Las promesas populistas de Yeltsin en v¨ªsperas electorales agravan los desajustes en Rusia

Las promesas populistas del l¨ªder ruso, Bor¨ªs Yeltsin, en v¨ªsperas de las elecciones presidenciales han comenzado a provocar desajustes en el presupuesto de la naci¨®n y han colocado a los responsables financieros del Estado ante la disyuntiva de aceptar una nueva espiral inflacionista y la congelaci¨®n de las reformas econ¨®micas en curso o resistirse a las presiones del presidente, cosa que les puede costar sus respectivos cargos.

Entre los muchos compromisos que Yeltsin ha adquirido en las ¨²ltimas semanas ante sus posibles electores figuran el aumento de las pensiones de jubilaci¨®n y de las becas estudiantiles, la asignaci¨®n de recursos para la reconstrucci¨®n de Chechenia, la creaci¨®n de un fondo para amortizar las deudas en concepto de salarios y la entrega gratuita de terrenos a quienes se trasladan de las zonas del norte a otras regiones rusas.Yeltsin dif¨ªcilmente podr¨¢ respaldar sus promesas sin recurrir a nuevas emisiones, que el Banco Central parece dispuesto a resistir. El Ministerio de Finanzas ha dado muestras d e preocupaci¨®n ante la avalancha de gastos que se avecinan. Esta preocupaci¨®n quedaba reflejada ayer en las declaraciones al diario Izvestia de Alexandr Smirnov, director general de Tesorer¨ªa del Ministerio de Finanzas. Smirnov revel¨¦ que el jefe del Gobierno, V¨ªctor Chernomirdin, hab¨ªa pagado a, los mineros en huelga con dinero destinado a las regiones.

Al problema de las promesas electoralistas se suma la incapacidad del Kremlin para hacer que los ministerios y los gobiernos regionales destinen los, recursos a los fines para los cuales han sido asignados. El gran problema de los impagos de salarios se debe no s¨®lo a las limitaciones presupuestarias, sino a que las transferencias salariales son utilizadas para otros fines por las empresas que experimentan una grave crisis econ¨®mica.

El asesor econ¨®mico presidencial, Alexandr Livshits, anunci¨® ayer que la Administraci¨®n castigar¨¢ a quienes no paguen los salarios.

El Ministerio de Defensa, el de Interior y el Servicio Federal de Seguridad, por su parte, mantienen una "actitud extremadamente negativa" ante la fiscalizaci¨®n estatal de sus finanzas, se?alaba Smirnov. Defensa, se?alaba, no paga las n¨®minas, a pesar de haber recibido los fondos para ello.

Ante la inutilidad de esclarecer el destino de las n¨®minas militares, Chernomirdin se ha visto obligado a dar una orden que somete al Ministerio de Defensa, al del Interior y al Servicio Federal de Seguridad a un sistema de tesorer¨ªa estatal. Seg¨²n Smirnov, varias rep¨²blicas y regiones de. Rusia, incluida la ciudad de Mosc¨², se niegan a aceptar la fiscalizaci¨®n de una tesorer¨ªa del Estado "por razones pol¨ªticas".