Unos programas convergentes
CUALQUIERA QUE sea el ganador de las pr¨®ximas elecciones, la pol¨ªtica econ¨®mica se va a mover dentro de m¨¢rgenes bastante estrechos, en buena medida porque los dos partidos mayoritarios asumen el marco de convergencia con Europa. Pero tambi¨¦n porque la pol¨ªtica efectivamente desplegada estos dos ¨²ltimos a?os por el Gobierno socialista -m¨¢s o menos influido por el socio catal¨¢n- ha incorporado, algunos de los criterios reclamados por el Partido Popular. (PP), como la devaluaci¨®n de la moneda para favorecer las exportaciones, la rebaja del precio del dinero para reactivar la inversi¨®n y la prioridad otorgada a la contenci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. Y en ¨²ltima instancia, porque el propio PP se ha convencido de que tiene muchas posibilidades de gobernar. y ha introducido un componente de prudencia en sus propuestas.La manifestaci¨®n m¨¢s clara de esa convergencia en el centro es el debate planteado en tomo a la fiscalidad. Al PP se le ha acusado de haberse echado atr¨¢s en su intenci¨®n de rebajar el impuesto, de la renta, condicion¨¢ndolo al ¨¦xito en la contenci¨®n del d¨¦ficit. Es una verdad a medias. Esa condici¨®n ya figuraba en el programa del PP de las elecciones de 1993, cuando tambi¨¦n esperaba ganar. El compromiso era, concretamente, congelar los impuestos durante el primer a?o e intentar bajarlos luego "de manera paulatina a medida que la rebaja del d¨¦ficit p¨²blico lo vaya permitiendo". Pero es cierto que casi de inmediato, una vez confirmado en su papel de partido de oposici¨®n, olvid¨® esas cautelas y pas¨® a exigir -en interpelaciones, mociones o enmiendas presupuestarias- la reducci¨®n de la tarifa del IRPF.
Pero la sensibilidad existente ante el tema, en particular entre las clases medias, ha aconsejado, al PSOE incluir una referencia al objetivo de rebajar la presi¨®n fiscal, tambi¨¦n condicionado al control del d¨¦ficit, sin temor a que ello sea catalogado como una "obviedad solemnizada". Los socialistas tambi¨¦n proponen revisar las desgravaciones fiscales, algo que cargaron a las espaldas del PP en v¨ªsperas de las elecciones locales de mayo. De todas formas, el PSOE se propone mantener las relativas a vivienda, medicinas y cargas familiares, que es donde estaba el debate. Tras algunas vacilaciones -acusaron de defraudadores a quienes se opon¨ªan a su eliminacion-, tambi¨¦n el PP defiende ahora mantener las desgravaciones de m¨¢s contenido social, especialmente por hijos y compra de la primera vivienda.
En fin, tambi¨¦n Anguita ha acusado de plagio a Felipe Gonz¨¢lez por suscitar el tema del reparto del trabajo, una consigna que el coordinador de Izquierda Unida ya defendi¨® en las elecciones de 1993. Esa propuesta est¨¢ siendo discutida en muchos pa¨ªses, pero cuenta con escasas experiencias. Las ¨²nicas conocidas demuestran que puede ser ¨²til como arma defensiva, para evitar despidos, como en la Volkswagen alemana; pero est¨¢ por ver que sirva para crear empleos nuevos sin rebajar la productividad. El programa de IU de 1993 propon¨ªa una redistribuci¨®n de los empleos mediante la implantaci¨®n de turnos de seis horas con salarios no inferiores a las siete octavas partes de la retribuci¨®n anterior. Seguramente no es eso lo que propone Gonz¨¢lez.
El empleo ocupa, en todo caso, el lugar central en todos los programas, y la reducci¨®n del d¨¦ficit es la segunda prioridad entre las planteadas por los dos partidos con posibilidades realistas de gobernar. Sobre lo primero, es tranquilizador el ¨¦nfasis con que los dirigentes populares se comprometen a impulsar el. di¨¢logo social como instrumento para introducir las reformas en el mercado laboral que anuncia pero no precisa. Respecto a las pensiones, Aznar se ha comprometido a respetar el sistema p¨²blico actual. Hace dos a?os, Gonz¨¢lez reproch¨® a Aznar que si manten¨ªa su intenci¨®n de bajar los impuestos no tendr¨ªa m¨¢s remedio que recortar las pensiones. Eliminada expresamente esa reducci¨®n del proyecto popular, los argumentos de su adversario, socialista tendr¨¢n ahora que ser otros. Pronto habr¨¢ ocasi¨®n de comprobar si los tiene.
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