Kobe cicatriza sus heridas

Hiroyo Minami, una invalida de 34 a?os, se ha convertido en la ¨²ltima v¨ªctima del terremoto que asol¨® hace un a?o la ciudad japonesa de Kobe y que se cobr¨® 6.548 vidas. Minami, ha muerto en soledad sin que se enterasen sus vecinos de las casas prefabricadas levantadas por las autoridades de esta elegante urbe portuaria, con m¨¢s de un mill¨®n y medio de habitantes, situada a 500 kil¨®metros al oeste de Tokio caso de Hiroyo es el ¨²ltimo un fen¨®meno particular producido en la regi¨®n de Hanshin, en la zona de Kobe-Osaka-Kyoto tras el se¨ªsmo de 7,2 grados que se registr¨® a las 5.46 del 17 de enero de 1995: la soledad, que ha mermado poco a poco las fuerzas de los m¨¢s d¨¦biles, a los que se agregaron los suicidios por desequilibrios, emocionales. La polic¨ªa ha cifrado en medio centenar los fallecidos en soledad en esta zona a causa del se¨ªsmo. La mayor¨ªa son ancianos o impedidos f¨ªsicos como Hiroyo Minami, que ocupaba una de las casitas del barrio de Kakogawa, sin parientes que la cuidaran ni vecinos que tendieran una mano de ayuda.Kobe conmemoro ayer el primer aniversario de la cat¨¢strofe con numerosas ceremonias a las que asistieron miles de personas, entre ellas miembros de la familia imperial y el nuevo primer ministro, Ryutaro Hashimoto. Su antecesor, Tomiichi Murayama, se enter¨® de la noticia de la tragedia por televisi¨®n en una clara muestra del descomunal desconcierto que las autoridades tuvieron tras el temblor. Las primeras unidades de auxilio del Ej¨¦rcito no actuaron hasta cuatro horas despu¨¦s por problemas. burocr¨¢ticos planteados por la Prefectura de Kobe.

El ta?ido de las campanas, las oraciones, el olor a incienso las llamas de miles de velas, los crisantemos blancos y las ofrendas de alimentos marcaron el triste aniversario. El renacimiento de Kobe, "como el ave F¨¦nix, es la ¨²nica mnanera de ofrecer un verdadero homenaje a las almas" de quienes fallecieron, declar¨®, el gobernador de la provincia, Toshitami Kaihara. La mayor¨ªa d¨¦ los habitantes de la ciudad decidi¨® reunirse el lunes por la noche en una vigilia hasta el amanecer para recordar con sus oraciones la memoria de los familiares desaparecidos. El temblor dej¨® un rastro de 316.000 personas sin hogar y unos da?os globales estimados en unos 96.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 11,5 billones de pesetas). Doscientas mil casas quedaron completa o parcialmente destruidas. Un a?o despu¨¦s, 46.300 familias viven en alojamientos provisionales y alrededor de un millar de personas no han podido todav¨ªa disfrutar de una casa prefabricada y se encuentran instaladas en campamentos.

Las autoridades se enorgullecen de que la regi¨®n ha quedado parcialmente reconstruida en un ejemplo de la eficacia internacionalmente reconocida de Jap¨®n. Sin embargo, tanto expertos nacionales como extranjeros han hecho hincapi¨¦ en las carencias que demostraron los gobernantes sobre la previsi¨®n de una cat¨¢strofe de la amplitud de la de Kobe y para afrontar las necesidades de los siniestrados. En cualquier caso, un mes despu¨¦s del se¨ªsmo el metro de la ciudad volvi¨® a funcionar; y en abril, los trenes de alta velocidad pudieron nuevamente circular tras ser reparados muchos puentes.

La ciudad comienza paulatinamente a recobrar la normalidad. Miles de toneladas de escombros han sido ya retiradas, numerosos edificios se han reparado y otros est¨¢n en fase avanzada de reconstrucci¨®n. Al caer la tarde, el centro de la ciudad vuelve a iluminarse. Sin embargo, abundan por doquier muchos solares y el tr¨¢fico, ca¨®tico de por s¨ª, ha empeorado m¨¢s todav¨ªa ya, qe la autopista que enlaza Kobe con Osaka, la segunda ciudad del pa¨ªs, por la que transitan 100.000 veh¨ªculos cada d¨ªa, sigue aun en obras. Y no hay que irse muy lejos del centro para descubrir los vestigios todav¨ªa evidentes de la cat¨¢strofe. La impresi¨®n que las, autoridades municipales quieren dar de que Kobe ha renacido de las cenizas es puesta en entredicho cuando el visitante se adentra por barrios populares como Kakogawa, Nagata o Nada. La vida ha cobrado impulso de nuevo, pero hay una sensaci¨®n de que la ciudad se ha instalado en un r¨¦gimen de provisionalidad. El Ayunta miento ha prometido un plan de urbanismo para remodelar esas ¨¢reas.