L¨¦ches y pa?ales
Como presidente de Idelco (Instituto de Estudios de Libre Comercio) y representante de los consumidores que somos, me felicito de la victoria que hemos obtenido las madres lactantes y ancianos incontinentes al terminar con el estanco de que gozaban las farmacias en materia de leches maternizadas y pa?ales absorbentes. Lo digo todo en primera persona del plural por la solidaridad que me une con la gran masa municipal y espesa despreciada y detestada por los instalados en el poder.Recuerdo que en un programa de Mercedes Mil¨¢ en la televisi¨®n, la dirigente izquierdosa de una asociaci¨®n de consumidores, enfurecida por que me atrev¨ª a defender el derecho de los clientes a acordar libremente con los tenderos las horas que m¨¢s conviniesen a ambas partes para, hacer sus tratos, me increp¨® con la afirmaci¨®n sorprendente de: "?Usted ni es consumidor ni es nada!".
Pues ch¨ªnchense, representantes de los poderes establecidos, monopolios legales, gremios seculares y grupos de presi¨®n: consumo, luego existo, o viceversa.
Por vocaci¨®n de muchos a?os, soy comprador del domingo, madre trabajadora, farmac¨¦utico en paro, enfermo de la tercera edad, obrero sin empleo, inmigrante marroqu¨ª, futuro jubilado: defensor en suma de todos los que querr¨ªan beneficiarse de la rivalidad de los fabricantes y suministradores, del servicio de los funcionarios, de la imparcialidad de los legisladores, de la justicia de los magistrados, para obtener lo mejor y m¨¢s barato que la sociedad podr¨ªa ofrecerles, si los enemigos de la libre competencia lo permitieran. El Consejo de Ministros del 19 de enero de 1996 aprob¨®, con el informe favorable del Consejo de Estado, la venta de leches maternizadas en toda clase de establecimientos comerciales, incluidas las farmacias.. Se espera que los precios de esos productos caigan un 30% por t¨¦rmino medio. Como van herm¨¦ticamente cerrados, con la garant¨ªa de los fabricantes y la inspecci¨®n de Sanidad, la calidad no tiene por qu¨¦ deteriorarse. ¨²nicamente faltar¨¢ el "deber¨ªa usted darle el pecho, se?ora" consejo que, como sabemos, siempre da a las madres el mancebo de farmacia. Esto ha enfurecido al gremio de farmac¨¦uticos. Anteriormente, el Consejo del 12 de enero decidi¨® que los Centros de Salud pudiesen repartir a los jubilados pa?ales de incontinencia para adultos y otros 23 efectos sanitarios de forma gratuita como est¨¢ mandado y tambi¨¦n se reparten en farmacia. El presidente del Colegio de Farmace¨²ticos de Barcelona ha calificado tal medida como otra muestra de la "pol¨ªtica de agresi¨®n continuada" del Ministerio contra las oficinas de farmacia y ha acusado a la digna se?ora ministra ?ngeles Amador de "electoralismo y populismo". Sin duda teme que ¨¦ste sea el principio ' del fin del generoso margen de beneficio del 29% que las oficinas de farmacia tienen garantizado sobre los productos sanitarios que venden.
La cuesti¨®n, diga lo que diga el profesor de arboricultura Tamames, est¨¢ en que la limitaci¨®n del n¨²mero de farmacias crea para quienes regentan una oficina una sabrosa renta de situaci¨®n. No es imprudente, por ejemplo, calcular que la ciudad de Tres Cantos, cercana a Madrid, gasta por encima de los 1.500 millones de pesetas anuales en medicamentos y parafarmacia, de los que podr¨ªan vivir 20 o 25 farmace¨²ticos muy dignamente. Pues bien, el n¨²mero de oficinas est¨¢ limitado a tres. De una de esas tres es titular el presidente del Colegio de Farmace¨²ticos de Madrid, que la explota pero no puede dedicarse a ella, pues se debe al Colegio, del que adem¨¢s tiene derecho a cobrar hasta un 2,5% del presupuesto anual.
Como ven, la mayor¨ªa consumidora empieza a pesar en las decisiones de los pol¨ªticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.