"La Orquesta Nacional, en busca de una batuta

La Orquesta Nacional de Espa?a arrastra ya tres temporadas musicales sin director titular. Desde el abandono del italiano Aldo Ceccato, en marzo de 1994, los responsables de la primera formaci¨®n musical espa?ola han lanzado al mercado mundial una oferta de trabajo: se busca director titular para la ONE. El momento es dif¨ªcil. El gran mercado musical no conoce el paro y sus titulares tienen las agendas a reventar de aqu¨ª al 2000. Media docena de nombres han sido directamente tocados por los responsables de la ONE, que califican esta b¨²squeda de asunto prioritario y preocupante, pero no obsesivo.

Todav¨ªa en el recuerdo de todos aparecen los a?os de oro de Ataulfo Argenta, director de la ONE desde 1947 hasta su muerte, en 1958. ?l s¨ª que consigui¨® ser el director art¨ªstico al que admiraban sus m¨²sicos. Algo que no tienen ahora y tampoco han tenido en el pasado'. "Lo que quiere un m¨²sico es respetar y admirar a alguien para hacer m¨²sica, que luego recoge el p¨²blico. Los m¨²sicos son muy sensibles y, si cunde el des¨¢nimo en una orquesta y no hay ilusi¨®n, el rendimiento es bajo", dice Alfonso Aij¨®n, empresario musical y profundo conocedor del mundo orquestal a nivel mundial. Es el trabajo continuado de un maestro y el clima de entendimiento y admiraci¨®n con sus m¨²sicos, lo que hace a una orquesta crecer y estar entre las grandes o quedarse en la cuneta. Una orquesta capta enseguida si un director es capaz de hacerla volar. Es un encuentro m¨¢gico, que s¨®lo los grandes, los maestros, son capaces de lograr. Los directores de segunda fila, m¨¢s conocdos como batuteros, no crean este estado de ilusi¨®n.

Un mercado abarrotado

Pero el mercado no est¨¢ para grandes alharacas. No s¨®lo para la ONE, sino para cualquier orquesta. Es verdad que Madrid no es Berl¨ªn o Londres en el plano musical, pero formaciones como la Filarmon¨ªa de Londres o la London Philarmonic tambi¨¦n est¨¢n a la caza y captura de un maestro. Los grandes directores, adem¨¢s de ser titulares de m¨¢s de una formaci¨®n, algo que no pasaba hace a?os, son escasos y no tienen hueco en sus agendas hasta el 2000 para ofrecer conciertos o trabajar como invitados.A Jos¨¦ Vicente Cervera, m¨²sico y director art¨ªstico de la ONE desde enero de 1995, le preocupa, pero no le obsesiona, la b¨²squeda de un titular. "Toda orquesta debe tener un titular, pero si tenemos una buena programaci¨®n y pasan buenos maestros invitados, el problema no es tan acuciante", dice Cervera, quien reconoce que "no hay ni una sola orquesta del mundo que toque lo mismo con un gran maestro que con un director de segunda". Cervera no quiere un virtuoso de la batuta e insiste en la importancia del trabajo diario. que tiene que realizar un director, y no s¨®lo de cara al concierto. El perfil ideal que busca Cervera es el de "un Celibidache o un Sanderling con 20 a?os menos, un maestro con gran seguridad musical y sabidur¨ªa human¨ªstica, que aparque la brillantez del gesto en beneficio de la aut¨¦ntica humanidad y profundidad de la m¨²sica". Es decir, un gran director con tiempo y dispuesto a arremangarse la camisa.

Para Elena Posa, directora general del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM), organismo del Ministerio de Cultura de quien depende la ONE, la b¨²squeda de titular para la formaci¨®n es "un tema delicado". "Hemos mantenido conversaciones con directores, algunos de los cuales han tocado ya con la orquesta, y tenemos media docena de nombres que estamos gestionando, aunque algunos de ellos no est¨¢n disponibles", dice Elena Posa, quien considera "important¨ªsimo" que la ONE se dote de un titular a medio plazo. Al igual que Cervera la directora del INAEM insiste en contratar a un maestro dispuesto a trabajar muchos meses con la orquesta.

Aunque los directores invitados son importantes para el trabajo de la ONE, no dejan demasiado poso. ?Por qu¨¦ se va a enfrentar a una orquesta un director que viene un par de semanas? Lo normal es que les diga a los m¨²sicos que toquen bien y se evitan problemas y pr¨®ximos contratos. Quiz¨¢s es demasiado tarde, opinan los expertos. Hay crisis de directores y cada vez hay menos j¨®venes con verdadero talento. Nombres como Claudio Abbado, Giulini, Celibidache o Zubin Mehta, que tocaron con la ONE en la ¨¦poca dorada de Argenta y de la gerencia de Antonio de las Heras cuando eran s¨®lo dignas promesas, est¨¢n m¨¢s que solicitados. Tal y como est¨¢ el mercado, hay muchos que opinan que lo mejor ser¨ªa lanzarse al riesgo y buscar esa joven promesa que sepa conectar con la orquesta y fructificar, con ella.