Madrid volvi¨® a ser en 1995 la regi¨®n m¨¢s taurina de Espa?a

Madrid no se baja de lo m¨¢s alto del pedestal taurino. Inicia la campa?a de 1996 en lo m¨¢s alto: en la temporada de 1995 fue la que m¨¢s festejos mayores (corridas de toros y novilladas picadas) ofreci¨® -en cifras relativas, seg¨²n su extensi¨®n geogr¨¢fica-, con un total de 286 (156 corridas de toros, de las que 48 fueron de rejoneo, y 130 novilladas). Esta cifra ronda el 20% de los 1.500 festejos celebrados en Espa?a.

Aunque en cifras absolutas fue Andaluc¨ªa, con 410 (250 corridas, de las cuales 48 fueron de rejoneo, y 160 novilladas), Madrid, la comunidad que m¨¢s toros ofreci¨® -qued¨® en segundo lugar en estas cifras-, supera ampliamente a Andaluc¨ªa y a todas las dem¨¢s regiones en la importancia que concede a los espect¨¢culos taurinos. As¨ª se manifiesta si tenemos en cuenta que la extensi¨®n de la Comunidad (7.995 kil¨®metros cuadrados) es 11 veces inferior a la de Andaluc¨ªa (87.268). La relevancia de la fiesta queda reflejada a¨²n con m¨¢s contundencia si se tiene en cuenta que en el territorio madrile?o, que representa el 1,6% del peninsular, se ofreci¨® casi el 20% del total de festejos.Tambi¨¦n cabe destacar que m¨¢s de la mitad de los 179 pueblos de la regi¨®n ofrecieron festejos mayores, y que 10 de ellos que no celebraron corridas en 1994, s¨ª lo hicieron en 1995. El n¨²mero de novilladas, 130, fuee casi similar a las de Andaluc¨ªa, 160, y casi el 25% de las celebradas en Espa?a. Mayor es el tir¨®n popular de los espect¨¢culos de rejoneo, ya que Madrid. igual¨® hasta en cifras absolutas a Andaluc¨ªa, al empatar con 48 festejos.

Las Ventas

Mientras, la plaza de Las Ventas del Esp¨ªritu Santo volvi¨® a ser la mejor en cantidad y calidad durante la campa?a de 1995, repitiendo su condici¨®n de c¨¢tedra del toreo. En cantidad, con un total de 77 festejos (46 corridas, 22 novilladas picadas, 4 novilladas sin picadores, 3 festejos de rejoneo y 2 festivales), casi el doble de la segunda del mundo, que volvi¨® a ser Sevilla.En calidad, porque por Las Ventas desfilaron todas las figuras de entre los matadores de toros, los novilleros punteros y los rejoneadores. A lo que hay que a?adir la integridad del espect¨¢culo, ya que en esta ¨¦poca, de tanta manipulaci¨®n d¨¦ pitones (afeitado), la presentaci¨®n y el trap¨ªo de las reses que se lidian en la Monumental son casi irreprochables y muy superiores a todas las dem¨¢s plazas. Y en cantidad y calidad, por la celebraci¨®n de la Feria de San Isidro, la m¨¢s larga e importante de la temporada, con 29 festejos.

Los triunfos en Las Ventas son decisivos en la trayectoria de los coletudos, que sue?an con salir de all¨ª a hombros. Una empresa dif¨ªcil, pues s¨®lo cinco, de los m¨¢s de doscientos que hicieron el pase¨ªllo, lo lograron: un ¨²nico matador de toros, C¨¦sar Rinc¨®n; tres novilleros: los madrile?os Cristina S¨¢nchez -la primera mujer que abre la puerta grande- y Jos¨¦ Tom¨¢s y el gaditano Carlos Pacheco, y un rejoneador, fallecido en 1995 en accidente de tr¨¢fico, Gin¨¦s Cartagena.

Las previsiones para 1996 en la Monumental de Las Ventas son similares en cuanto al n¨²mero de festejos.