Dilemas electorales
Las elecciones del pr¨®ximo d¨ªa. 3 colocan a los espa?oles en no pocos dilemas, si bien el primero, por supuesto, afecta al eventual ganador. Lo que las encuestas electorales dicen casi a gritos es que el PP va a ganar gracias al PSOE. Lo normal ser¨ªa que el PSOE perdiera gracias al PP o, mejor a¨²n, que ¨¦ste ganara por sus propios m¨¦ritos. Pues no, el PP va a ganar en virtud de los numerosos dem¨¦ritos del contrario. De modo que, al igual que en el refer¨¦ndum de la CITAN los espa?oles quer¨ªamos (es plural mayest¨¢tico) permanecer dentro de la organizaci¨®n pero con nuestro voto en contra, ahora los espa?oles queremos que pierda el PSOE pero con nuestro voto a favor; o m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, queremos que pierda el PSOE, pero no que gane el PP. Este dilema (versi¨®n electoral de algo tan espa?ol como es no cambiar jam¨¢s de opini¨®n) no tiene soluci¨®n y por ello, a medida que avanza la campa?a y madura la conducta electoral (y al igual que ocurri¨® a medida que avanza la campa?a pro-OTAN) desciende el voto del PSOE y asciende relativamente el del PP. De modo que no debe descartarse. la eventualidad de que el PP (gracias a D'Hont y al PSOE) supere la barrera de los 175 diputados.Pero entonces topamos con el segundo dilema. Los espa?oles salimos escaldados de las mayor¨ªas absolutas y decidimos en 1993 que, a¨²n creyendo en el "cambio del cambio", ¨¦ste deb¨ªa hacerse con mayor¨ªa relativa. No obstante, la experiencia de esos tres a?os tampoco ha sido satisfactoria. La ¨²nica posible alianza del PSOE ha sido CiU, de modo que docena y media de votos han hecho y deshecho mayor¨ªas al albur de sus concretos intereses. Ello es legal y leg¨ªtimo, qu¨¦ duda cabe, pero los intereses del catalanismo de derechas no son necesariamente los de los espa?oles. Y la prueba es que CiU no se ha atrevido a aprovechar la oportunidad hist¨®rica de reconciliaci¨®n nacional que se le brindaba asumiendo p¨²blicamente responsabilidades de Gobierno como era su deber democr¨¢tico si quer¨ªa (y vaya si quer¨ªa) gobernar. El resultado del apoyo sin colaboraci¨®n o de la colaboraci¨®n sin participaci¨®n, en definitiva, del Gobierno sin responsabilidad, ha sido malo tanto para CiU como para el PSOE. Y desde luego tampoco ha sido bueno para los votantes. Que no se equivoque Pujol: la mala imagen que Catalu?a puede tener en el resto de Espa?a (y habr¨ªa que matizar mucho esta afirmaci¨®n del presidente de la Generalitat) se debe tanto a esa cicatera actitud de CiU como a la eficacia agresiva del PP.
As¨ª pues, hace falta una mayor¨ªa que pueda gobernar sin sobresaltos y eso parece conducir a una mayor¨ªa absoluta.
Y entonces llegamos al tercer y ¨²ltimo dilema. Pues una cosa es huir del PSOE y otra caer en manos del PP. Y me nos cuando no sabemos si ¨¦ste es de centro (como dice ser) o de derechas (como es en gran medida). Con lo que emerge la pregunta de mi ¨²Itima columna: ?Cu¨¢l es el resultado electoral que puede ayudar al PP a continuar su aproxima ci¨®n al centro? ?C¨®mo hacer. que el PP se vea forzado a gobernar en clave centrista o liberal? La respuesta es inmediata: no d¨¢ndole la mayor¨ªa absoluta, pues ¨¦sta significa, de una parte, que ha finalizado esa renovaci¨®n lo que fortalece su ala derecha, hasta ahora acallada por exigencias electorales. Pero sobre todo, significa que no necesita ya continuar ganando votos de centro de cara a las pr¨®ximas eleciones, ¨²nica exigencia que puede obligar al PP a gobernar "centrado" ante el temor a un descalabro futuro. De modo que la mayor¨ªa absoluta del PP podr¨ªa desequilibrar ¨¦ste en contra de Aznar y su equipo, que habr¨ªan hecho el papel de caballo de Troya de la derecha de siempre.
. En resumen, los espa?oles debemos rizar el rizo el d¨ªa 3. Debemos conseguir que pierda el PSOIE. pero sin que el PP acabe de ganar. Debemos conseguir que ¨¦ste obtenga una mayor¨ªa de gobierno, pero no una mayor¨ªa absoluta. Debemos conseguir que gane la derecha pero de modo y manera que se fortalezca el centro. ?La soluci¨®n al enigma? alrededor de 170 diputados para el PP ser¨ªa un excelente resultado. M¨¢s de 175 es demasiado; menos de 165 es muy poco. De momento, las encuestas parecen decir hegelianamente que lo racional puede ser tambi¨¦n real.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.