Almacenes de odio
Jes¨²s Quintero entrevista a 150 reclusos en 'Cuerda de presos' de Antena 3
Hay un asesino muy peligroso con dos siglos de condena y un libro de Borges en la mesilla de noche. Tambi¨¦n est¨¢ el guardia civil que le aplic¨® su ley de extranjer¨ªa a Lucrecia P¨¦rez, y el mayor criminal de la historia negra de Madrid: un mendigo de 39 a?os que cada noche cargaba su cuchillo de alcohol y locura. Las 35 c¨¢rceles que ha visitado Jes¨²s Quintero para hacer Cuerda de Presos, el programa que se estrena esta noche (23.45) en Antena 3, est¨¢n llenas de criminales famosos, pero tambi¨¦n -o sobre todo- de gente corriente.Lo cuenta Quintero despu¨¦s de haber pasado, como Rimbaud, una temporada en el infierno para entrevistar a 150 de sus habitantes: "Aqu¨ª no s¨®lo hay quinquis, chorizos, rateros, ratas de alcantarilla. Hay tambi¨¦n personas como usted y como yo, que un d¨ªa se equivocaron y tuvieron la desgracia de que los cogieran. El pr¨®ximo que entre por estas puertas puede ser cualquiera de nosotros".
No hay decorado ni banda sonora. S¨®lo dos sillas, una mesa y un vaso de pl¨¢stico, a veces una petaca con algo de whisky; de fondo: celdas y galer¨ªas. La m¨²sica es un estribillo de puertas de hierro que se abren y cierran. Jes¨²s Quintero, nacido hace medio siglo en San Juan del Puerto (Huelva), ha querido evitar la est¨¦tica de los reality show o de los programas policiales al uso. No hac¨ªa falta. Quintero -El loco de la colina que se colaba en los transistores carcelarios tras una m¨²sica de Pink Floyd- ha dejado que los presos hablen.
El m¨¢s peligroso. Juan Jos¨¦ Garfias Rodr¨ªguez es un FIES (Fichados Internos de Especial Seguimiento). O sea, un sujeto peligroso. Un delincuente que ha llegado a sentir tras su nuca el aliento de un centenar de GEOS. Su curr¨ªculo est¨¢ lleno de asesinatos, atracos, motines y fugas. En la c¨¢rcel pinta, ha escrito un libro y ha compartido la celda de castigo con Faulkner y Borges; tambi¨¦n con los cl¨¢sicos griegos : El periodista le ha preguntado si le pesan sus asesinatos: "No. No, porque si no lo hubiese hecho estar¨ªa muerto, mi hermano estar¨ªa muerto, la novia de mi hermano que ven¨ªa con nosotros estar¨ªa muerta. Estoy de acuerdo en que hay situaciones a las que no hay que llegar, pero si se llega no hay filosof¨ªas, es la supervivencia, si el otro tiene un arma y te est¨¢ pegando tiros y t¨² tienes otra arma, el primero que hace blanco es el que vive".
-?Para que sirve la c¨¢rcel?
-Son almacenes de odio.
El asesino de Lucrecia. Luis Merino P¨¦rez mat¨® a la dominicana Lucrecia P¨¦rez con su pistola de guardia civil. Ahora est¨¢ en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, separado de los presos comunes, en el m¨®dulo reservado a los polic¨ªas que un d¨ªa se cambiaron de acera. Es la primera vez que accede a hablar ante un micr¨®fono. Dice que est¨¢ arrepentido.
-?Cu¨¢l era la intenci¨®n cuando cambi¨® el ca?¨®n del arma asesina, la suya por la de su compa?ero?
-Lo acababa de escuchar todo en la radio, al principio cre¨ªa que no hab¨ªa sido yo porque dijeron cuatro encapuchados, cinco tiros, pens¨¦ que no hab¨ªa sido yo, pero luego ya...
-?Se puede olvidar que uno ha matado?
-No. Yo el remordimiento de decir que he matado a sangre fr¨ªa a una persona no lo tengo, pero s¨¦ que esos disparos causaron la muerte a una persona y no se me olvidar¨¢ en la vida.
El peor golpe. Alfredo Evangelista Chamorro fue campe¨®n de Europa de los pesos pesados, y aspir¨® a la corona mundial frente a Cassius Clay. Le aguant¨® de pie los 15 asaltos, pero a?os despu¨¦s no supo cubrirse de la droga. Jes¨²s Quintero lo entrevist¨® en la c¨¢rcel de Carabanchel. Hablaron de boxeo y de droga. Tambi¨¦n de la vida en la c¨¢rcel.
-?T¨² eres violento?
-Yo no.
-?No?
-No, cuando me pegan soy violento nada m¨¢s.
-Cuando te pegan.
-Cuando me pegan.
Son s¨®lo tres ejemplos de una serie que pretende ser, seg¨²n Jes¨²s Quintero, realidad pura: "Yo no quiero hacer espect¨¢culo de la realidad, ni dramatizar los hechos hasta convertirlos en cine malo. Llevaba 15 a?os pidiendo permiso para entrar en la c¨¢rcel. Ni M¨²gica ni Asunci¨®n [los anteriores ministros de Justicia y de Interior] me dejaron; se lo agradezco a Belloch".
Hay sentadas frente a la c¨¢mara mujeres que envenaron a sus propios hijos o quemaron la casa. Un hombre que se hac¨ªa pasar por eurodiputado y otros que capitanearon barcos llenos de coca¨ªna. Tambi¨¦n hay un recluso de 72 a?os que mat¨® a su mujer porque le llam¨® cabr¨®n.
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