La tIran?a del H¨¦rcules

La tabla de Segunda Divisi¨®n s¨®lo admite una lectura. Y adem¨¢s, incontestable: est¨¢ el H¨¦rcules, el desierto y los dem¨¢s. La dictadura de los alicantinos comienza a ser desp¨®tica. El devenir de la competici¨®n viene ense?ando detalles llamativos, meritorios incluso. A equipos creados para el sufrimiento les invade un inesperado ¨¦xito. Son conjuntos como el Extremadura o el Legan¨¦s, que no llegan a los 2.000 socios y que viven en estadios donde dif?cilmente caben 6.000 espectadores. Equipos, en definitiva, considerados de esos del ascenso imposible. Pero empe?ados est¨¢n ambos, pese a sus pinchazos de esta jornada, en llevarle la contraria a la l¨®gica.Tampoco el Lleida respeta lo previsto. Hoy por hoy, desciende. Lleg¨® a su banquillo Txetxu Rojo con la pretensi¨®n de huir del desastre. Y desastroso fue su deb¨² en Badajoz (3-1). Bien distinta es la situaci¨®n del Logro?¨¦s, que ayer pis¨® un poco m¨¢s el acelerador en esa fren¨¦tica cruzada que ha emprendido hacia el ascenso, con su delantero goleador Manel como abanderado.

Luego hay conjuntos imprevisibles, de pinta casi esquizofr¨¦nica. El Bar?a, por ejemplo. Todo lo hace a lo grande, para bien y para mal. Empez¨® la Liga comi¨¦ndose el mundo y hoy el mundo amenaza con com¨¦rselo a ¨¦l. Fue el intratable l¨ªder durante diez jornadas y de buenas a primeras se desmoron¨®. Desmoronado sigue. Hace una semana consigui¨® levantarse y derribar al H¨¦rcules, al l¨ªder. El s¨¢bado volvi¨® a caerse, derribado por el Getafe, el colista. Lo dicho, esquIzofr¨¦nico.Fue el del Getafe un triunfo tan enorme como inesperado. Luis ?ngel Duque confi¨®, en sus nuevos extranjeros, los serbios Ljubicic y Batrovic, y la respuesta fue demoledora (0-3 en el Miniestadi). Pero, para demoledor, Morales. No perdona. Siete partidos ha jugado y ocho goles ha metido. Es uno de los 19 fichajes que se ha sacado en seis meses de la manga, y de la cuenta corriente, su presidente el doctor Beltr¨¢n. En alguno ten¨ªa que acertar.

Porque aquello, m¨¢s que una plantilla, parece una manifestaci¨®n. No es extra?o que el vasco Huegun se arrepienta de su aterrizaje en la isla: "Es m¨¢s dif?cil jugar aqu¨ª que en el Athletic", ha declarado. Su entrenador, Man¨¦, no ha tomado, de momento, cartas en el asunto. S¨ª lo ha hecho, en cambio, en el caso de Copado, otro de los nuevos. El hombre lleg¨® con un pendiente en la oreja y lo tuvo que abandonar en el vestuario. "Disciplina de conjunto", se llama la figura.