Escuela de manipulaci¨®n

Aun cuando su denuncia ha sido archivada, Mariano G¨®mez de Lia?o ten¨ªa un objetivo m¨ªnimo elemental: protegerse ante su eventual inculpaci¨®n en el caso Banesto. Desde la entrada en prisi¨®n de Mario Conde, el 23 de diciembre de 1994, G¨®mez de Lia?o ten¨ªa la espada de Damocles de su inculpaci¨®n. En el auto de prisi¨®n de Conde, el juez habla de G¨®mez de Lia?o como administrador real del ex banquero, sin inculparle. Aunque ha pasado m¨¢s de un largo a?o y G¨®mez de Lia?o segu¨ªa sin ser implicado, sab¨ªa que hasta el final de las diligencias no podr¨ªa cantar victoria. Los peritos judiciales, por ejemplo, describen su participaci¨®n en m¨²ltiples operaciones. Eso fue el 27 de diciembre de 1995. Y, finalmente, fue Gallone y cant¨® la gallina. Hab¨ªa, pues, que actuar antes de que fuera tarde.Todos los elementos para hacer un montaje estaban reunidos. La declaraci¨®n de Gallone en Suiza, bajo secreto sumarial y sujeta a recurso, era un buen ariete. De regreso de Ginebra, G¨®mez de Lia?o pas¨® a la ofensiva. El mi¨¦rcoles aprovech¨® una breve informaci¨®n de teletipo de agencia para hacer la manipulaci¨®n. Acusar¨ªa al fiscal Florentino Orti de hacer lo mismo que le ha costado un expediente al juez Moreiras: revelar actuaciones sumariales. El juez hab¨ªa acusado a una persona no inculpada en la portada del Abc. El abogado a Orti por hacer presuntas declaraciones.

Varios peri¨®dicos -entre los que no se cuenta EL PA?S- publicaron la noticia de agencia. En ella no se atribu¨ªa a Orti ninguna declaraci¨®n. Hablaba de "fuentes jur¨ªdicas". ?stas, se dec¨ªa, afirmaban que el fiscal estudiaba la posibilidad de inculpar a G¨®mez de Lia?o y a su socio Sitges.

S¨®lo un peri¨®dico atribuy¨® esa declaraci¨®n a Orti, El Mundo, que dec¨ªa: "El fiscal Florentino Orti estudiar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas incluir entre los querellados del caso Banesto al abogado mariano G¨®mez de Lia?o y al ex presidente de Asturiana del Zinc, Francisco Javier Sitges, seg¨²n manifest¨® ayer el propio fiscal".

Orti no estuvo el mi¨¦rcoles en Madrid. Lleg¨® a las 22.00 horas desde Ginebra, donde permaneci¨® hasta un d¨ªa despu¨¦s de la declaraci¨®n de Gallone. No hizo declaraciones ni mantuvo contactos con la prensa. No tiene por costumbre anunciar, como Moreiras, a qui¨¦n va a inculpar.

Pero G¨®mez de Lia?o ya ten¨ªa las pruebas esp¨²reas el jueves: recortes de prensa. Y sobre todo el art¨ªculo de El Mundo a cuatro columnas con el "seg¨²n manifest¨® ayer el propio fiscal". G¨®mez de Lia?o ya tiene pr¨¢ctica en incluir esos recortes en sus escritos y tesis. Como el art¨ªculo de Jes¨²s Santaella, abogado de Conde, publicado en el mismo peri¨®dico el 25 de abril de 1995, el d¨ªa que la comisi¨®n permanente del Consejo General del Poder Judicial discut¨ªa la pr¨®rroga del mandato del juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, que G¨®mez de Lia?o incluy¨® entre los anexos de su escrito de impugaci¨®n del citado juez ante el Tribunal Supremo, el 28 de abril de 1995.

Comprar unas no declaraciones con el clarinazo de Moreiras es too much. Excepto para El Mundo, que ya tiene su caso Orti, seg¨²n se advierte en su edici¨®n de ayer.