ARTE COMPROMETIDO
Que los artistas tienen sus propias reacciones y pautas de comportamiento que difieren de las del resto de los mortales es algo sabido. Si alguna duda quedaba, ¨¦sta qued¨® categ¨®ricamente desmentida en el vernissage de la exposici¨®n denominada Interpol, que tuvo lugar el pasado viernes en Estocolmo. Uno de ellos, el ruso Oleg Kulik, irrumpi¨® en la sala emergiendo por el agujero de una caseta de perro, completamente desnudo y encadenado, caminando a cuatro patas y tan pose¨ªdo de su papel que atac¨®, mordi¨¦ndola, a una visitante. Ante la evidencia de la agresividad del perro, los responsables de la muestra optaron por llamar a la polic¨ªa, que lo tranquiliz¨® espos¨¢ndolo con las manos a la espalda, desnudo como estaba. Minutos m¨¢s tarde, otro expositor, el tambi¨¦n ruso Alexandr Brener, ya actuaci¨®n asta el momento hab¨ªa consistido en stigar incansablemente una bater¨ªa, se vio de pronto pose¨ªdo por una especie de furia y arremeti¨® contra la obra de otro artista, el chino Wenda Gu, destroz¨¢ndola completamente. La obra consist¨ªa en grandes cortinas tejidas con cabellos que el chino hab¨ªa coleccionado pacientemente durante a?os en distintos pa¨ªses. Lejos de enfurecerse por la destrucci¨®n de su obra, Gu reaccion¨® filos¨®ficamente, y, compareciendo con su agresor en una conferencia de prensa posterior, dijo: "Mi obra es tan hermosa que ¨¦l [el ruso] se sinti¨® obligado a destruirla. Su acci¨®n", agreg¨®, "refleja el tipo de la sociedad de que procede y la desesperaci¨®n en que viven los artistas rusos en la actualidad. Yo siento pena por ¨¦l", dijo finalmente. En el primer momento, los organizadores pensaron en suspender la muestra, pero como ¨¦sta incluye toda forma de expresi¨®n de los expositores, se consider¨® que las mencionadas reacciones eran parte de ella. A trav¨¦s de un monitor, el p¨²blico visitante podr¨¢ ver las inusuales manifestaciones de ambos artistas.
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