Optimismo en el Sal¨®n del C¨®mic de Angulema por el aumento de ventas del sector

ENVIADO ESPECIAL Las palabras crisis y c¨®mic suelen aparecer juntas con mucha frecuencia. Pero este a?o, en Angulema, reina cierto optimismo ante la discreta subida de ventas en el sector durante 1995. Las estad¨ªsticas afirman que a lo largo del pasado a?o la facturaci¨®n super¨® en un 1,5% a la de 1994. No es para echar las campanas al vuelo, pero menos da una piedra. Se vende algo m¨¢s y se edita algo menos: en 1995 la industria francesa del c¨®mic public¨® 481 nuevos t¨ªtulos, frente a los 504 de 1994 y los 765 de 1991. Es decir, las cosas empiezan a mejorar ligeramente, pero a¨²n hay motivos sobrados para seguirse apretando el cintur¨®n.

Eso es lo que han hecho este a?o algunas editoriales francesas que han optado por darle plant¨®n a la edici¨®n n¨²mero 23 del Sal¨®n de Angulema. Dos cl¨¢sicos del sector, Lombard y Dupuis, de. cuyas factor¨ªas salieron respectivamente h¨¦roes de la talla de Blake & Mortimer y Spirou, no se han presentado arguyendo que el festival concede demasiada importancia a autores minoritarios o alternativos. Por su parte, el tambi¨¦n ausente Jacques Gl¨¦nat. parece haber hecho n¨²meros y haber llegado a la conclusi¨®n de que no le tra¨ªa cuenta su siempre monumental espacio en la feria ni los gastos de manutenci¨®n de los 70 u 80 autores de

la casa que sol¨ªa invitar.De todas maneras, los edito res franceses presentes en Angulema son mayor¨ªa. Otro gran cl¨¢sico del sector, Dargaud, cuna de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix, ocupa sus me tros habituales con novedades a medio camino entre el clasicismo y la nostalgia: un nuevo ¨¢lbum del teniente Blueberry, por ejemplo, escrito y dibujado por Jean Giraud, o un lujoso volumen que narra los 30 a?os de vida (1959-1989) de la revista Pilote, piedra angular de la historieta franc¨®fona. ?Vive Dargaud del pasado? Probablemente, pero hay pasados que dan para mucho.Lugar de encuentro.

?Y el fesitival?.?Da de s¨ª el Sal¨®n de Angulema? Hay una postura intermedia entre las de ausentes y creyentes. Para una gran mayor¨ªa de editores de todo el mundo presentes en Angulema, el sal¨®n se ha convertido en una tradici¨®n y en la oportunidad de reencontrarse con amigos y conocidos. Seg¨²n Rafael Mart¨ªnez, director de Norma Editorial, "Angulema da para un fin de se mana muy agradable. La verdad es que el grueso de los negocios se hace o por fax o en la feria del libro de Francfort, pero venir aqu¨ª ya es una instituci¨®n".

El viajero har¨¢ bien en visitar las exposiciones. No est¨¢n mal las de Hermann y William Vance, pero m¨¢s gozosa resulta la de los argentinos Mu?oz.y Sampayo, maestros del relato negro cuyas aventuras del de tective Alack Sinner son bien conocidas del p¨²blico espa?ol. La muestra consagrada al irreverente Philippe Vuillemin (gran premio en 1995 y presidente del jurado en 1996) est¨¢ a tono con lo que se pod¨ªa esperar del autor de Hitler = SS.

Quien esperase una magna exposici¨®n sobre el centenario del nacimiento del c¨®mic se ir¨¢ de Angulema sin verla, pero siempre puede consolarse con la dedicada al pionero de la historieta Rodolphe T?pffer, fallecido hace 150 a?os.

Hoy se fallan los premios de la 23? a edici¨®n del sal¨®n. Entre los propuestos no hay ning¨²n espa?ol.