Marco electoral para las legislativas de marzo
Las elecciones legislativas del 3 de marzo decidir¨¢n el poder ejecutivo de Espa?a hasta el a?o 2000. La fecha es simb¨®licamente importante, pero de hecho significa el proyecto de intenciones pol¨ªticas de los grandes retos hist¨®ricos que tiene planteados el Estado para su definitiva apertura internacional y para su real modernizaci¨®n.En una democracia europea, las elecciones legislativas son el momento cumbre donde se discuten las grandes orientaciones estrat¨¦ticas, la forma de realizarlas y, la excelencia y honestidad de las personas que deben gestionarlas.. La memoria y el pasado hist¨®rico son criterios a tener en cuenta que pesar¨¢n en la decisi¨®n de los espa?oles, pero que no pueden ser los ¨²nicos factores para decidir el futuro poder pol¨ªtico.
El sistema democr¨¢tico europeo est¨¢ basado en la alternancia, que garantiza el recambio de los dirigentes, la renovaci¨®n. de las ideas y el impulso y energ¨ªa de los nuevos l¨ªderes para la mejor gobernabilidad. Pero ¨¦sta tampoco puede ser el ¨²nico criterio para la elecci¨®n del partido que debe gobernar ¨¦l Estado.
En el ¨²ltimo a?o, el arco parlamentario ha dejado de ser coherente y de corresponder a la l¨®gica social y econ¨®mica. Espa?a tiene una estructura territorial compleja, los intereses personales pasan, por encima de los intereses generales y los privilegios que lleva consigo el poder modifican el normal sistema de representaci¨®n de los grupos pol¨ªticos. El panorama sociol¨®gico est¨¢ enrarecido y el elector, se encuentra confuso ante la situ¨¢ci¨®n pol¨ªtica creada ¨²ltimamente. De todos modos, las leyes electorales espa?olas simplifican la representatividad parlamentaria. El Partido Popular es un conglomerado de ideolog¨ªas e intereses, y se presenta como partido mayoritario y dispuesto a tomar el poder a trav¨¦s de las elecciones con un programa que va fabricando a medida que se suceden los acontecimientos, a trav¨¦s de un grupo de personas a¨²n poco conocidas en su capacidad de gesti¨®n del Estado y de las obligadas negociaciones complejas que supone dicha funci¨®n. Los partidos nacionalistas, especialimente el catal¨¢n y el vasco, representan la identidad e intereses de dos nacionalidades hist¨®ricas, y con una actitud moderada quieren definir y hacer pesar su poder en el Estado de las autonom¨ªas, con mayor capacidad de gobierno en sus nacionalidades respectivas.
El Partido Socialista Obrero Espa?ol, que desde 1982 gobierna el Estado con sus cualidades y defectos, parece que en el ¨²ltimo semestre ha encontrado una nueva orientaci¨®n pol¨ªtica claramente europea, a pesar de la lucha de los barones por las diversas parcelas de poder que se desarrollan en su interior. Y, por ¨²ltimo, Izquierda Unida -que, despu¨¦s de un intento italianizante, regresa a sus posiciones de origen- plantea una pol¨ªtica alternativa, por el momento incomprensible.
Los programas, los discursos, las propuestas, no siempre corresponden a la realidad y a las posibilidades concretas que tiene un partido para llevarlas a la pr¨¢ctica. Estas elecciones est¨¢n enmarcadas en la entrada definitiva de Espa?a en Europa, en el cumplimiento de los acuerdos de Maasstricht y en la creaci¨®n de la moneda ¨²nica. Todos sabemos que los par¨¢metros a trav¨¦s de los cuales se va a juzgar la entrada, de Espa?a en el n¨²cleo duro europeo van a ser estrictos y precios. Reducir la inflaci¨®n al 3% al mismo tiempo que el d¨¦ficit y la deuda p¨²blica en la econom¨ªa espa?ola son criterios inamovibles dentro de los cuales debe encontrarse la soluci¨®n a los temas espec¨ªficos espa?oles, a su pol¨ªtica monetaria presupuestaria y econ¨®mica. Conseguir estos par¨¢metros gen¨¦rales es dif¨ªcil y exige una pol¨ªtica rigurosa, la gran capacidad de gesti¨®n y una imaginaci¨®n realista que no permita especulaciones ideol¨®gicas fantasiosas o demag¨®gicas. La seguridad es otro tema prioritario en Europa, lo cual implica. unas Fuerzas Armadas modernas y con medios suficientes para poder tener una participacion activa en el concierto europeo. La construcci¨®n pol¨ªtica de una u otra Europa, todav¨ªa posible, es el tema pendiente, cuya discusi¨®n se inicia en este semestre de presidencia italiana.
Espa?a es un pilar importante y necesario en la formaci¨®n de Europa. Europa, sin Espa?a, no tendr¨ªa asegurado el flanco sur, y las relaciones con Am¨¦rica Latina y con el Mediterr¨¢neo dejar¨ªan de tener solidez. Europa necesita de Espa?a. ?ste es el marco general en el cual se mueve la gran discusi¨®n que debe llevarse a cabo para las elecciones legislativas del 3 de marzo. En el interior de este contexto; algunos temas aparecen como prioritarios:
La reforma del Estado, de sus estructuras, de sus cuerpos y de sus corporaciones para la democratizaci¨®n y modemizaci¨®n definitivas.
- La estructuraci¨®n territorial del Estado de las autonom¨ªas, asignatura pendiente que debe tener en cuenta el respeto a las comunidades hist¨®ricas como casos distintos del resto de Espa?a y con los cuales debe concertarse individualmente.
-La pol¨ªtica econ¨®mica, cuyo objetivo principal debe consistir en la creaci¨®n de empleo a trav¨¦s de una reforma inteligente para la creaci¨®n, promoci¨®n, y desarrollo de las peque?as y medianas empresas, ¨²nicas realmente capaces de generar puestos de trabajo. A su vez, regular, copiando las f¨®rmulas europeas, el mercado laboral aplicando las nuevas ideas del tiempo parcial y trabajo a la carta, consolidando y responsabilizando a los sindicatos como ocurre en Alemania, participando en los consejos de control -de las grandes empresas.
-Resolver el problema espec¨ªfico de ETA desde el punto de vista pol¨ªtico, pero tambi¨¦n, dentro de la legalidad internacional, respetando los derechos humanos, combati¨¦ndola con unos cuerpos de seguridad que, a la manera de los grandes pa¨ªses industriales, tengan la informaci¨®n y la capacidad t¨¦cnica pata poder real¨ªzarlo. La negociaci¨®n con ETA, a pesar de sus continuos atentados, o mejor dicho, con sus representantes pol¨ªticos, es absolutamente necesaria. En el mundo moderno y en plena guerra, los enemigos negocian. Cuando no lo hacen por su propia iniciativa, otra potencia se ocupa de obligar a realizarlo. V¨¦ase el caso de la ex Yugoslavia o del conflicto ¨¢rabe-palestino, por poner dos ejemplos recientes.
Este conjunto de problemas se sobrepone a los temas tradicionales de desarrollo de nuestro pa¨ªs. Mejorar la educaci¨®n e investigaci¨®n, hasta situarla a nivel europeo, ya sea en la ense?anza b¨¢sica como en las universidades o carreras especiales. Desarrollar sin tregua las infraestructuras de la comunicaci¨®n, tanto a nivel de infraestructuras f¨ªsicas -carreteras, trenes, aeropuertos, puertos para desenclavar Espa?a-, ya sea a nivel inform¨¢tico y de comunicaci¨®n virtual para relacionar y abrir el Estado ya los espa?oles a Europa con el resto del mundo.
Pero el tema central sigue siendo la solidaridad social. ?C¨®mo realizar un pacto entre sindicatos y patronal que evite la fractura social que existe en Espa?a y que puede producir una explosi¨®n social en un futuro pr¨®ximo? ?C¨®mo realizar una pol¨ªtica obligatoriamente liberal en este momento hist¨®rico en un pa¨ªs semiavanzado con la solidaridad social pertinente y necesaria en cualquier pa¨ªs eur¨®peo?
?stos son los temas que debemos juzgar en las pr¨®ximas elecciones: los programas, los medios y los individuos capaces de llevarlos a cabo. ?sta es la gran alternativa que los espa?oles tenemos delante, y tendremos que intentar noequivocarnos en nuestra apuesta de futuro.
En la situaci¨®n actual, dentro del rigor y la complejidad del momento hist¨®rico que vivimos, yo soy partidario de las mayor¨ªas, relativas y de l¨¢ necesidad de negociaci¨®n, con los partidos nacionalistas para poder dialogar entre fuerzas que representan intereses distintos, aunque, a veces sean contradictorios. La mayoria absoluta incita poco a la autocr¨ªtica y provoca la prepotencia, que los pol¨ªticos necesitan reducir urgentemente.
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