"Aqu¨ª, san Ant¨®n es algo muy especial"
Por paradojas de la historia, la reina do?a Soria ha r¨ªa gustosa la entrega de los perrillos que el Ayuntamiento de Madrid dona cada a?o por san Ant¨®n. Cuenta el rector -que no p¨¢rroco- de la iglesia de san Ant¨®n, Francisco Mart¨ªnez Villar, que as¨ª lo ha expresado reiteradamente la primera dama de Espa?a, de conocida afici¨®n por los perros, que siempre ha recibido un no por respuesta, debido a los complejos problemas de seguridad que podr¨ªan originarse. La paradoja reside en que la chanza de la aristocracia y de la misma monarqu¨ªa forjan las ra¨ªces populares de los festejos de san Ant¨®n en Madrid.Pregunta: ?Por ese motivo se prohibi¨® la fiesta tantas, veces a lo largo de la historia?
Respuesta: El cinismo frente a la autoridad ha sido uno de los diversos motivos. Hay que tener en cuenta que, en sus or¨ªgenes madrile?os, san Ant¨®n se celebraba con una carrera de cerdos que culminaba en la estatua del ?ngel Ca¨ªdo del Retiro; al cerdo y al porquerizo que ganaban les coronaban reyes.
P. Pero san Ant¨®n no se celebra s¨®lo en Madrid.
R. No, pero en Madrid es algo muy especial, con connotaciones singulares. Es el ensalzamiento del animal, un d¨ªa al a?o, como compa?ero del hombre y como animal de trabajo. La bendici¨®n de los animales y la entrega de alimentos bendecidos llaman la atenci¨®n en muchas partes del mundo.
P. Entonces, en Madrid san Ant¨®n fue una fiesta del pueblo, pero tambi¨¦n de la nobleza.
R. Su origen como la Fiesta del Rey de los Cochinos es popular, los madrile?os de entonces se pitorreaban as¨ª de la autoridad, pero luego lleg¨® a la nobleza, que la ut¨ªliz¨® como escaparate, para presumir. Hoy d¨ªa, es la fiesta de los animales urbanos.
P. Este a?o se formaron colas interminables.
R. Las colas se forman siempre, pero quiz¨¢ este a?o fueron mayores por la curiosidad que suscit¨® el incendio de la iglesia del pasado noviembre..
P. Los tipicos panecillos se agotaron.
R. S¨ª, y eso que hicimos m¨¢s que el a?o anterior, que se vendieron unos 1.300 kilos.
P. Dicen que gracias a una f¨®rmula secreta no se endurecen.
R. No lo dicen, es as¨ª. Ah¨ª -y se?ala una vitrina con varios panecillos- tengo muestras de hace hasta ocho a?os para comprobaci¨®n de incr¨¦dulos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.