"La situaci¨®n de impunidad en el Pa¨ªs Vasco es insostenible"
Javier Elzo, de 53 a?os, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa y director del informe sobre la violencia callejera encargado por el Gobierno vasco, piensa que el n¨²cleo irreductible de Jarrai (organizaci¨®n juvenil de KAS, pr¨®xima a ETA) ha lanzado un pulso a la sociedad a trav¨¦s de la violencia en la calle, entendida como una forma de lucha pol¨ªtica, y que el grado de impunidad alcanzado en la sociedad vasca es, ya insostenible". P. ?Qu¨¦ explicaci¨®n tiene la persistencia de un fen¨®meno de guerrilla urbana sin parang¨®n en Europa y que el 32% de la juventud vasca justifique el terrorismo?
R. Estas manifestaciones de violencia no son exclusivas- del Pa¨ªs Vasco. Tambi¨¦n han existido en Francia y Alemania. El movimiento de revuelta juvenil, de desesperanza, en algunos momentos tiene un car¨¢cter gratuito, no tiene un norte: rompo los bancos o quemo los autobuses para llegar a un objetivo determinado. Pero en el Pa¨ªs Vasco tiene otro elemento que lo diferencia: el autodenominado Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco (MNLV), que s¨ª tiene unos objetivos. En Europa no hay nada similar a una organizaci¨®n con una base social que deposita sus miles de votos en las urnas y una HB con una ponencia -Oldartzen- en la que se dice que una forma de hacer pol¨ªtica son las algaradas callejeras y la intimidaci¨®n. Junto a esto conviven tasas importantes de marginaci¨®n, de j¨®venes sin norte y que han recibido una formaci¨®n muy permisiva. Esto crea un caldo de cultivo para que un movimiento antisistema como el MLNV, con un poso nacionalista, tenga f¨¢cil captar a gente cada vez m¨¢s joven. La violencia adquiere para algunos un car¨¢cter l¨²dico. Es la normalizaci¨®n de la violencia, que forma parte del paisaje cotidiano. Y la banalizaci¨®n de la violencia es muy grave.
P. Jarrai y algunos jueces coinciden al criticar su estudio. Ustedes admiten haber trabajado con el material ofrecido por la consejer¨ªa de Interior.
R. En el Pa¨ªs Vasco hay una impunidad de facto: manifestaciones no autorizadas en las que no pasa nada, en las concentraciones se insulta a la gente al grito de "ETA, m¨¢talos", Y no pasa nada. Proponemos coger tres ciudades y estudiar durante un a?o todas la acciones policiales que han ido a los jueces y ver d¨®nde han terminado y qu¨¦ est¨¢ fallando.
P. Ustedes critican a la fiscal¨ªa y a los jueces por no estar comprometidos en la pacificaci¨®n. Es la tesis de la consejer¨ªa de Interior.
R. Quiz¨¢ nos hayamos pasado en esa frase concretamente. Pero pienso que lo que pasa en las concentraciones de Aldaya se puede filmar, a esas personas se las puede identificar. ?Son siempre los mismos! Joaqu¨ªn Gim¨¦nez, presidente de la Audiencia de Bilbao, me argumenta que los juicios son a personas concretas y en funci¨®n de la pruebas. Ese celo procedimental es una garant¨ªa de que el Estado de derecho se cumple. ?Pero hasta d¨®nde tienen que llegar esas garant¨ªas y ese celo?
P. ?Est¨¢ hablando de limitar algunas garant¨ªas?.
R. En lo de los v¨ªdeos, ha habido sentencias diferentes porqu¨¦ algunos han dicho que las filmaciones de los incidentes se pueden manipular. ?Har¨¢ falta que est¨¦ el fiscal en las concentraciones de Aldaya para constatarlo? Eso crea una sensaci¨®n de impunidad en los j¨®venes. No afirmamos que los jueces sean los ¨²nicos culpables, ni siquiera que sean la causa. Incluso sostenemos que la v¨ªa represiva no es suficiente.
P. Su confianza en los jueces es evidente cuando afirman que, estos delitos deber¨ªan ser juzgados en el Pa¨ªs Vasco y no en la Audiencia Nacional. ?Creen que en el clima actual de violencia es posible?
R. ?Por miedo? Yo no conozco a todos los jueces, pero s¨ª s¨¦ lo que es tener miedo. La raz¨®n que tienen los jueces es que no quieren condenar sin pruebas. Esta situaci¨®n de impunidad es insostenible.
P. En el documento se aboga por sustituir la subcultura de la violencia por la de la tolerancia. ?Se puede ser tolerante con ellos?
R. Aqu¨ª es donde entra el tema que tanto les duele del n¨²cleo irreductible y la periferia. Es muy peligroso porque al hacer esa distinci¨®n estamos mandando a los irreductibles al infierno, diciendo que con ¨¦sos no hay nada que hacer y hay que machacarles. Hay mucho adolescente que no sabe de qu¨¦ va la misa. Hay que establecer todos los puentes posibles con esta gente. Lo dije en 1990 al se?alar el temor a que se creara una "guetizaci¨®n y numantizaci¨®n" de esta gente violenta. Entonces asegur¨¦ que hab¨ªa que combinar la firmeza democr¨¢tica con los puentes hacia ese mundo, porque, si no, esto no se acaba nunca, ni por la v¨ªa policial, ni por la judicial. El tema de fondo es que hay 150.000 personas que el d¨ªa 3 de marzo van a votar a HB. No hay una soluci¨®n quir¨²rgica. Aunque la Ertzaintza, se tiene que mojar m¨¢s.
P. Hablan de actuaciones de, la Ertzaintza "firmes y eficaces en el fondo y discretas en la forma".
R. Seamos firmes en el fondo, pero no machaquemos al otro, que siempre veamos la posibilidad de darle una salida.
P. ?No les preocupa que Jarrai les ponga en su lista de enemigos?
R. Lo que les pedimos es que respeten a los dem¨¢s ciudadanos, porque nadie va a ir a sus sedes para revent¨¢rselas. ?Pero acaso yo no tengo derecho a andar con un lazo azul por San Sebasti¨¢n sin que me venga un chaval y me llame asesino y espa?olazo? Eso no puede mantenerse impunemente. Y al ser cada vez menos, se hacen m¨¢s puros y son terriblemente peligrosos. Como ellos son los ¨²nicos que detentan la verdad, se creen, legitimados para mantenerla como sea.
P. ?Cree que hay ya una generaci¨®n perdida e "irrecuperable"?
R. El n¨²cleo duro de Jarrai muy reducido. Ser¨¢n tal vez unos mil. En el fondo, los que creo que van a ser dif¨ªcilmente recuperables para la democracia son los que llevan muchos a?os matando. Si este pulso en el que nos han metido a los dem¨®cratas no se eterniza y se busca una salida negociada, esta, gente ser¨¢ recuperable a medio plazo. Hoy es imposible.
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