Nace un estilo
Desde hace unos a?os en el cine espa?ol (y no ser¨ªa in¨²til indagar por qu¨¦ ocurre esto y por qu¨¦ ahora) hay un goteo de nuevos (y buenos) directores de pel¨ªculas. El festival de Berl¨ªn anuncia dos o tres m¨¢s; y el de Valladolid dio a conocer a Ic¨ªar Bolla¨ªn, hasta ahora actriz y realizadora ocasional de cortos. Su pel¨ªcula Hola, ?est¨¢s sola? obtuvo dos premios; y uno, el de favorita del p¨²blico, hizo que se hablase mucho (y bien) de ella, pues ofrece el s¨ªntoma de inteligencia de la sabida, pero siempre reveladora de verdad, ecuaci¨®n que mide las calidades de un filme por la cercan¨ªa que hay en la pantalla entre lo que se quiere contar y lo que se cuenta. En Hola, ?est¨¢s sola? la ecuaci¨®n funciona: hay proximidad entre lo buscado y lo encontrado, lo que revela madurez en una aprendiza, que compone un relato m¨¢s dif¨ªcil de contar de lo que a primera vista parece y lo hace con mirada propia, de modo que con ella nace un estilo. Es posible (ha ocurrido otras veces) que este indicio se quede en eso, pero algo hay en esta casi artesanal obra que empuja a pensar que es el pr¨®logo de una trayectoria art¨ªstica de pronunciada identidad.Este algo se ve n¨ªtidamente en un rasgo poco frecuente en las primeras obras: desarrollo del relato por su l¨ªnea de mayor resistencia, que es la creaci¨®n y desarrollo de personajes. Bolla¨ªn no cae en el mon¨®logo autobiogr¨¢fico disfrazado, sino que pone en movimiento un mundo que conoce y del que deduce una ficci¨®n en sentido riguroso: no se mira Bolla¨ªn al espejo, no hace autofagia, sino que pone en mar cha aut¨¦nticos personajes (nada hay m¨¢s dif¨ªcil) y son ellos los que se definen a s¨ª mismos, quienes se dan a conocer en comportamientos y di¨¢logos de gran precisi¨®n, frescura, encanto y riqueza, pero no en lo que sobre ellos proyecta de s¨ª misma su inventora. De ah¨ª que, pese a imprecisiones (le faltan al gui¨®n alguna astucia y un poco de sentido de la s¨ªntesis) Hola, ?est¨¢s sola? es obra de una cineasta genuina, que hace cine sencillo pero nada simple, f¨¢cil de ver pero dif¨ªcil de entrever.
Hola, ?est¨¢s sola?
Direcci¨®n: Ic¨ªar Bolla¨ªn. Gui¨®n: Bolla¨ªn y J. Medem. M¨²sica: B. Bonezzi. Fotograf¨ªa: T. Delgado. Espa?a, 1995. Int¨¦rpretes. Silke, Candela Pe?a, Alex Angulo, Elena Irureta, Arcadi Levin. Madrid: Roxy, Canciller, Vaguada, Princesa, Renoir.
Un ejemplo entre muchos: hay un personaje, el padre de Silke, que aparece en la pantalla en una sola escena de arranque. La hija se va de su casa y el padre no vuelve a aparecer, en apariencia. Y digo en apariencia porque, aunque no est¨¦ materialmente, sigue en pantalla, o detr¨¢s de ella; y nosotros seguimos conoci¨¦ndolo a trav¨¦s de quienes le conocen: su hija fugada y su ex rnujer, fugada a?os antes. Un personaje que est¨¢ sin estar, epis¨®dico y no obstante con identidad propia, que se desvela por desvelamiento de otros, que tiene presencia en su ausencia: palabras mayores dichas en susurro. Bolla¨ªn da, en este y otros rincones de Hola, ?est¨¢s sola?, lecciones de conocimiento de la materia que maneja, pues logra representar un personaje mediante su no representaci¨®n, lo que da idea de que posee genuino oficio, virtud b¨¢sica en la trastienda del cine y tan escasa que carecen de ella muchos veteranos de este juego.
Nace una manera de mirar. Hola, ?est¨¢s sola? construye un entramado de personajes tan reconocibles que uno cree volver a verlos cuando los ve por primera vez. Son gente que, gracias al encaje de bolillos del reparto (del que saltan las presencias de tres actrices: Candela Pe?a, Silke y Elena Irureta), se autodefinen de manera que Bolla¨ªn no los mueve, sino parece movida (y conmovida) por ellos. En una pantalla, el tacto de la verdad es siempre conmovedor y este filme arroja verdad por los poros de un relato suave, transparente y libre, en el que no se interfieren los (habituales en una primeriza) apriorismos de laboratorio casero de cin¨¦filo, sino que observa una inmediatez casi documental, lo que multiplica la sensaci¨®n (y la emoci¨®n) de mirada in¨¦dita y la evidencia de una ficci¨®n elevada a verdad.
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