La rumba y el "ra?" de Barrio Chino unen los dos lados del Mediterr¨¢neo
La rumba, el ra? argelino, la m¨²sica andalus¨ª o la salsa forman parte del c¨®ctel sonoro de los marselleses Barrio Chino, que llegan hoy a la sala Surist¨¢n. Esta agrupaci¨®n multirracial recoge la herencia de las culturas que han alimentado durante siglos el Mediterr¨¢neo, los aromas de un sal¨®n de t¨¦ del Magreb, la bruma de las viejas calles, el griter¨ªo de los bares de los puertos. Notas gitanas, moras, negras, latinas, las de los ¨²ltimos n¨®madas que han encontrado en la emigraci¨®n la puerta de sus esperanzas.
Los barrios m¨¢s humildes de las ciudades costeras mediterr¨¢neas o de las grandes capitales de los pa¨ªses ribere?os se han ido llenando de gentes de diversas razas, religiones e ideolog¨ªas en busca de la tierra prometida, capaces de todo para sobrevivir. Hasta de China han llegado en masa, y por eso a muchas de esas vecindades se les ha llamado barrios chinos.Desde esa amalgama, los. hermanos Aniorte -Gil, el guitarrista y cantante, autor de la mayor¨ªa de las canciones, y Denia, la voz femenina que le ayuda a componer- se juntaron en Marsella con otros inquietos m¨²sicos en 1992 para formar Barrio Chino. "Somos pieds noires (pies negros) ", dice Denia, la portavoz del grupo, "porque somos hijos y nietos de espa?oles, italianos, tunecinos, marroqu¨ªes y franceses que emigraron por el norte de ?frica y regresaron a Marsella despu¨¦s de las guerras y la p¨¦rdida de las colonias. Por eso nuestra m¨²sica recoge las ra¨ªces del pasado, pero mirando al futuro".
Con la rumba y la salsa como base, a los Aniorte se les a?adi¨® el italiano Patrick Cascino como teclista y arreglista, y los otros cinco m¨²sicos por pura casualidad: "Nos juntamos casi sin pensarlo porque ten¨ªamos las mismas inquietudes", sigue diciendo Denia, "y lo primero que nos sali¨® fue un viaje a China, la m¨¢s lejana de nuestras ra¨ªces, pero que nos sirvi¨® para analizar nuestra m¨²sica y reafirmarnos en ella y dejar las puertas abiertas a todo tipo de influencias".
Amantes de los tugurios y los bares de los puertos, a los miembros de Barrio Chino les gustar¨ªa que en cada ciudad se repitiera el ambiente de esos flecos que las calles meten en el mar. "Nos gusta la vida, y en los puertos mediterr¨¢neos suele haberla a raudales. Madrid, a su manera, es una ciudad portuaria, llena de contrastes, hay pobres y ricos y encuentras desde lo m¨¢s sencillo a lo m¨¢s sofisticado. Malasa?a podr¨ªa ser su barrio chino. Es muy vitalista, hay j¨®venes y viejos, ni?os y se?oras, bares llenos de vida. La actividad fren¨¦tica que nos inspira".Sus canciones hablan del Che, los gitanos, Or¨¢n, Barcelona y sus ramblas y, por supuesto, de Marsella. "Amamos la rumba, y Radio Tarifa o La Barber¨ªa del Sur podr¨ªan ser los grupos espa?oles que m¨¢s se acercan a nuestro estilo".
Barrio Chino act¨²a hoy y ma?ana en Surist¨¢n (Cruz, 7; metro Sol y Sevilla), a las 23.30. 500 pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.