La virtud pol¨ªtica

La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid Esperanza Aguirre, reci¨¦n nombrada miembro de la ejecutiva del partido que preside el se?or Aznar, en su peri¨®dico del s¨¢bado 20 de enero, p¨¢gina 16, y a la pregunta "si le ofrecen un precio m¨¢s barato a cambio de no darle factura, ?le parece un buen trato?", responde: "Pues no, porque, corno todo el que est¨¢ en pol¨ªtica, hay que ser muy escrupuloso con ese tipo de cosas. Y, al final, eso lo acabar¨ªa sabiendo un periodista".Esto es a lo que yo llamo una doctrina bien pobre de la virtud pol¨ªtica: se pagan escrupulosamente los impuestos no porque sean necesarios o justos, o porque pagarlos sea la obligaci¨®n de todo ciudadano, sino porque resulta conveniente desde la particular posici¨®n del que "est¨¢ en pol¨ªtica" y puede ser descubierto si no lo hace. Se deduce entonces que el lector o mero votante de esta se?ora, y si no se dedica profesionalmente a la pol¨ªtica, puede ser menos

escrupuloso en seg¨²n qu¨¦ asuntos fiscales, y que hasta ella misma, si dejara su cargo, ver¨ªa de diferente forma su obligaci¨®n legal de contribuir al erario p¨²blico, pues parece ser adecuada a la condici¨®n natural de los ciudadanos normales no pol¨ªticos. Entiendo que esa doctrina resulte agradable para cierto grupo de ciudadanos a los que resulta muy c¨®modo llamar ¨¦tica a eso que les falta a los pol¨ªticos, y corrupci¨®n a eso que hacen los pol¨ªticos; cuando son descubiertos, algo contra lo que ellos est¨¢n, por alguna raz¨®n, milagrosamente vacunados. Pero a m¨ª me parece que son estas superposiciones, a las que da cr¨¦dito la teniente de alcalde con sus declaraciones, y en particular la distinci¨®n entre los que est¨¢n y no est¨¢n en pol¨ªtica, las que son en s¨ª mismas especialmente corruptoras.-