada de los setenta y, aparte de la invasi¨®n de Chipre, "no sucedi¨® ninguna revoluci¨®n". En el amplio despacho con magn¨ªficas vistas sobre el B¨¢sforo, Garili se muestra convencido de que si el RP obtiene el primer puesto en las elecciones de hoy ser¨¢ capaz de formar una coalici¨®n y gobernar en Ankara "sin que haya cambios dram¨¢ticos en Turqu¨ªa". Seg¨²n el empresario' "s¨®lo se pueden considerar como fan¨¢ticos entre el 5% y el 10% de los militantes de RP, y eso se encuentra en cualquier partido".
Sin embargo, para la actriz Filiz Kutlar, Turqu¨ªa atraviesa un "momento cr¨ªtico y lo m¨¢s grave es que los partidos pol¨ªticos no se preocupan m¨¢s que por capturar votos y no hacen nada por evitar la tragedia del avance fundarnentalista". La actriz,, que en estos momentos trabaja en una obra sobre Sim¨®n Bol¨ªvar, est¨¢ convencida de que quienes pusieron la bomba que el 30 de diciembre de 1994 mat¨® a su marido, el director de cine y guionista Onat Kutlar, fueron "extremistas isl¨¢micos, y no kurdos como dice la polic¨ªa".
Una impotencia profunda se desprende de sus declaraciones, y este sentimiento frente a una clase pol¨ªtica que antepone los intereses del partido a los nacionales es compartido por un significativo sector de la poblaci¨®n. "No me preocupa el que el Refah obtenga el 20% de los votos. Eso quiere decir que el 80% de la poblaci¨®n se opone a su pol¨ªtica. Lo que es preocupante es la divisi¨®n de la izquierda y la derecha", afirma una funcionaria. Y concluye: "Es la incapacidad de la actual clase pol¨ªtica la que abre el camino a los islamistas".
Los 12 partidos que se presentan a las elecciones forman dos bloques: uno de 11 partidos; el otro, s¨®lo el RP. Pero ni tan siquiera la lucha implacable contra el enemigo com¨²n ha. servido para unificar a los dos grandes partidos de la derecha: ANAP y DYP. Tampoco a los dos grandes del centro-izquierda: el Partido Popular Republicano (CHP), que dirige Deniz Baykal, y el Partido de Izquierda Democr¨¢tica (DSP), de Bulent Ecevit.
Tras largos a?os de estrecharse el cintur¨®n y con una inflaci¨®n a¨²n cercana al 90%, la poblaci¨®n turca est¨¢ cansada de la crisis econ¨®mica, del evidente deterioro de su nivel de vida y de tener que tener al menos dos trabajos, uno legal y otro sumergido para poder salir, adelante. Al mismo tiempo es consciente de que precisamente la crisis econ¨®mica, con el desempleo y la migraci¨®n del campo a las ciudades, es el principal caldo de cultivo del islamismo. "Nosotros ofrecemos a los j¨®venes fe, los dem¨¢s ofrecen discotecas", grita con vehemencia Erbakan.
La polarizaci¨®n de la campa?a electoral en tomo a la religi¨®n ha hecho tambi¨¦n que se deje a un lado la cuesti¨®n de la minor¨ªa kurda. El Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK) orden¨® un alto el fuego unilateral hace 10 d¨ªas en una muestra m¨¢s de su voluntad por establecer un canal de comunicaci¨®n que permita buscar una soluci¨®n negociada a la casi guerra civil que azota el sureste de Turqu¨ªa desde hace 11 a?os y que se ha cobrado al menos 18.000 vidas. En Ankara, la oferta del PKK ha sido ignorada.
Mientras, el Partido de la Democracia del Pueblo (HADEP), sustituto del ilegalizado DEP, trata por todos los medios de abrirse camino frente a la barrera impuesta por la ley electoral, que exige un m¨ªnimo del 10% de la totalidad de los votos emitidos en el pa¨ªs para estar representado en Ankara. A pesar de los esfuerzos de HADEP, que concurre s¨®lo a las elecciones -el DEP lo hizo de la mano de los socialdem¨®cratas del CHP, lo que le permiti¨® saltar la barrera-, sus posibilidades son muy escasas, en parte por la tendencia de los turcos, especialmente ahora, al voto ¨²til y seguro.
"Muchos intelectuales izquierdistas votar¨¢n por HADEP, incluso algunos hombres de negocios que han llegado a la conclusi¨®n de que mientras no se solucione el conflicto del sureste del pa¨ªs no ser¨¢ posible el desarrollo ordenado de Turqu¨ªa", se?ala un c¨¢mara de la televisi¨®n turca. En algunas ciudades como Diyarbakir, la capital del Kurdist¨¢n turco, se espera que el HADEP alcance cerca de la mitad de los votos emitidos, por lo que su ausencia del Parlamento ser¨¢ a¨²n m¨¢s penosa.
Aunque la nueva ley electoral ha prohibido todas las barreras de distrito que favorec¨ªan al partido m¨¢s votado y permit¨ªan te¨®ricamente a ¨¦ste hacerse con la mayor¨ªa absoluta del Parlamento con s¨®lo el 30% de los votos emitidos, la barrera del nivel nacional convertir¨¢ en inv¨¢lidos m¨¢s de cuatro millones de votos.
Los c¨¢nticos de los almu¨¦danos se han mezclado estos d¨ªas con los de decenas de furgonetas de los diferentes partidos. Unos invitando a "dejar de imitar a los infieles", otros prometiendo "hacer definitivamente de Turqu¨ªa un pa¨ªs integrado en Europa". Las urnas dir¨¢n hoy cu¨¢l de los dos mensajes ha calado m¨¢s hondo.
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