Colombia busca una salida digna para el presidente Samper
Buscar una salida digna al presidente Samper; ¨¦sta parece ser la consigna del momento en Colombia. Con este fin se realizan reuniones pol¨ªticas de todo tipo. Muchos desvelos ha costado ya la b¨²squeda de esta f¨®rmula m¨¢gica que acierte en el punto medio entre las dos posibilidades extremas que ha planteado el mismo presidente. "De palacio salgo con la frente alta o muerto" es la frase repetida por Samper desde que se le acus¨® de haber recibido dinero de la droga.
A esto apuntan los editoriales y las columnas de opini¨®n de la mayor¨ªa de los grandes peri¨®dicos: que se coloque al pa¨ªs por encima de los personalismos; que el presidente -como se lo pidi¨® ya el Nobel Garc¨ªa M¨¢rquez se serene y obre con sensatez. Esta crisis, dice el editorial de El Espectador de ayer, "requiere del mayor inculpado de los sucesos un patri¨®tico acto de desprendimiento personal".Noem¨ª San¨ªn, ex embajadora en Londres y aspirante a la presidencia, resume as¨ª lo que puede ser la salida digna: "La retirada del presidente, sin que eso signifique reconocimiento de culpa". Una especie de verdad y perd¨®n para el primer mandatario. El meollo de la f¨®rmula es que Samper no salga del palacio a la c¨¢rcel. Algunos plantean tambi¨¦n que Samper salga con su equipo pol¨ªtico, pero que se mantenga el plantel econ¨®mico y social. As¨ª se garantizar¨ªa continuar -o, mejor, empezar- la pol¨ªtica de "apertura con coraz¨®n" prometida por Samper, y que no ha podido cumplir, pues su gesti¨®n se ha limitado casi a labores de "autodefensa".
Los contactos pol¨ªticos buscan tambi¨¦n establecer v¨ªas de comunicaci¨®n que permitan el di¨¢logo tranquilo entre los conspiradores y los defensores del Gobierno. Un di¨¢logo que logre que los unos dejen de ser vistos como los comepresidentes y los otros como los testarudos que s¨®lo saldr¨¢n de palacio a balazos. Por ¨²ltimo, lo que se busca es evitar un enfrentamiento en un pa¨ªs especialmente violento y apasionado como Colombia.
Una muestra de esa violencia que a¨²n pervive se dio ayer en un barrio del norte de Bogot¨¢, cuando un pistolero no identificado dispar¨® tres tiros sobre Felipe L¨®pez, ex coordinador de la Fiscal¨ªa General de Colombia en Cali. L¨®pez, que se retir¨® hace un a?o, muri¨® a causa de las heridas. Este es el primer asesinato despu¨¦s de la aparici¨®n, hace unos d¨ªas, de una nueva oleada de amenazas de muerte.
La otra violencia que emerge es la del enfrentamiento civil. "Jugar con la lucha de clases es arrojar gasolina a un barril de llamas", se lee en el editorial de El Tiempo de ayer. En p¨¢gina interior, este mismo diario, uno de los dos m¨¢s importantes del pa¨ªs, publica un anuncio pagado por un sindicato nacional: "Colombianos, con nuestro trabajo, por nuestra dignidad y en defensa de la soberan¨ªa nacional. ?El modelo neoliberal no pasar¨¢!" En el norte de Bogot¨¢, donde vive la clase pudiente, cada vez son m¨¢s los anuncios en las ventanas donde se lee "renuncie".
Unos recuerdan que el neoliberalismo le cost¨® mucho al pa¨ªs; hizo m¨¢s pobres a los pobres en una naci¨®n donde, de 34 millones de habitantes, 17 millones viven en condiciones de miseria. La otra verdad recordada estos d¨ªas por los columnistas es que Samper no se mantiene en el poder por los pobres, a los que predica defender; se mantiene gracias al apoyo del grupo econ¨®mico m¨¢s importante del pa¨ªs, el grupo Santo Domingo.
Ayer, en una entrevista concedida al diario El Espectador, el presidente se mostr¨® m¨¢s flexible. Afirm¨® que no hay fisuras con el vicepresidente Humberto de la Calle, cercano al bando de los neoliberales. Afirm¨® el presidente que su situaci¨®n no est¨¢ tan mal como dicen sus cr¨ªticos. "Tal vez sea eso lo que les lleva a pensar que, por el hecho de que yo diga que tengo una relaci¨®n de car¨¢cter personal y pol¨ªtica con el doctor De la Calle, le estoy haciendo da?o".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.