Sidney Pollack: "La moda de los 'remakes' me parece terrible"

"Con todos los respetos a mi propia pel¨ªcula, la moda de los remakes me parece terrible", dice Sidney Pollack, prototipo de neoyorquino liberal, inteligente y burl¨®n que ayer present¨® en Madrid su pel¨ªcula Sabrina. Con Harrison Ford y Julia Ormond en los papeles que Humphrey Bogart y Audrey Hepburn interpretaron en la versi¨®n de los a?os cincuenta, dirigida por Billy Wilder, Sabrina abre con dignidad la lista de una larga serie de amenazadores remakes que se avecinan desde Hollywood. "Si tuvi¨¦ramos m¨¢s imaginaci¨®n no tendr¨ªamos que volver al pasado", afirma el director de Memorias de ?frica.

Pollack es alto, delgado, con el pelo rizado y todo el autoir¨®nico atractivo de la gente m¨¢s aut¨¦ntica de Manhattan (aunque nacido en Indiana hace 60 a?os, se form¨® en Nueva York pate¨¢ndose como actor los teatros de Broadway). Director de Las aventuras de Jeremiah Johnson, Tal como ¨¦ramos o Tootsie, ha acabado dirigiendo Sabrina (que se estrena en Espa?a el 2 de febrero) porque Harrison Ford insisti¨® en ello. Wilder la dirigi¨® medio de encargo y no la contaba entre sus favoritas. "Lo he hecho, pero no lo volver¨ªa a hacer", dice ahora Sidney Pollack. "Y espero ser juzgado por m¨ª mismo".Esta ¨²ltima frase parece una ilusi¨®n, ya que Pollack no para de responder preguntas sobre Bogart, Hepburn, William Holden y sus respectivas comparaciones con la versi¨®n actualizada. Hasta llegar a Billy Wilder, de 89 a?os, el vitri¨®lico director de Con faldas y a lo loco y Primera plana. "S¨ª, ten¨ªa miedo.", dice Pollack, "era como pasar por una operaci¨®n sin anestesia. Le llam¨¦ y le dije: 'Tienes que hacerlo aunque no quieras, porque la prensa no parar¨¢ de preguntarme si la has visto o no'. 'O.K., ven a buscarme y la veremos juntos, ?no tienes miedo, verdad?', respondi¨®. Lo recog¨ª y fuimos los dos a una sala de la Paramount. Yo me mor¨ªa. Durante la proyecci¨®n, cada cinco minutos preguntaba: '?Qu¨¦ ha dicho ¨¦se?'. Luego a?ad¨ªa: 'Es muy oscura. ?Por qu¨¦ es tan oscura si es una comedia?'. Al final, no coment¨® '?qu¨¦ grande!', sino un 'bastante buena' en voz bajita".

Pollack se?ala que el "ingenio rudo y burl¨®n" de Billy Wilder le parece irresistible. Y sigue contando su aventura: "Despu¨¦s de la proyecci¨®n, me dijo: 'Tomemos un martini'. Y me pregunt¨®: ?Cu¨¢ntos oscars tienes?'. 'Dos, por la misma pel¨ªcula', le contest¨¦: Y ¨¦l repuso: 'Hum, yo tengo ?cinco!'. Cuando abandonamos el local, uno de esos restaurantes frecuentados por la gente de Hollywood, salimos muy lentamente porque ¨¦l anda a peque?os pasos. Iba agarrado de mi brazo y mientras avanz¨¢bamos el restaurante iba qued¨¢ndose en silencio. Abochornado, yo pens¨¦ que todos estar¨ªan pensando: 'Ese es el que ha versionado una pel¨ªcula de Billy Wilder".

La nueva Sabrina ha costado 6.250 millones de pesetas y Sidney Pollack combina su faceta de director de superproducciones con la de actor con Woody Allen o productor de pel¨ªculas como Sense y sensibility, escrita e interpretada por Emma Thompson sobre una obra de Jane Austen. "Con un presupuesto para los caf¨¦s hicimos una gran producci¨®n", dice orgulloso sobre este t¨ªtulo.

Sabrina ha recibido cr¨ªticas diversas, desde una positiva en The New York Times hasta otras no tan buenas en Time y Newsweek. Pollack defiende la pel¨ªcula diciendo que su estilo un poco antiguo puede tener un encanto vanguardista. Y respecto a la comparaci¨®n de los noventa con los cincuenta, dice: "Somos mucho m¨¢s c¨ªnicos ahora. La gente desconf¨ªa mucho m¨¢s, y una de las cosas que yo pretend¨ª fue contar un cuento de hadas pero duro, una historia rom¨¢ntica con un hombre mezquino en su interior".

Y Pollack concluye se?alando que hay mucha gente que desprecia ese cinismo y querr¨ªa una vuelta a la esencia rom¨¢ntica. "Ya no confiamos en nada, ni en los pol¨ªticos, ni en la autoridad, ni en que alguien diga la verdad. Pero a la gente le gustar¨ªa creer".