La expectativa de poder anestesia las tensiones
El PP llega al XII Congreso unido, renovado y con el lema del centro como motor de la euforia electoral
?Corrientes en el seno del PP?: "La corriente es de 220, el enchufe lo tengo yo y el que mete el dedo se electrocuta". Ning¨²n l¨ªder pol¨ªtico espa?ol se ha atrevido a plantear de tal modo su opini¨®n sobre la disidencia como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, la semana pasada, en Londres. Entre la amenaza de no salir en la foto, falsamente atribuida a Alfonso Guerra , y la electrocuci¨®n hay un abismo de groser¨ªa pol¨ªtica en la met¨¢fora. Pero las expectativas de poder para el Partido Popular refuerzan el milagro. Nadie se ha, alborotado ante el talante del l¨ªder conservador y, en definitiva, el gallinero de los tiempos de Manuel Fraga y Antonio Hern¨¢ndez Mancha se presenta como un coto aparentemente pac¨ªfico, donde el cacareo de las tensiones rara vez se escucha fuera de las tapias. El m¨¦rito, sin duda, corresponde a Aznar.El XII Congreso ordinario del PP se abrir¨¢, el viernes en Madrid, en un clima de euforia por las expectativas electorales y con un . serio reciclaje en la piel del partido. Tanto como que los dirigentes han optado por el lema El centro gana para sintetizar el camino recorrido desde finales de los a?os 70, cuando en las convocatorias p¨²blicas de Alianza Popular pod¨ªan fotografiarse personajes con camiza azul.
S¨®lo Baleares llega al Congreso con mar de fondo, que se mantiene desde que Gabriel Ca?ellas fue forzado por la direci¨®n, nacional a dimitir, salpicado por la corrupci¨®n. El resto de las regiones, al me nos en apariencia, ofrecen una imagen de unidad, y apenas se detectan escaramuza por el poder en Catalu?a" Asturias o Arag¨®n.
Los hombres fuertes del PP en las distintas autonom¨ªas resultan ser, precisamente, hombres, pese al esfuerzo de los populares por potenciar a sus mujeres alcaldesas y, en conjunto, ofrecen una imagen radicalmente renovada y casi definitivamente distinta de los rostros que alicataron los fracasos del pasado.
ANDALUC?A
Los andaluces acuden al congreso nacional del PP api?ados en torno a su presidente regional, Javier Arenas, quien en algo m¨¢s de dos a?os ha mudado la piel de la organizaci¨®n conservadora hacia posiciones m¨¢s de centro.En ese tiempo, el PP andaluz ha logrado acortar distancias con el PSOE, hasta conseguir un vuelco espectacular en los ay¨²ntamientos. De gobernar en coalici¨®n en Sevilla, los conservadores han pasado a tener el bast¨®n de mando en las ocho capitales andaluzas, y en cuatro de ellas (Granada, Almer¨ªa, Ja¨¦n, C¨¢diz) con mayor¨ªa absoluta.
Cambio de piel en el gran cortijo
El PP en Arag¨®n mantiene luhas de poder internas nucleadas ¨²nicamente en torno a los dos presidentes de diputaci¨®n de Huesca y Zaragoza, las voces discordantes con la mayor¨ªa agrupada en torno al presidente auton¨®mico, Santiago Lanzuela.Jos¨¦ Ignacio Senao y Rodolfo A¨ªnsa, responsables provinciales de Zaragoza y Huesca, respectivamente, son los ¨²nicos que "van por libre" en la estrategia regional del PP, al situarse en la n¨®mina de seguidores de ?lvarez Cascos. Ambos llegaron a sus puestos tras forzar aquel su designaci¨®n pese a las bases.
ARAG?N
Estas diferencias de estrategia con respecto a la de Mariano Rajoy, en permamente contacto con Lanzuela y la flamante reci¨¦n casada, alcaldesa de Zaragoza, Luisa Fernada Rudi, no han pasado de ser escararnuzas previas para desplazar al dirigent¨¦ zaragozano Jos¨¦ Atar¨¦s.
Escaramuzas a la sombra de ?lvarez Cascos.
La estructura de poder interno en el PP asturiano est¨¢ marcada desde hace a?os por un binomio que ha logrado sobrevivir a antiguos recelos. El secretario general del PP, el asturiano Francisco ?lvarez Cascos que ejerce un gran ascendiente desde Madrid, y el presidente regional del partido, Isidro Fern¨¢ndez Rozada, mantienen una cohabitaci¨®n basada en el reparto de papeles entre ambos y el respeto rec¨ªproco a sus respectivos ¨¢mbitos de influencia.Nunca el PP tuvo tanto poder en Asturias como ahora. Por vez primera, y aunque en minor¨ªa, ostenta las presidencias de la comunidad aut¨®noma y del Parlamento regional; ha accedido a alcald¨ªas con tradici¨®n de izquierda, como la de Avil¨¦s, y gobierna con mayor¨ªa absoluta el Ayuntamiento de Oviedo, la capital.
ASTURIAS
Pero, coincidiendo con su consagraci¨®n como primera fuerza pol¨ªtica en el Principado, han empezado a aflorar fisuras internas en el seno de la organizaci¨®n, tanto entre la direcci¨®n del partido y algunos de sus representantes en las instituciones como entre las principales figuras del PP asturiano. El malestar del aparato con el alcalde de Oviedo es s¨®lo un ejemplo.
Primeras fisuras tras conseguir el poder
Vac¨ªo de poder y contestaci¨®nLa organizaci¨®n del Partido Popular en Baleares est¨¢ acostumbrada a ganar elecciones de manera ininterrumpida desde 1983, pero a partir del mes de julio de 1995 est¨¢ sumida en una profunda crisis interna, tras quedar descabezada a ra¨ªz de la dimisi¨®n -forzada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar- de quien era su l¨ªder carism¨¢tico y presidente auton¨®mico, Gabriel Ca?ellas, y del secretario general, Jos¨¦ Antonio Berast¨¢in. Ambos hab¨ªan levantado desde 1979 el partido a su imagen.
BALEARES
El sustituto provisional de Ca?ellas en el PP, Joan Huguet, no cuenta con el respaldo general, y quien preside el Gobierno balear, Crist¨°fol Soler, es contestado por el grupo parlamentario cuando acelera su pol¨ªtica de normalizaci¨®n de la lengua catalana propia de Baleares.
Ca?ellas, que sigue como diputado y presidente del grupo parlamentario regional, tutela en la sombra la crisis y no descarta retornar.
CANARIAS
La situaci¨®n del PP canario viene marcada por la unidad sin fisuras y s¨®lo las candidaturas para las elecciones del 3 de marzo han generado, en los ¨²ltimos d¨ªas, cierto malestar entre los dirigentes despu¨¦s de que la direcci¨®n nacional haya decidido colocar de n¨²mero uno al congreso por Santa Cruz de Tenerife a Miguel Cabrera en lugar de Pedro Galv¨¢n, que era el nombre propuesto por el comit¨¦ electoral de la provincia tinerfe?a. El presidente del PP canario, Jos¨¦ Miguel Bravo de Laguna, ha declarado que acepta esta decisi¨®n, pero lamenta que no se haya atendido la propuesta canaria.
Calma casi total en, el archipi¨¦lago
Diez meses despu¨¦s de su ¨²ltimo congreso regional, que hac¨ªa ocho a?os no se reun¨ªa, el PP c¨¢ntabro vive hoy tiempos plet¨®ricos. La catarsis impuesta por la cohabitaci¨®n con Juan Hormaechea en el Gobierno regional qued¨® superada: el partido domina en 39 de los 102 ayuntamientos de Cantabria, y la cifra de afiliados se ha disparado en el ¨²ltimo a?o, al pasar,. seg¨²n los responsables de su servicio de prensa, de 6.400. a 8.540. En 1995, la normalidad ha vuelto a la autonom¨ªa, y la vida pol¨ªtica, tan enrarecida en a?os anteriores, conoce ahora el sosiego, lo cual no puede hacer olvidar los enormes problemas que esta comunidad aut¨®noma debe resolver en el futuro, entre ellos su propia debilidad econ¨®mica, que le hace figurar hoy entre las regiones m¨¢s deprimidas de Europa, como ha recordado recientemente el presidente, Jos¨¦ J. Mart¨ªnez Sieso.
CANTABRIA
El PP en Castilla-La Mancha parece m¨¢s preocupado en los preparativos de la campa?a electoral para los comicios del mes de marzo que en la celebraci¨®n del congreso nacional de esta formaci¨®n pol¨ªtica. Lejos de enmarcar un trabajo conjunto desde esta comunidad, ser¨¢n las distintas provincias las que estudien las ponencias y elaboren, en su caso, alg¨²n tipo de propuesta. Mientras, contin¨²a la elaboraci¨®n de las listas de los candidatos al Congreso y al Senado. Repiten los n¨²meros uno al Congreso ya confirmados, con nombres como Isabel Tocino, por Toledo, y Javier Rup¨¦rez, en Ciudad Real. Y el debate en tierras manchegas centrado en estos d¨ªas en la inclusi¨®n o no de alcaldes en esas listas. Debate ya cerrado tras el no dictado por el presidente regional, Jos¨¦ Manuel Molina.
Tiempos plet¨®ricos tras a?os de zozobras
El PP en Castilla y Le¨®n vive todav¨ªa en la nube donde se situ¨® tras los resultados de las pasadas elecciones municipales y auton¨®micas. De ah¨ª, que el actual presidente de la comunidad y responsable m¨¢ximo del PP en la regi¨®n, Juan Jos¨¦ Lucas, sea incuestionable en todos sus actos, tanto en los referentes al partido como en su tarea al frente del Gobierno. La autoridad del hombre m¨¢s fuerte del PP en el feudo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar est¨¢ a¨²n m¨¢s potenciada por Jes¨²s Merino, brazo derecho de Lucas en el partido y en el Gobierno auton¨®mico. Merino, hombre que pas¨® de las listas del CDS a las, del PP, se ha constituido como elemento imprescindible en las decisiones importantes de los conservadores en Castilla y Le¨®n, incluso su comunicaci¨®n con Aznar se dice que es permanente.Las crisis no caben en estos d¨ªas en los populares castellanoleoneses, s¨®lo unos d¨ªscolos, adjetivados por ellos mismos en Zamora, como renovadores, se atrevieron a cuestionar la presidencia provincial de Juan Cot en el PP zamorano. La revuelta fue decapitada de inmediato.
CASTILLA LA MANCHA
El giro catalanista en el PP de Catalu?a, preconizado por la figura emergente del ex n¨¢cionalista Josep Mar¨ªa Trias de Bes y por el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, sigue topando con el discurso del presidente del partido en Catalu?a, Aleix Vidal-Quadras, anclado en el antinacionalismo militante. El ¨²ltimo choque se produjo la semana pasada, a ra¨ªz de la publicaci¨®n de una ponencia de Vidal-Quadras que abomina de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Generalitat y la asimila al apartheid. Trias de Bes se vio obligado, una vez m¨¢s, a desmarcarse de su correligionario Vidal-Quadras, de quien sugiri¨® que le hace el juego a CiU.Desde su llegada al PP, Trias ha ganado la pr¨¢ctica totalidad de los pulsos sostenidos con Vidal-Quadras, consolid¨¢ndose as¨ª como el hombre fuerte del partido. Numerosos dirigentes conservadores opinan que a poco que el resultado electoral bendiga la candidatura de Trias, cabeza de lista por Barcelona, ¨¦ste estar¨¢ en condiciones de hacerse con el liderazgo pleno del PP en Catalu?a.
S¨®lo les preocupan las listas del 3 de marzo
De soledades, complejos, crisis y contradicciones internas, los populares han pasado en Extremadura a una situaci¨®n c¨®moda y alentadora para su perspectiva dom¨¦stica.El PP se muestra en Extremadura relajado y satisfecho. Afronta los acontecimientos con aplomo, y, por actitudes propias o por jugadas incomprensibles de sus rivales, teje una partida con las piezas perfectamente colocadas para otear con tranquilidad el desenlace inmediato.
CASTILLA Y LEON
Los populares gobiernan los cuatro principales ayuntamientos de la comunidad (C¨¢ceres, Badajoz, M¨¦rida y Plasencia), ha firmado un pacto institucional con IU que le permite ejercer desde el Parlamento regional un f¨¦rreo control al Ejecutivo; pero, a su vez, llega a un acuerdo con el PSOE para sacar adelante los presupuestos, con posibilidad de controlar 14.000 millones de pesetas.
Tierra de conquista tierra conquistada
Juan Ignacio Barrero, un abogado de talante conciliador, aglutina voluntades y aparece como el primer l¨ªder s¨®lido del PP en su historia regional. Ha ido subiendo pelda?os paso a paso y sin molestar.
CATALU?A
Luis Ramallo, un animal pol¨ªtico, tiene su parcela de poder en Madrid, pero sigue ligado a Extremadura aunque con cierto distanciamiento, propio o forzado por las circunstancias. Barrero y Ramallo encabezar¨¢n las listas al Senado y al Congreso, respectivamente.
Dos sensibilidades que provocan trabalenguas
En C¨¢ceres ha desaparecido de la escena local Felipe Camis¨®n, ahora eurodiputado, y la finca cacere?a la controla Angel Carlos Bern¨¢ldez, imagen del ganadero erudito, que compatibilizar¨¢ la presidencia provincial con el Senado. Amador ?lvarez, alcalde de un peque?o pueblo (Carrascalejo), ser¨¢ el n¨²mero uno al Congreso, mientras que el dos volver¨¢ a ocuparlo, por imposici¨®n de Madrid, Ram¨®n Aguirre.
EXTREMADURA
En una reciente visita a Galicia, el secretario general del PP, Francisco ?lvarez Cascos, defini¨® a Manuel Fraga como "el mascar¨®n de proa" de su partido. Pero, m¨¢s all¨¢ de esas exhibiciones ret¨®ricas, los hechos revelan que la influencia de Fraga sobre sus sucesores es cada d¨ªa menor.Fraga repite a menudo que la hipot¨¦tica victoria del PP en marzo brindar¨ªa a Galicia una oportunidad hist¨®rica. El Gobierno de Aznar permitir¨ªa, seg¨²n esta tesis, resarcir a la comunidad aut¨®noma de los agravios que los populares reprochan al Ejecutivo de Gonz¨¢lez. Fraga pretende que sus sucesores se vuelquen con inversiones p¨²blicas en Galicia.
Tranquilidad y satisfacci¨®n en la dehesa
Esa parece la principal preocupaci¨®n del fundador del PP, m¨¢s que tomar posiciones en el pr¨®ximo congreso nacional. De cualquier modo, entre los populares gallegos ha crecido en los ¨²ltimos meses el recelo hacia Aznar. Dirigentes del partido se quejan en privado de que la c¨²pula nacional pretende poner freno a la casi total autonom¨ªa de la organizaci¨®n gallega e incluso responsabilizan al entorno de Aznar de la difusi¨®n de informaciones que cuestionaban la honorabilidad personal de Xos¨¦ Cui?a, notorio candidato a la sucesi¨®n de Fraga al frente del PP regional y un autoproclamado galleguista.
GALICIA
El presidente elegido en el ¨²ltimo congreso regional (celebrado en oto?o de 1993), P¨ªo Garc¨ªa Escudero, un arquitecto de 42 a?os, recibi¨® el encargo de su amigo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de "renovar y centrar" el partido en Madrid, o, dicho de otra forma, controlar la organizaci¨®n en funci¨®n de sus intereses y estrategias electorales. Al comp¨¢s de la renovaci¨®n, el PP logr¨® la mayor¨ªa absoluta en las elecciones auton¨®micas de mayo pasado y reforz¨® su aplastante hegemon¨ªa en el Ayuntamiento de Madrid. Era precisamente el equipo de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano uno de los quebraderos de cabeza de Garc¨ªa Escudero por la presencia de concejales de la vieja guardia que amenazaban indisimuladamente con ejercer su derecho de transfuguismo.Una vez consumada la renovaci¨®n municipal, en la calle de G¨¦nova s¨®lo producen pruritos algunas decisiones del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, a quien se considera demasiado independiente de las directrices del partido por sus nombramientos en Telemadrid y en la Consejer¨ªa de Salud.
El mascar¨®n de proa desea autonom¨ªa e inversiones
Desde el 28 de mayo pasado, el PP de Murcia disfruta de las mayores cuotas de poder que ha tenido nunca en su historia. Gobierna, c¨®modamente, con mayor¨ªa absoluta en la comunidad aut¨®noma y en los dos principales ayuntamientos de la regi¨®n: el de la capital y el de Cartagena. Su presidente, Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel, ha salido airoso de las patatas calientes que hered¨® de la anterior Administraci¨®n.Valc¨¢rcel lidera el partido sin pr¨¢cticamente oposici¨®n interna: s¨®lo un reducido sector, aglutinado en tomo al ex portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Juan Ram¨®n Calero, mantiene izada la bandera, de la disidencia.
MADRID
El PP de Murcia aspira a consolidar sus anteriores ¨¦xitos electorales y espera arrancar de la direcci¨®n de G¨¦nova un compromiso claro, en el programa, en favor del Plan Hidrol¨®gico Nacional, vital para la regi¨®n.
Un arquitecto rehabilit¨® la fachada
La Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) y el PP firmaron en marzo de 1991 unos pactos de fusi¨®n por los cuales el PP se disolvi¨® en esta comunidad y sus militantes y cuadros se integraron en las estructuras del partido que preside Jes¨²s Aizpun. Navarra es la ¨²nica comunidad espa?ola donde no existe el PP, que desmantel¨® su estructura y cerr¨® su sede.
MURCIA
El indiscutible y templado liderazgo de Jaime Mayor Oreja, presidente del PP en el Pa¨ªs Vasco, y el auge del centro-derecha en toda Espa?a han reforzado la presencia de los populares en las instituciones vascas. Incluso en un feudo del nacionalismo m¨¢s radical, como Guip¨²zcoa, el PP ha pasado de tener 21.000 votos (6,5%) en las elecciones a las Juntas Generales (Parlamento provincial) de 1991 a 47,215 en los comicios el pasado a?o. En Vizcaya rondan los 94.000 votos,y en ?lava, donde se disputan el electorado con Unidad Alavesa (UA), tienen poco m¨¢s de 25.000 votos. Si en 1991 ten¨ªan presencia en 46 pueblos de la comunidad aut¨®noma, en mayo pasado la consiguieron en 91 municipios vascos.La figura d¨¦ Mayor Oreja, miembro de la direcci¨®n nacional del PP, concejal en San Sebasti¨¢n, con domicilio en Madrid y candidato a las generales por ?lava -como tanto le gusta recordar a I?aki Anasagasti (PNV)- ha saltado la muga del Ebro. Mayor Oreja, la voz de Interior en el PP espa?ol, est¨¢ llamado a desempe?ar un papel en la pol¨ªtica nacional si Aznar forma Gobierno.
Los m¨¢s viejos no recuerdan nada igual
Los 42 compromisarios -35 electos y siete natos- que acudir¨¢n por La Rioja al Congreso Nacional del PP, mostrar¨¢n a Aznar por una parte, una formaci¨®n pol¨ªtica organizada y bien estructurada en toda la comunidad aut¨®noma sin fisuras, y por otra un balance electoral hist¨®rico: por primera vez, con mayor¨ªa absoluta en el parlamento regional y en el Ayuntamiento de Logro?o. Por ello, seg¨²n reconoce el secretario general del PP riojano, Jos¨¦ Ignacio Ceniceros, el Congreso se aborda con m¨¢s "ilusi¨®n" que nunca.Adem¨¢s, la sede que afili¨® al partido a Aznar, en 1979, vio c¨®mo el a?o pasado el PP aumentaba en 600 sus fichas de afiliaci¨®n, resultados que han sentado al presidente riojano, Pedro Sanz, en la vicepresidencia de la mesa del Congreso Nacional.
NAVARRA
Las estructuras provinciales de Castell¨®n y Alicante, mucho m¨¢s cohesionadas que la de Valencia, pactan con el presidente regional, Eduardo Zaplana, para descabezar a su m¨¢s directa rival en Valencia, la alcaldesa Rita Barber¨¢. El PP en la Comunidad Valenciana no ha tenido mayores problemas para elegir a su cabeza de lista por Castell¨®n, donde el presidente provincial Carlos Fabra impone su ley y apuesta por la continuidad del joven Juan Costa, o Alicante, donde Federico Trillo repetir¨¢. Pero en Valencia, Barber¨¢ no ha atendido a las solicitudes de la c¨²pula nacional para que encabezara la lista al Congreso. No quiere renunciar a su esca?o en el Parlamento regional, imprescindible para llegar a ocupar, la Presidencia de la Generalitat en caso de que Zaplana fuera llamado a Madrid o cayera en desgracia. Aznar se vi¨® obligado a designar candidato a Francisco Camps, de 32 a?os.
UPN asumi¨® la raz¨®n social del mismo negocio
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