Autenticidad extreme?a
El cante y el toque extreme?os son de los que han llegado a nuestros d¨ªas con unas caracter¨ªsticas de autenticidad m¨¢s acreditadas. Dentro de la relatividad siempre inevitable en el concepto de pureza, los estilos aut¨®ctonos extreme?os -tangos y jaleos- son de los que se mantienen pr¨¢cticamente incontaminados de influencias ajenas, quiz¨¢s porque siempre han sido patrimonio casi exclusivo de la gitaner¨ªa que polariz¨® toda su actividad en torno a la llamada Plaza Alta de Badajoz.De ah¨ª que sigan siendo los flamencos de la tierra sus mejores int¨¦rpretes, como es el caso de La Ka¨ªta, con su grito salvaje y las limitaciones propias de una cantaora que carece de mayor repertorio. Pero en esos cantes su voz tiene un sonido muy especial y enormemente atractivo, aunque no se halle en las mejores condiciones, como el pasado s¨¢bado. Adem¨¢s, las facultades de La Ka¨ªta no son precisamente brillantes, y cantar sin micr¨®fono, como es norma en Casa Patas, es duro para cualquiera, y lo fue para ella muy especialmente La cantaora fue de m¨¢s a menos: comenz¨® cantando muy bien por tangos, pero despu¨¦s tuvo ciertos problemas.
Noche extreme?a
Cante: La Ka¨ªta, Ni?o de la Ribera.Toque: MIguel Vargas. Segunda guitarra, percusi¨®n y palmas: Juan Vargas y Domingo Vargas. Casa Patas, 13 de enero.
Esa autenticidad a que nos referimos es m¨¢s evidente a¨²n en la guitarra de Miguel Vargas, quien mantiene en todo su primitivismo aquellos toques de una vieja gitana a quien llamaban la T¨ªa Tijera. Vargas, gitano de M¨¦rida, toca la guitarra acarici¨¢ndola, con extrema delicadeza y sin a?adirle adornos ociosos, con lo que su m¨²sica es de una belleza y una flamencura que llegan a emocionar. Es sobre todo ese toque c¨¢lido y puro en que la t¨¦cnica no ha penetrado todav¨ªa para matar en cierto modo el arte.
Distinto es el caso del Ni?o de la Ribera, quien conociendo igualmente los estilos extreme?os es cantaor mucho m¨¢s cerebral y ambicioso. Enormemente aficionado, se ha dedicado al estudio riguroso de todos los g¨¦neros, y hoy es no solamente uno de los cantaores m¨¢s completos que conocemos, sino seguramente el mejor preparado de los extreme?os que permanecen en su tierra. Como muestra de su versatilidad y de su buen hacer, particip¨® en una larga secuencia de jaleos con La Ka¨ªta, pero nos dej¨® tambi¨¦n soleares, malague?as, fandangos, tarantas y murcianas de excelente factura.
Asistimos, en definitiva, a una atractiva noche de cante y toque extreme?os, arte jondo que merece ser m¨¢s conocido fuera de sus fronteras geogr¨¢ficas.
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