Apuesta cultural: menos cemento y m¨¢s ideas
La construcci¨®n de grandes infraestructuras culturales -auditorios, museos...- ha ocupado en los ¨²ltimos a?os la atenci¨®n y el presupuesto de las administraciones central, aut¨®noma y local. Cubierta esta etapa, el fomento de la creaci¨®n y el apoyo a la industria cultural centrar¨¢n la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos. Todos los partidos y coaliciones consultados, con distintos matices, creen que de ahora en adelante los contenidos deben primar sobre el continente, que las ideas deben dar lustre al cemento, que la pr¨¢ctica y e consumo cultural deben incrementarse en Espa?a. La propuesta de los partidos tiene que ver, sin duda, con la necesidad de modificar una situaci¨®n que un estudio del CIS concreta en un dato: el 70% de los espa?oles no tiene habitualmente ninguna actividad de car¨¢cter cultural, como escribir o tocar un instrumento. El 90% ve cada d¨ªa la televisi¨®n, pero s¨®lo un 19% lee alg¨²n libro.
Los espa?oles, a pesar de no estar en primera fila del consumo cultural, manifiestan su inter¨¦s por la cultura. Entre sus preocupaciones, la sit¨²an por detr¨¢s de la vivienda,. la sanidad, la ense?anza, las pensiones y el medio ambiente, pero por delante de las obras p¨²blicas, el transporte o las comunicaciones. Eso apunta al menos una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) a petici¨®n del Ministerio de Cultura. Ocho de cada diez espa?oles considera que el Estado gasta en cultura "lo justo" o "demasiado poco". Y una proporci¨®n similar estar¨ªa "en contra" de que una obligada reducci¨®n del gasto en servicios p¨²blicos afectara a la cultura.El deseo de los ciudadanos de a pie coincide con el de sus representantes pol¨ªticos: nadie est¨¢ por el recorte. Pero a punto ha estado de producirse. El presupuesto del Ministerio de Cultura para 19:35 fue de 33.220 millones de pesetas y nueve a?os despu¨¦s, en 1994, fue de 67.276. La comparaci¨®n, a primera vista, sugiere un importante aumento. Pero no es as¨ª: el presupuesto de 1994 incluye los pagos derivados de la adquisici¨®n de la Colecci¨®n Thyssen y "sin esta circunstancia, las previsiones presupuestarias habr¨ªan sido pr¨¢cticamente iguales a las de l993", como reconoce el propio ministerio en el' estudio La cultura en cifras, fechado en octubre de 1995. Esta precisi¨®n revela que el presupuesto del Ministerio de Cultura -en el periodo 1985-1994 y teniendo en cuenta las variaciones en el valor de la peseta- aument¨® menos de un 5%. Y otro dato: la parte del presupuesto del Estado que se ha destinado al Ministerio de Cultura ha ido en franco descenso desde 1991, hasta quedar reducido, en 1994, al 0,23%.
La legislatura termina con algunas pol¨¦micas sin resolver, como la oportunidad o no de devolver a Catalu?a algunos fondos de la Generalitat republicana depositados en Salamanca o la designaci¨®n de la ciudad candidata a ser capital europea de la cultura en el 2001, temas ambos sobre los que los dos partidos con m¨¢s representaci¨®n en el Congreso evitan pronunciarse. En el caso de los archivos de Salamanca, CiU y PNV est¨¢n a favor de la devoluci¨®n: "El Ministerio de Cultura deber¨ªa proceder a la devoluci¨®n del bot¨ªn de guerra", dicen desde el partido vasco. IU cree que debe quedarse donde est¨¢: "Ya basta de remover las pasiones y los cr¨ªmenes de la guerra civil. Hay tecnolog¨ªas que permiten estudiar la documentaci¨®n sin necesidad de remover el pasado". Los grandes partidos tampoco quieren pronunciarse sobre la capitalidad cultural. CiU y PNV apuestan por Barcelona. IU, lo hace por Salamanca: "Barcelona ya tuvo su 92", dicen.
Compositor y profesor de literatura
Ram¨®n Barce, compositor, profesor de literatura y miembro del grupo de agitaci¨®n art¨ªstica Zaj, se siente v¨ªctima de "una pura cacicada" de Carmen Alborch. Seg¨²n su versi¨®n, desmentida por la ministra, un alto cargo del ministerio le llam¨® para felicitarle por la concesi¨®n de la medalla de las Bellas Ares. Cuando Barce conoci¨® los premiados, tras el Consejo de Ministros del 28 de diciembre, su nombre, hab¨ªa sido sustituido por el de Roc¨ªo Jurado.Este m¨²sico y profesor de izquierdas afirma no tener "muy buen concepto de esa se?ora [por la ministra], que vive en la superficie del cargo y no ha entrado en su verdadero papel".
En su an¨¢lisis de lo que podr¨ªa ser y no es la cultura oficial, Barce dice que el ministerio "deber¨ªa evitar su tendencia al espect¨¢culo, a la cosa vistosa. En vez de invertir en espect¨¢culo, y hasta en equipamiento, habr¨ªa que echar el resto en educaci¨®n".-
Bailar¨ªn
Joaqu¨ªn Cort¨¦s lamenta que no se le ayude, cuando su efectividad esc¨¦nica y su ¨¦xito de p¨²blico con Pasi¨®n gitana est¨¢ m¨¢s que probado. El bailar¨ªn cordob¨¦s se exclama: "?No lo puedo entender! Me ofrecieron unas migajas que, naturalmente, no acept¨¦. Se subvenciona a los que tienen el patio de butacas vac¨ªo y a m¨ª, que llevo a la danza espa?ola por todas partes, nada".Un numeroso sector de la profesi¨®n del baile se pregunta la diferencia de criterios en el reparto de subvenciones entre, por ejemplo, la danza y el cine. Mientras en la primera las decisiones las toma un consejo especializado ateni¨¦ndose a votaciones, en el cine lo que manda es la taquilla: a m¨¢s recaudaci¨®n m¨¢s dinero p¨²blico. Alborch tiene con la danza el don de la oportunidad. En Valencia inaugur¨® un centro coreogr¨¢fico sin suelo de baile, y durante su mandato ha asistido a una sola unci¨®n del Ballet Nacional de Espa?a.-
Productor de cine
En una regi¨®n sin m¨¢s armaz¨®n cinematogr¨¢fico que sus desusados sets naturales, Juan Lebr¨®n, (Antequera, 1953), un antiguo c¨¢mara de TVE metido a productor, desde 1991 ha entangarillado tres pel¨ªculas -Semana Santa, de Guti¨¦rrez Arag¨®n; Sevillanas y Flamenco, de Carlos Saura y Vittorio Storao- que, no s¨®lo han exportado a todo el mundo la identidad andaluza m¨¢s racial, sino que han movido 1.679 millones sin m¨¢s subvenci¨®n que 100 millones del ministerio y 50 de la Junta de Andaluc¨ªa. El resultado es simple: Lebr¨®n ha rozado techo, pero tiene dificultades financieras. Mientras tanto, Sevillanas (finalista del Emy en 1994) y Flamenco (situada en la carrera del Oscar al mejor documental) son agasajadas en el mundo. "Hacer cine aqu¨ª es muy duro. Pero, en fin, el AVE me ha ayudado mucho", dice Lebr¨®n, ir¨®nicamente, en alusi¨®n a la dependencia andaluza de Madrid.-
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