Las v¨ªctimas del embargo
R?GIS DEBRAY (*) Los firmantes piden el levantamiento del embargo a Irak porque en vez de debilitar a Sadam Husein es un castigo al pueblo iraqu¨ª
"El embargo impuesto a Irak por las Naciones Unidas ha supuesto la muerte de 560.000 ni?os desde el fin de la guerra del Golfo, en febrero de 199 1, seg¨²n indica la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura. (FAO) en un informe hecho p¨²blico el 30 de noviembre de l995". Esta informaci¨®n, publicada de manera poco destacada Por Le Monde del 2 de diciembre de 1995 y EL PA?S del 1 y del 6 de diciembre de 1995, ha pasado aparentemente inadvertida. Al menos, a los ojos de los que habitualmente dan. lecciones en materia de derechos humanos y de los especialistas de la indignaci¨®n selectiva. Si se hubiera dejado morir a 560.000 perros se habr¨ªa visto, con toda seguridad, una aparici¨®n multitudinaria de los capitanes Ara?a que habr¨ªan acudido con sus coplas de denuncia. Y se puede apostar que tal noticia habr¨ªa ocupado la portada de todos los medios de comunicaci¨®n, escritos o audiovisuales. Pero, ?ay!, ?se trata de ni?os iraqu¨ªes! Como se recordar¨¢, los nazis hab¨ªan decidido que el pueblo jud¨ªo pertenec¨ªa a la categor¨ªa racial de los unter-menschen (infrahombres): el holocausto fue la expresi¨®n aberrante de esta visi¨®n del mundo. Nadie osar¨ªa hoy mantener ese alegato a prop¨®sito del pueblo iraqu¨ª, pero ?acaso el resultado no es el mismo? ?No se est¨¢ a punto de consentir un aut¨¦ntico genocidio silencioso del pueblo iraqu¨ª so pretexto de que el r¨¦gimen de Sadam Husein no cumpl¨ªa con las condiciones de la ONU? Un periodista norteamericano ha llevado el cinismo hasta el extremo de sostener que esa situaci¨®n inhumana es imputable a Sadam Husein, quien, de este modo, "transigir¨ªa" con la desaparici¨®n progresiva de su pueblo con el ¨²nico, fin de mantenerse en el poder (Herald Tribune, 28 de diciembre de, 1995). Por lo mismo, se podr¨ªa tambi¨¦n decir que, manteniendo el embargo, el Consejo de Seguridad se hace c¨®mplice de esa actitud ...
El Consejo de Seguridad, sometido a la voluntad estadounidense, declara que no aplicar¨¢ el art¨ªculo 22 de la resoluci¨®n 687 sobre el levantamiento del embargo hasta que Irak no satisfaga todas las cl¨¢usulas de la misma, y, por lo que se refiere al control de exportaciones, que, conforme a la resoluci¨®n 986, este pa¨ªs puede vender una cantidad ]limitada de petr¨®leo. En cuanto a lo primero, las interpretaciones norteamericanas respecto a la resoluci¨®n 687 son tales que en realidad suponen obligar a los iraqu¨ªes a abdicar de cualquier manifestaci¨®n de soberan¨ªa nacional. Es la vieja pr¨¢ctica del mandato, aplicada hace un tiempo por la Sociedad de Naciones y utilizada hoy por el Consejo de Seguridad. Por lo que se refiere al segundo punto, la hipocres¨ªa linda ya con el puro y simple rechazo de las exigencias humanitarias: si Irak puede vender poco m¨¢s o menos mil millones de d¨®lares de petr¨®leo cada tres meses, las retenciones practicadas por la ONU sobre esa suma por diversos conceptos son tales que apenas queda poco m¨¢s de 6,5 d¨®lares mensuales para cada uno de los 20 millones de iraquies.
Hay que plantearse l¨²cida y francamente las siguientes cuestiones:
?Es compatible la posici¨®n norteamericana con los intereses de Europa en Oriente Pr¨®ximo? ?Nos interesa sostener una estrategia que, al alimentar el brasero del integrismo, hace del Mediterr¨¢neo una zona de conflictos, y de Irak, un campo de pruebas de la recolonizaci¨®n del mundo? ?Hay que aceptar el monopolio absoluto de una potencia (Estados Unidos) sobre el principal recurso energ¨¦tico mundial en los pr¨®ximos decenios? En realidad, la estrategia estadounidense no ha variado desde los a?os treinta: se orienta a apropiarse del control de las reservas de petr¨®leo para dominar su precio. De eso depend¨ªan y dependen el futuro del d¨®lar y, por tanto, las relaciones hegemonicas respecto a Europa y Asia. Todos los Estados de esa regi¨®n que escapan al control de EE UU son considerados por Washington como un peligro (Ir¨¢n, Irak, Libia). Por eso, el encarnizamiento con el pueblo iraqu¨ª, al que nunca se acaba de hacer pagar los errores de sus dirigentes, lleva consigo inevitablemente el incremento del odio antioccidental en Irak y el mundo ¨¢rabe.
El Consejo de Seguridad acaba de prorrogar ese embargo por dos meses. Francia, molesta por las consecuencias dram¨¢ticas para el pueblo iraqu¨ª que de ello se derivan, ha pedido el env¨ªo de una delegaci¨®n a Irak para formular un informe. Es irrisorio. No hay nada que justifique el mantenimiento del embargo. Se sabe perfectamente que toda, la producci¨®n de armas de Irak est¨¢ en realidad bajo control del Consejo de Seguridad. Pues bien, nada indica que el Consejo vaya a cambiar de actitud. Adem¨¢s, en Estados Unidos, la campa?a electoral paralizar¨¢ hasta noviembre de 1996 cualquier veleidad de volver a plantear la cuesti¨®n del embargo, sean quienes sean los candidatos.
Quinientos sesenta mil ni?os muertos. desde 1991 suponen m¨¢s de 110.000 cada a?o. Habr¨¢ otros tantos en 1996. Debemos rechazar esa matanza. Apelamos, pues, m¨¢s all¨¢ de las posiciones pol¨ªticas de unos u otros, a intervenir ante los respectivos Gobiernos de la Uni¨®n Europea y del mundo entero para que impongan al Consejo de Seguridad el levantamiento del embargo conforme al art¨ªculo 22 de la resoluci¨®n 687. A falta de obtener esta medida por parte del Consejo de Seguridad y de EE UU, les pedimos que favorezcan las condiciones del levantamiento del embargo por razones humanitarias y que desde ahora mismo las apliquen, puesto que la pretendida amenaza militar iraqu¨ª ya no es otra cosa que un pretexto escandaloso para mantener a todo un pueblo de rodillas.*
es fil¨®sofo y escritor. Firman tambi¨¦n este art¨ªculo Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez, magistrado; Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, abogado; Victoria Camps, catedr¨¢tica de Etica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona; Jean-Pierre Ch¨¦v¨¦nement, ex ministro de Defensa de Francia y diputado por Belfort; Jos¨¦ Antonio Gimbernat, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa; Javier de Lucas, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho; Sami Na?r, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Par¨ªs XVIII; Pedro Ruiz, rector de la Universidad de Valencia; Ram¨®n S¨¢ez, magistrado y presidente de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a, y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, escritor.
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