Los herederos pagan el error judicial

Aquel que se llame Jos¨¦ Parrado Gonz¨¢lez, que empiece a buscarse un buen abogado si quiere salvaguardar sus propiedades. ?ste es el mensaje que lanzaba ayer Mari Luz, vecina de Coria del R¨ªo (Sevilla), a la que llevar esos apellidos ya le ha costado una crisis psicol¨®gica y una orden de desahucio sobre la casa que hered¨® y en la que vive. Todo empez¨® en 1989, a ra¨ªz de un procedimiento ejecutivo del Consorcio Nacional del Leasing (CNL) contra uno de sus deudores, llamado Jos¨¦ Parrado Gonz¨¢lez. La demanda prosper¨® y un juzgado de Barcelona resolvi¨® actuar sobre la vivienda del Jos¨¦ Parrado ciudadano de Coria. La casa fue finalmente subastada. Sin embargo, las matem¨¢ticas demuestran que se trat¨® de un "inmenso error judicial". Pese a la coincidencia de nombre y apellidos, es imposible que Parrado el de Coria pudiera cometer tropel¨ªa alguna en 1989. Hac¨ªa cinco a?os que Jos¨¦ Parrado estaba en la tumba.Mari Luz Parrado G¨®mez, de 46 a?os, la hija menor del fallecido, dice estar viviendo uno de los momentos m¨¢s amargos de su existencia. Seg¨²n recuerda, su padre logr¨® hacerse, gracias a sus ahorros, con dos solares en Coria del R¨ªo. Poco a poco, Iadrillo tras ladrillo", logr¨® levantar dos viviendas, una en la calle de la Carne, actualmente ocupada por sus hermanos, y otra en Doctor Fleming, donde vive Mari Luz junto a su marido, alba?il de profesi¨®n, y sus tres hijas.

Mari Luz no tiene estudios. Por falta de recursos y por problemas de transporte, ya que el cortijo donde resid¨ªa en su ni?ez distaba bastantes kil¨®metros de la escuela, lo ¨²nico que aprendi¨® fueron Ias cuatro letras" que por las noches le ense?aba el tractorista de la finca. No obstante, y pese a sus carencias, en pocos d¨ªas ha conseguido ponerse al tanto de un vocabulario administrativo que hace apenas unos d¨ªas le era totalmente desconocido. Aunque de pocas palabras, salvo para lamentarse por su infortunio, muestra un fajo de papeles originales y de fotocopias, incluido el carn¨¦ de identidad de su padre, muerto en 1984, a los 66 a?os, de c¨¢ncer. Y para concluir, afirma con rotundidad: "Lo que est¨¢ claro es que mi padre no ha resucitado para robarle un duro a nadie".

La familia Parrado se enter¨® del problema por casualidad. A finales del pasado a?o, tras la muerte de su madre, los tres hermanos iniciaron la partici¨®n de los bienes que hab¨ªan heredado. En plena tramitaci¨®n, sin embargo, se encontraron con una sorpresa que no esperaban. Varios vecinos se acercaron por su casa, advertidos "por no se sabe qui¨¦n", de que la vivienda de la calle del Doctor Fleming estaba en venta. Ante las reiteradas visitas, pensaron que lo mejor ser¨ªa visitar al notario que tramitaba la repartici¨®n, quien en su presencia hizo varias llamadas al Registro de la Propiedad. At¨®nitos, recibieron la mala noticia: su casa no s¨®lo estaba embargada por orden del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 22 de Barcelona, sino que ya hab¨ªa sido adjudicada en subasta en septiembre de 1.995 por un precio de 3,5 millones de pesetas.

Los abogados de Mari Luz Tarrado, del bufete Llano y Mu?oz, indican que todo ha sido producto de un error judicial y muestran su confianza en que finalmente habr¨¢ una rectificaci¨®n en favor de sus clientes. Sin que nadie se lo explique, el juzgado actu¨® contra las propiedades de Jos¨¦ Parrado Gonz¨¢lez pensando que se trataba del vecino de Coria del R¨ªo, cuando en realidad parece que buscaban a un primo de ¨¦ste, residente en la cercana localidad de Puebla del R¨ªo. Eso s¨ª, nadie debi¨® percatarse en el juzgado de que los n¨²meros del carn¨¦ de identidad eran diferentes.

"Aunque parezca mentira, nadie comprob¨® si los datos de esta persona correspond¨ªan con los del fallecido cinco a?os antes de que los acreedores iniciaran el procedimiento ejecutivo", afirma Juan Manuel Llano, uno de los abogados. Cuando las cosas queden aclaradas, la familia Parrado tiene previsto reclamar los da?os causados, aunque insisten en que, pase lo que pase, "de esta casa no nos sacan ni a tiros".

Para la familia Parrado se trata del segundo susto. En 1990 ya se realizaron tr¨¢mites para embargar las propiedades de Jos¨¦ Parrado Gonz¨¢lez porque deb¨ªa cuotas a la Seguridad Social de los a?os 1985, 1988 y 1989, es decir, siempre de a?os posteriores a su fallecimiento. Este problema qued¨® resuelto. Ahora, sus descendientes pugnan por resolver el actual por la demanda de CNL. Esta sociedad pas¨® a control de Javier de la Rosa en 1991, a?o en que la cartera de leasing pas¨® a la sociedad Unileasing, del Banco Hispano.