Odio y desconfianza en Mostar
Reaparecen las barricadas entre los sectores croata y musulm¨¢n
La reaparici¨®n de las barricadas entre los sectores croata y musulm¨¢n y la presencia de blindados espa?oles de las fuerzas de la OTAN (Ifor) para reforzar las patrullas de la polic¨ªa de la Uni¨®n Europea (UE) a lo largo de la antigua l¨ªnea del frente en M¨®star son la muestra m¨¢s visible de la tensi¨®n que se respira en la devastada capital de Herzegovina. El odio y la desconfianza entre el Este (musulm¨¢n) y el Oeste (croata) de la ciudad dividida sigue a flor de piel, como en los peores tiempos. La ¨²ltima chispa salt¨® la noche de fin de a?o cuando un joven de 17 a?os de Mostar Este que conduc¨ªa ebrio muri¨® por los disparos efectuados por la Polic¨ªa croata en el sector Oeste. La tensi¨®n fue en aumento los d¨ªas siguientes y el fantasma de la guerra plane¨® de nuevo.Mostar es el bar¨®metro de las posibilidades de ¨¦xito de la Federaci¨®n bosnio-croata. Si la convivencia entre ambas comunidades, hoy separadas por algo mas que el r¨ªo Neretva (2.000 muertos), se impone se habr¨¢ dado un paso de gigante hacia la consolidaci¨®n de la entidad pol¨ªtica entre bosnios musulmanes y croatas. Los recientes sucesos ocurridos no dan pie al optimismo.
Provocaciones, tiroteos, lanzamiento de granadas, tres de ellas de mortero (arma totalmente prohibida por el, acuerdo de Dayton), dos muertos, dos heridos, levantamiento de barricadas, bloqueo de la ciudad, movilizaci¨®n de tropas y m¨¢xima tensi¨®n. Todo sucedi¨® en apenas una semana. Luego vino la lluvia, la tormenta, el Neretva se desbord¨® y los ¨¢nimos se calmaron. M¨¢s tarde llegaron los l¨ªderes pol¨ªticos. De Bonn (Klaus Kinkel), de Zagreb (Mate Granic) y de Sarajevo (Mohamed Sacirbey). Todos pidieron tranquilidad a sus huestes y el gran patr¨®n alem¨¢n, de los croatas se, entiende, se ha puesto por una vez serio con Franjo Tudjman, presidente de Croacia.
Fecha clave
Las gentes de Mostar se preguntan qu¨¦ suceder¨¢ el 21 de enero, fecha clave para el desbloqueo de los tres principales contenciosos entre ambos bandos: la total libertad de movimientos (que tiene que incluir a los hombres en edad militar), la creaci¨®n de una polic¨ªa unificada y la delimitaci¨®n de las fronteras de los distritos de Mostar. El administrador de la ciudad designado por la UE, el alem¨¢n Hans Koschnick, que desde su toma de posesi¨®n (23 de julio de 1994) se ha caracterizado por su pragmatismo y la b¨²squeda est¨¦ril del consenso, tiene ante s¨ª el reto m¨¢s importante de su mandato: como ¨¢rbitro de la situaci¨®n, y ante la falta de acuerdo entre las partes, tendr¨¢ que tomar. una decisi¨®n por decreto si no quiere que Estados Unidos tome cartas en el asunto. En su reciente visita a Zagreb, el presidente Bill Clinton sugiri¨® a su hom¨®logo Franjo Tudjman el arbitraje norteamericano en Mostar ante el fracaso de la Administraci¨®n de la UE. Koschnick ha dicho que dimitir¨¢ si Mostar no vuelve a ser una ciudad unificada.
"Los musulmanes han conseguido Sarajevo, los serbios Banja Luka y los croatas quieren Mostar, a cualquier precio". As¨ª de rotundo se expresa Murray McCullogh, alto representante de la misi¨®n de la UE: "Creer en la reunificaci¨®n de la ciudad cuando se han estado matando hasta fecha reciente era un gran sue?o irreal".
En el ¨²nico de los tres contenciosos enumerados que se ha avanzado algo es en la libertad de movimientos, en vigor para mujeres, ni?os y hombres mayores de 60 a?os desde el 21 de diciembre. El croata Mile Puljic, vicealcalde de Mostar Oeste, echa una carcajada cuando se le pregunta por la libertad de movimientos. "Haremos lo que est¨¦ en nuestras manos el d¨ªa 21, pero no asumiremos ninguna responsabilidad. Me temo que habr¨¢ numerosos. incidentes en el futuro".
Los t¨ªmidos intentos de establecer patrullas de polic¨ªa conjuntas de musulmanes y croatas no han funcionado. Howard Fox, oficial de enlace de la Polic¨ªa europea, describe con iron¨ªa las patrullas conjuntas: "El agente croata en una acera y el musulm¨¢n en la opuesta, y en medio, un veh¨ªculo de la polic¨ªa de la UE". En la delimitaci¨®n de los distritos de Mostar -tres croatas y tres musulmanes en la periferia-, el problema es el centro urbano. Los musulmanes s¨®lo lo conciben unido, mientras los croatas pretenden consolidar la divisi¨®n actual de la ciudad a lo largo de la antigua l¨ªnea del frente. La cuesti¨®n de fondo es que pr¨¢cticamente ninguno de los l¨ªderes croatas de Herzegovina cree en la federaci¨®n con los bosnios-musulmanes. "S¨®lo suspiran por formar parte de Croacia", asegura McCullogh. Safet Orucevic, alcalde de Mostar Este lo dice claramente: "El punto crucial es la autoproclamada rep¨²blica croata de Herceg-Bosna, que seg¨²n el acuerdo de Dayton tiene que desmantelarse el 21 de enero. Veremos si quieren trabajar en la construcci¨®n de la federaci¨®n". "Personalmente, me encantar¨ªa formar parte de Croacia, pero si no es posible tenemos que buscar una soluci¨®n", confiesa el vicealcalde de Mostar Oeste.
Si la soluci¨®n es la Federaci¨®n bosnio-croata, de momento es poco menos que un chiste. Basta escuchar a los l¨ªderes croatas de Bosnia-Herzegovina como Puljic -"aqu¨ª hay dos civilizaciones, los croatas pertenecen a Europa y los musulmanes a pa¨ªses como Arabia Saud¨ª"- o circular por el territorio controlado por las fuerzas croatas. para comprobarlo.
Presencia croata
En localidades como Medjugorje, Caplina, Citluk o Mostar Este pueden verse enormes carteles electorales de los ¨²ltimos comicios en la Rep¨²blica de Croacia pidiendo el voto para Franjo Tudjman. Los croatas de Bosma-Herzegovina votan en Croacia. La moneda no es el dinar bosnio, sino el kuna, divisa de Croacia. S¨®lo ondea una bandera, la croata. Las matr¨ªculas de los veh¨ªculos de Mostar Este incluyen el escudo croata, mientras que los, de Mostar Oeste llevan el de Bosnia-Herzegovina.
De poco ha servido la Administraci¨®n, de la Uni¨®n Europea o (UE) para tender puentes entre ambas comunidades, m¨¢s all¨¢ de la construcci¨®n de tres pasarelas sobre el Neretva, a trav¨¦s de las cuales se puede cruzar el r¨ªo. El alcalde Orucevic dice que durante mucho tiempo los 122 polic¨ªas europeos lo ¨²nico que han hecho en Mostar "es turismo", y el administrador Koschnick ha pasado la mayor parte del tiempo encerrado en el hotel Ero (en el sector croata), sede la UE. Lo que s¨ª ha aportado la, Administraci¨®n europea son ingentes sumas de' dinero para la reconstrucci¨®n de la ciudad, con la peculiaridad de que ha otorgado id¨¦ntica suma al Este que al Oeste, para no herir susceptibilidades, sin reparar que el nivel de destrucci¨®n del Este musulm¨¢n es incomparablemente mayor.
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