El sistema de navegaci¨®n del 'Mar Egeo' estaba averiado, seg¨²n el pr¨¢ctico

Rodolfo Garc¨ªa Otero, pr¨¢ctico del puerto de La Coru?a, afirm¨® ayer durante el juicio por el naufragio del Mar Egeo que este petrolero griego, embarrancado en la ciudad el 3 de diciembre de 1992, carec¨ªa de comp¨¢s, el instrumento que permite medir las distancias sobre la carta de navegaci¨®n. Garc¨ªa Otero, el ¨²nico, acusado presente en la vista oral, desminti¨®, como era previsible, que ¨¦l hubiera ordenado al buque entrar a puerto.Seg¨²n el pr¨¢ctico, el otro inculpado, el capit¨¢n del Mar Egeo Konstandinos Stavridis, ausente del juicio, inici¨® el viraje de entrada por su cuenta "porque no ten¨ªa ninguna gana" de que Garc¨ªa Otero estuviera a bordo. "Cuando llegu¨¦ al petrolero, ya embarrancado, nadie sali¨® del puente y tuve que gritar varias veces a los marineros, bajo una lluvia de petr¨®leo, para que me echaran una escalera", explic¨® el pr¨¢ctico, responsable de dirigir las maniobras de atraque en puerto. "Una vez en el puente vi que hab¨ªa desaparecido el cuaderno de bit¨¢cora y cuando fui a inspeccionar la columna del tim¨®n, el capit¨¢n me detuvo y me confes¨® que no ten¨ªan comp¨¢s".

Garc¨ªa Otero, acusado de imprudencia por una presunta actitud pasiva en los momentos previos al accidente, aventur¨® que el Mar Egeo zarp¨® de la r¨ªa de Ares, donde estaba fondeado, con el piloto autom¨¢tico. En la zona de viraje cambi¨® al tim¨®n manual manejado por un marinero filipino que se encargaba de las tareas de limpieza gui¨¢ndose, en medio de un temporal con nula visibilidad, ¨²nicamente con la ayuda del radar.

"Yo, sin comp¨¢s, no me habr¨ªa atrevido a entrar en aquellascondiciones", insisti¨® el pr¨¢ctico coru?¨¦s.

Durante su declaraci¨®n, que ocup¨® ¨ªntegramente la segunda jornada del juicio que se sigue en un Juzgado de lo Penal de La Coru?a, Garc¨ªa Otero tambi¨¦n conjetur¨® que la raz¨®n de adentrarse sin comp¨¢s pudo deberse a que la p¨®liza de seguros del barco no cubr¨ªa las demoras por causas t¨¦cnicas. El pr¨¢ctico, que s¨®lo enfrenta una petici¨®n fiscal de multa de 100.000 pesetas, aprovech¨® la incomparecencia del capit¨¢n -al que le solicitan otra sanci¨®n de 300.000 pesetas- para tratar de descargar en ¨¦ste toda la responsabilidad del accidente, que ocasion¨® una gran marea negra en tres r¨ªas de la provincia de La Coru?a.