Israel autoriza la vuelta de todos los miembros del Consejo Nacional Palestino

El Gobierno israel¨ª decidi¨® ayer, nada m¨¢s cerrarse las urnas, autorizar la vuelta de todos los miembros del Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento en el exilio), incluido su presidente, Abdel Hamid al Say¨¦. Hasta ahora, Israel se hab¨ªa opuesto al regreso de todos aquellos miembros del CNP opuestos a los acuerdos de paz.

El primer ministro, Sim¨®n Peres, tras felicitar por tel¨¦fono a Yasir Arafat por el "¨¦xito" de los comicios, expres¨® la voluntad de su Gobierno porque participen en los debates para anular de la Constituci¨®n palestina los art¨ªculos que llaman a la destrucci¨®n de Israel, todos los miembros del CNP, incluidos los del "frente de rechazo [a los acuerdos de paz] y los representantes de los extremistas isl¨¢micos".

El CNP tiene 450 miembros, de los que 250 permanecen a¨²n en T¨²nez, seg¨²n la radio israel¨ª. El CNP es la ¨²nica instancia palestina que puede cambiar su Carta Magna. El acuerdo firmado en septiembre entre Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) para la extensi¨®n de la autonom¨ªa a Cisjordania prev¨¦ la anulaci¨®n de los art¨ªculos de la Constituci¨®n palestina que piden la destrucci¨®n del Estado hebreo. Anoche mismo, Peres hizo un llamamiento a Arafaf para que cumpla lo acordado y suprima "en dos meses" esos art¨ªculos.

"El voto de los palestinos muestra que la gran mayor¨ªa de ellos apoya los acuerdos de autonom¨ªa frente a quienes manejan el cuchillo y las bombas", declar¨® Peres.

Pero al israel¨ª de la calle le han interesado poco las elecciones palestinas y los comicios en Jerusal¨¦n Este han causado un evidente malestar. Muchos israel¨ªes se mostraron ayer preocupados por la seguridad y algunos indignados, -5.000 colonos y militantes de extrema derecha se manifestaron en la Ciudad Santa- con su Gobierno por haber consentido los comicios en la zona este de Jerusal¨¦n.

"?Quieren elegir a Arafat? Que lo elijan, es asunto suyo", afirm¨® un vendedor de zapatos de la calle Dizengoff. "Me da igual que voten o que no voten. Nuestros peri¨®dicos hablan demasiado de esto. Lo ¨²nico que quiero es que no haya des¨®rdenes, que no corra sangre, que ning¨²n soldado nuestro resulte herido", coment¨® un se?or bien vestido en el bar de la esquina.

En la tienda vecina una se?ora intervino: "?Quieren elecciones? Pues que les aprovechen. Lo que me parece mal es que hayan votado tambi¨¦n en Jerusal¨¦n, nuestra capital. Peres no lo habr¨ªa debido permitir".

Este ¨²ltimo punto de vista est¨¢ muy extendido y la gente coincide bastante con la tesis de los portavoces del conservador Likud: "Dejar a los palestinos votar en Jerusal¨¦n oriental es reconocer que tienen derechos sobre nuestra capital, es ayudar a los ¨¢rabes a protestar contra la unificaci¨®n de Jerusal¨¦n bajo soberan¨ªa israel¨ª".

En la V¨ªa Dolorosa, en la ciudad antigua de Jerusal¨¦n, hab¨ªa varias fotos de candidatos, incluida la de Arafat, en un muro. Debajo, alguien, probablemente un israel¨ª, dibuj¨® una estrella de David con dos grandes no a los lados para remarcar la oposici¨®n a la votaci¨®n palestina en Jerusal¨¦n.

Lo que m¨¢s ha preocupado e irritado a la gente ha sido el tono cada vez m¨¢s antiisrael¨ª de la campa?a electoral. En los ¨²ltimos d¨ªas, en los carteles de numerosos candidatos, incluso de Al Fatah (la facci¨®n de Arafat), aparece en lugar destacado el mapa de "toda Palestina", que incluye el Estado de Israel.