?Se necesita un Ministerio de Cultura? ?Por qu¨¦?
Ninguno de los partidos y coaliciones consultados cuestiona la existencia de un ¨®rgano de la Administraci¨®n central para la gesti¨®n cultural. El PSOE defiende la permanencia de un Ministerio de Cultura porque "la cultura es un derecho y exige una pol¨ªtica al m¨¢s alto nivel", se?ala la ministra Carmen Alborch. "Lo exige tambi¨¦n", agrega, "la coordinaci¨®n con las autonom¨ªas -con las que existen competencias concurrentes-, la ayuda a las industrias culturales, la gesti¨®n de las grandes instituciones del Estado, la proyecci¨®n exterior o la coordinaci¨®n europea".El PP aboga por la creaci¨®n de un superministerio de Cultura y Educaci¨®n con el prop¨®sito de Iograr la m¨¢s estrecha coordinaci¨®n en el desempe?o de las funciones educativa, cultural y de apoyo a la ciencia que corresponden al Estado". "La cultura", dice Miguel ?ngel Cort¨¦s, presidente de la comisi¨®n nacional de Cultura del PP, "no puede ser un compartimento estanco y debe inspirar la acci¨®n de todo el Gobierno".
PNV y CiU, en tiempos fervientes defensores de la desaparici¨®n del ministerio, reclaman ahora que adecue su actuaci¨®n a la "realidad plurinacional, pluricultural y pluriling¨¹e del Estado espa?ol", en palabras de Jos¨¦ Juan Gonz¨¢lez Ch¨¢varri, n¨²mero tres de la lista del PNV por Guip¨²zcoa, y que respete "en todos sus extremos el ejercicio de las competencias que ostentan las comunidades aut¨®nomas con competencias exclusivas en materia de cultura", seg¨²n Carme Laura Gil, n¨²mero tres de la lista de CiU por Barcelona y comisar¨ªa del Museo de Historia de Catalu?a, que abrir¨¢ sus puertas a finales de mes. Se trata, como precisa el representante vasco, de "clarificar el ¨¢mbito competencial de cada una de las instituciones que intervienen en los programas de acci¨®n cultural para superar disfunciones y concurrencias en programas determinados y cubrir otros, desasistidos e ignorados parad¨®jicamente por las administraciones p¨²blicas". Para IU, "lo importante es el fomento de la cultura; la existencia de un ministerio no es imprescindible, sobre todo despu¨¦s de las transferencias", dice Vicente Romano.
Se recortar¨¢ el presupuesto de Cultura?
"?Recortar el presupuesto de Cultura? ?C¨®mo se va a recortar si es doce veces inferior al de Defensa", se?ala el representante de IU. Pero recortar "es lo que han hecho los socialistas en los ¨²ltimos a?os", seg¨²n el PP, partido que ve en la fusi¨®n de los ministerios de Cultura y Educaci¨®n la forma de "ahorrar gastos burocr¨¢ticos y dar m¨¢s dinero efectivo a la actividad cultural".Posibilidad de ahorro de la que duda el PSOE, para el que, en la cultura, como en cualquier pol¨ªtica, el presupuesto es un factor importante, pero hay otros, como la cooperaci¨®n, la eficacia y el rigor", en palabras de Carmen Alborch. La ministra recuerda, en cualquier caso, que su departamento forma parte de un Gobierno que "debe atender los objetivos de la convergencia europea y el mantenimiento de las prestaciones sociales".
"No al recorte, s¨ª a la reorientaci¨®n del gasto", dice Gonz¨¢lez Ch¨¢varri, del PNV, para quien el Ministerio de Cultura, que "ha gastado el 70% de sus recursos" en la capital de Espa?a, "act¨²a cual superconsejer¨ªa de Cultura de la Comunidad de Madrid o cual superconcejal¨ªa del Ayuntamiento de Madrid".
?Se debe subvencionar la creaci¨®n? ?Ha habido clientelismo?
Rigor y objetividad; ¨¦stas son las condiciones en que deben darse las ayudas a la creaci¨®n cultural, que todos consideran necesarias. Condiciones que no se han cumplido en la etapa socialista, en opini¨®n del PP, en la que ha primado la "arbitrariedad y el amiguismo". ?Ejemplos? "Pese a no haberse inaugurado todav¨ªa", dice Miguel Angel Cort¨¦s, "el Teatro Real tiene, desde 1989, un director musical que cobra 20 millones anuales, sin duda para dirigir el coro de alba?iles de las obras". Acusaci¨®n de "clientelismo" en la que abunda IU al aludir "a la compra de la colecci¨®n Thyssen sin discusi¨®n parlamentaria o la compra de los cuadros del marido de la secretaria [de Felipe Gonz¨¢lez]". Alborch rechaza estas acusaciones y subraya las acciones emprendidas para establecer criterios objetivos a la hora de conceder subvenciones. En el caso del cine, dice, las ayudas a proyectos se circunscriben a los j¨®venes; en el resto, dice Alborch, "se valora la acogida del p¨²blico, es decir, el taquillaje, lo que hace que est¨¦n sujetas a un mayor automatismo".PNV y CIU ponen el acento, en se?alar los objetivos y condiciones de las ayudas. "En la legislatura 1996-2000", dice el PNV, "debe iniciarse una nueva etapa en la que se reconozca la primac¨ªa del contenido frente a la del continente, en la que se anteponga el fomento de los programas culturales a la construcci¨®n de infraestructuras". "La actividad creativa", apunta CiU, "debe ser cultivada ion un medio ambiente propicio, educaci¨®n formal y no formal, y medios de comunicaci¨®n e informaci¨®n. Y cuando las condiciones lo requieran, debe gozar de apoyo financiero, p¨²blico y privado".
?Puede la industria cultural sobrevivir sin apoyos oficiales?
"Seg¨²n los casos", dice Miguel ?ngel Cort¨¦s, del PP, sin mayores precisiones. "Tiene que haber apoyos", asegura Carmen Alborch, cuyo ministerio "estudia un plan de pol¨ªtica fiscal para el libro o el teatro, por ejemplo; pero hay otras f¨®rmulas, como la creaci¨®n de los fondos de garan t¨ªa, los cr¨¦ditos blandos o el apoyo al comercio exterior".Para Izquierda Unida, la industria cultural no es pobre y s¨ª es "un sector estrat¨¦gico para la econom¨ªa y la pol¨ªtica". "Lo que es necesario", se?ala Romano, "es una intervenci¨®n p¨²blica frente a los mecanismos de colonizaci¨®n cultural y la aplicaci¨®n de la directiva europea". Y hay que apoyar al libro con una buena red de bibliotecas, remacha el representantes de la coalici¨®n de izquierda.
El PNV considera que las administraciones deben superar "las concepciones proteccionistas e intervencionistas" y "contemplar el sector cultural como un sector productivo que genera ideas, arte, belleza, y al que hay que dotar de un marco econ¨®mico -financiero -fiscal ad hoc que responda a las necesidades expec¨ªficas del sector y lo consolide como sector productivo y de futuro en la sociedad cibern¨¦tica y de ocio que caracterizar¨¢ el siglo XXI".
Converg¨¨ncia i Uni¨® considera que "en una sociedad propicia, con un capital escolar colectivo s¨®lidamente establecido y los medios de comunicaci¨®n como elementos comprometidos con la difusi¨®n cultural es posible la autofinanciaci¨®n de la industria cultural".
?Hay suficiente apoyo fiscal al mecenazgo?
Para Izquierda Unida, los beneficios fiscales que otorga la llamada ley del mecenazgo son suficientes. Y para el Partido Popular, "claramente no". "Los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez", agrega el popular Miguel ?ngel Cort¨¦s, "han impedido la existencia de una ley del mecenazgo hasta que han dejado de tener la mayor¨ªa suficiente para seguir impidi¨¦ndolo. El PSOE cree en el control de la cultura, no en su est¨ªmulo".En un punto intermedio se sit¨²a el PNV: "[La ley] se queda corta y a medio camino entre el quiero y no puedo. Aunque suponen un paso notable frente a la situaci¨®n preexistente no llega a crear est¨ªmulos suficientes para involucrar a la iniciativa privada en la financiaci¨®n y sostenimiento de los proyectos culturales", dice el nacionalista vasco Gonz¨¢lez de Ch¨¢varri.
M¨¢s cauta es la posici¨®n de PSOE y CIU. Ambos coinciden en que hay que dejar pasar tiempo antes de evaluar los resultados, ya que su entrada en vigor se produjo hace poco menos de un a?o.
"Probablemente", aventura Carme Laura Gil, el an¨¢lisis revelar¨¢ "la timidez de los beneficios fiscales establecidos".
Carmen Alborch opina, en cualquier caso, que la ley "ha abierto los primeros cauces y ha contribuido a la modernizaci¨®n y puesta al d¨ªa de las fundaciones". La ministra de Cultura del ¨²ltimo Gobierno socialista recuerda que el desarrollo reglamentario de la ley no ha terminado y que el trabajo de su departamento en este terreno "est¨¢ adelantad¨ªsimo".
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