El Madrid apela al coraje
Los madridistas superaron con casta un gol rid¨ªculo del Valladolid y firmaron una goleada
El Madrid, vivi¨® dos partidos en una noche sometida al escrutinio de los aficionados del Bernab¨¦u. La alineaci¨®n. de Valdano dio qu¨¦ pensar a algunos sectores del madridismo, que reclutaron m¨¢s fuerzas con el estramb¨®tico gol que dio ventaja al Valladolid. Se hizo evidente que el momento era cr¨ªtico y que el partido adquir¨ªa un car¨¢cter trascendente. El equipo se qued¨® solo y se someti¨® a un examen que finalmente super¨® por orgullo e insistencia. Esta vez, el Madrid no se desinfl¨®. A golpe de corneta tumb¨® al Valladolid.Bajo el peso de una tensi¨®n extraordinaria, el Madrid se sobrepuso con coraje, casi a empujones, al gol del Valladolid. En realidad, el gol del Valladolid lo marc¨® el Madrid, que est¨¢ irremediablemente tentado por la cat¨¢strofe. La acci¨®n quedar¨¢ para el cat¨¢logo de los videoaficionados que desde ayer ya disponen de la jugada tonta del a?o. Una pelota que corr¨ªa blanda y sencilla hacia el ¨¢rea del Madrid se convirti¨® en una bomba por obra de Quique y Buyo. El portero abandon¨® su sitio y sali¨® alegre a despejar el bal¨®n; el defensa sigui¨® el recorrido de la pelota para entreg¨¢rsela a Buyo. Lo que se produjo en realidad fue eso que se llama pelota dividida, pero esta vez entre dos jugadores del mismo equipo.
La colisi¨®n de Buyo y Quique fue estruendosa. El portero se li¨® la manta a la cabeza y pate¨® todo: el bal¨®n, el aire y la espinilla de Quique. Del l¨ªo qued¨® suelta la pelota, para el primero que pasara por all¨ª, Fernando casualmente, o no tanto porque en las circunstancias actuales lo normal para el Madrid es que pase el enemigo. As¨ª que Fernando tom¨® el regalito y se fue derecho a la porter¨ªa, con los brazos en cruz y la sonrisa de oreja a oreja. El estadio tron¨®. El p¨²blico madridista, que hab¨ªa llegado muy cr¨ªtico al encuentro, se levant¨® r¨¢pidamente en armas y puso al equipo contra la pared.
La sensaci¨®n de cat¨¢strofe en las filas madridistas fue instant¨¢nea. Un clima de fatalidad y angustia se apoder¨® del equipo, que cay¨® durante algunos momentos en un profundo desconcierto. El Madrid estaba desestabilizado y herido, metido en un problema muy serio. Hasta entonces hab¨ªa jugado con energ¨ªa, pero sin demasiado criterio, afectado por el virus de la ansiedad.
Del Valladolid no pod¨ªa decirse nada. El conjunto de Rafael Ben¨ªtez se hab¨ªa atrincherado y resolv¨ªa sus dificultades con faltas constantes. Pero se hab¨ªa ganado el gol en la t¨®mbola y ahora pod¨ªa especular con el resultado y con el estado cr¨ªtico de su oponente. No lo consigui¨® porque finalmente el Madrid se recuper¨® por la v¨ªa del coraje y dio claramente la vuelta al choque.
El equipo subi¨® al m¨¢ximo sus revoluciones, hasta el borde de la desesperaci¨®n, ante el ojo vigilante de la hinchada que no perdonaba. Pero esta vez el Madrid tuvo presencia de ¨¢nimo. Pas¨® como pudo la crisis y luego apret¨® al Valladolid contra su ¨¢rea. El gol era posible por insistencia y por intimidaci¨®n. Un poco de todo. Eso hubo en el gol de G¨®mez, que abri¨® su carrera en el Madrid con un tanto trascendental. El gol repuso al chico, que termin¨® el partido jugando con bastante propiedad.
El empate ayud¨® a rebajar la tensi¨®n en el campo y en las gradas, donde se hab¨ªan escuchado gritos de apoyo a Laudrup y Michel. No se volvieron a escuchar. La siguiente oleada fue imparable para el Valladolid, que pareci¨® un equipo de medio pelo. En realidad jug¨® mejor despu¨¦s de encajar los goles y perder a Marcos. Se liber¨® un poco y disfrut¨® lo que pudo del partido.
Buenos detalles
Su derrota se hab¨ªa firmado mucho antes, en los ¨²ltimos minutos de la primera parte, cuando el Madrid se lanz¨® hacia el gol por la v¨ªa directa. En ese tramo del partido se vieron los mejores detalles de Ra¨²l y el sentido afilado que tuvo Zamorano la temporada pasada en el ¨¢rea. Ra¨²l estuvo espl¨¦ndido en el giro y el pase al delantero chileno en la jugada que precedi¨® al segundo gol.Desde ese momento el partido no tuvo vuelta. Lleg¨® el segundo penalti y el tercer gol. El p¨²blico se calm¨® y dej¨® sus fobias para otro d¨ªa. Cab¨ªa la posibilidad de la goleada y puede decirse que se produjo, pero los chicos de Valdano dejaron escapar la ocasi¨®n de darse un aut¨¦ntico ba?o de satisfacci¨®n. Casi todo el segundo tiempo fue a beneficio de inventario.
El Madrid consigui¨® el cuarto tanto y tuvo sus ocasiones, incluido un gol anulado tras una sobresaliente jugada del colombiano Freddy Rinc¨®n, pero el partido pintaba para otra cosa, para una de esas noches que ayudan a cerrar heridas y a levantar el ¨¢nimo. Pero en este sentido, el Madrid s¨®lo se pudo quedar a medias.
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