El imperialismo virtuoso
"Para empezar, me conformar¨ªa con una Constituci¨®n con un art¨ªculo ¨²nico que estableciera algo as¨ª como 'se proh¨ªbe pretender salvar a Espa?a", parece ser que dijo Dionisio Ridruejo. Pues hay que ver c¨®mo proliferan y renacen continuamente los salvadores. El Papa est¨¢ empe?ado en salvarnos, especialmente de la concupiscencia. Y sus colegas fundamentalistas isl¨¢micos, de la mujer. Afortunadamente, como canta. Chico Buarque, "en el sur no existe el pecado". S¨®lo faltar¨ªa que los pobres y dependientes no pudieran echan una cana al aire de vez en cuando.Otros, adem¨¢s de obsesionarse, con el sexo, est¨¢n dispuestos a combatir hasta la muerte, de los otros, la droga. El virtuoso presidente Menem reclama la pena de muerte para todos aquellos que intervienen de alguna forma en el tr¨¢fico de droga. En un encuentro internacional sobre el tema, despu¨¦s de escuchar su peculiar llamada a la guerra santa, me permit¨ª sugerir que encontraba a faltar la propuesta de instalar hornos crematorios en las c¨¢rceles puesto que es sabido que esta. depuraci¨®n afectar¨ªa a bastantes millones de personas en el mundo. Un jefe de polic¨ªa de Nueva York reclamaba, consecuente consigo mismo, la creaci¨®n de vastos campos de concentraci¨®n en las regiones, des¨¦rticas de EE UU para solaz permanente de los traficantes y consumidores de droga. Creo que los papas moros y cristianos ya se han retratado lo suficiente con ocasi¨®n de las recientes conferencias de Naciones Unidas, especialmente en Pek¨ªn (mujer) y antes en El Cairo (poblaci¨®n). No hay ni mucho menos que tomarse a broma los rugidos intolerantes de este personal maligno. Pero el nivel intelectual del debate es tan m¨ªnimo que aburre contestarles con argumentos. Recientemente le¨ªa intervenciones de los diputados de la mayor¨ªa gubernamental francesa en unas jornadas sobre la familia. Menudos carcamales. Si pudieran condenar¨ªan. al ostracismo social, a todos aquellos que no se declarasen heterosexuales, no estuvieran legalmente casados, no tuvieran todos sus papeles en regla y casi que no rezaran el rosario en familia. ?Y son la versi¨®n culta del PP, es decir, han le¨ªdo libros!.Lo que quiz¨¢ no est¨¦ tan claro es lo que significan nuestros salvadores de la droga. Y no son cualquier cosa. Porque si el Papa est¨¢ decidido a salvarnos del sexo, Estado! Unidos ni m¨¢s ni menos asume el mandato ?tambi¨¦n divino? de salvarnos de la droga. Tanto inter¨¦s protector es sospechoso.Y si no que se lo digan a los colombianos. Un ministro, bien informado, el de Interior, declara lo que todo el mundo sabe. La DEA (departamento antidroga del Gobierno de Estados Unidos) conspira abiertamente contra el Gobierno de Colombia. Otro ministro, bien presionado, el de Relaciones Exteriores, le contradice luego, con la boca peque?a. Y sin embargo es en Estados Unidos donde se decide comprar, o difamar, o matar, a ministros, jueces, periodistas y hasta presidentes colombianos. Es en Estados Unidos donde se realizan los grandes negocios de la droga; por algo son el principal pa¨ªs consumidor. ?Saben ustedes que el consumo de droga por habitante es infinitamente menor en Colombia que en Estados Unidos? ?Se han preguntado alguna vez por qu¨¦ EE UU est¨¢ empe?ado en perseguir traficantes en Colombia, o Panam¨¢, o Per¨², y no en Estados Unidos, donde act¨²an las grandes organizaciones distribuidoras de drogas y nunca se detiene a los jefes?
Un amigo, un brillante periodista colombiano, me dec¨ªa hace unas semanas: "Colombia no es un sujeto de las relaciones, internacionales, sino un objeto.Dependemos de decisiones internacionales y el Gobierno de EE UU decide qui¨¦n debe vivir o morir, hacer negocio o estar encarcelado en Colombia. Es claro que nuestro problema es el narcotr¨¢fico. Ha corrompido nuestra vida pol¨ªtica y ha generalizado la violencia en nuestra vida civil. Pero nosotros no Podemos resolver este problema. Es mundial y sobre todo es de EE UU. En realidad, nuestro problema es que estamos sometidos al imperialismo".
No crean que esta lo dec¨ªa un ide¨®logo revolucionario, sino un destacado intelectual liberal. Se elevaba contra el imperialismo virtuoso que transfiere a otros pa¨ªses sus tragedias internas, c¨®mo su deuda. Algo hay de podrido en Estados Unidos para que sea el mayor mercado del mundo para la droga. Un imperialismo virtuoso que clama contra cualquier propuesta de legalizaci¨®n, la ¨²nica razonable para el cada vez mayor n¨²mero de expertos. Un imperialismo virtuoso que en esto coincide con los jerarcas del narcotr¨¢fico, que quieren tolerancia pero no la legalizaci¨®n, que ser¨ªa el fin del negocio actual.
El presidente Samper, hoy v¨ªctima de una real conspiraci¨®n de la DD (derecha colombiana y DEA yankee), se convirti¨® en non grato hace ya 20 a?os cuando insinu¨® que deb¨ªa legalizarse la droga blanda. Sus m¨¦ritos represivos recientes no lo han salvado. La cuesti¨®n importante no es si en la campana presidencial hubo o no dinero procedente de la econom¨ªa criminal. Algo por lo dem¨¢s no f¨¢cil de controlar cuando esta econom¨ªa est¨¢ expandida en m¨²ltiples sectores de la vida del pa¨ªs. Lo que importa es determinar quien es son los responsables de que esta econom¨ªa exista. Y estos responsables no son ¨²nicamente los que parecen. Los principales responsables est¨¢n muy cerca de los que pretenden imponer su virtuosa hipocres¨ªa desde el imperio del norte.
En realidad, el imperialismo virtuoso utiliza la supuesta virtud de reprimir a medias la droga en el mundo para servir la muy real pol¨ªtica de dominaci¨®n exterior. Ahora ya no toca el- comunismo, hace falta otra cosa.. La cruzada contra la droga es una buena excusa. La falsa virtud es la m¨¢scara. Los adversarios reales no son los narcos. Es un secreto a voces la connivencia entre grandes capos y sectores financieros y policiales en Estados Unidos. Como siempre, el enemigo del imperialismo por virtuoso que parezca es la voluntad de independencia y el af¨¢n de dignidad de los pueblos.
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