El Ej¨¦rcito marca el paso
Madrid Estas nuevas maniobras frente a las costas de Taiwan, que pretenden ser una advertencia a los devaneos independentistas de quienes perdieron la guerra civil en 1949, son especialmente una muestra de como el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) ha decidido marcar el paso de la pol¨ªtica china en esta dif¨ªcil etapa de transici¨®n al postdenguismo. Mientras que el presidente Jiang Zeming y la plana mayor del Partido Comunista Chino pretenden que Taiwan caiga como una pera madura tras una vuelta "ejemplar" al redil de Hong Kong, en 1997, y Macao, en 1999, el EPL quiere atar corto a la isla rebelde y obligarla a poner fin al peligroso juego de establecerse como Estado.Acostumbrado a llevar las riendas de la Rep¨²blica Popular que tantos sudores y tanta sangre cost¨® fundar, el EPL se vio obligado en la d¨¦cada de los ochenta a aceptar el mandato de profesionalizarse y retirarse a los cuarteles porque la orden proced¨ªa de uno de sus m¨¢s veteranos y respetados l¨ªderes, Deng Xiaoping. Ahora, cuando cada d¨ªa se hace m¨¢s evidente el vac¨ªo de poder y el pu?o de hierro de Deng va dejando paso a la sombra de una figura que se extingue, los primeros en tratar de llenar ese vac¨ªo han sido sus conmilitones.
El EPL, sostenedor de los principios fundacionales de la Rep¨²blica Popular, no ha dudado en acatar el aperturismo econ¨®mico propuesto por Deng, que le ha proporcionado ping¨¹es beneficios y le ha convertido en el mayor conglomerado industrial de China. Sin embargo, los militares ven con suma desconfianza la descentralizaci¨®n propugnada durante la d¨¦cada pasada y el enorme poder que ha permitido amasar a algunos gobiernos provinciales. De ah¨ª que la lucha por la unidad de la patria se ha convertido en el estandarte con que los uniformados pretenden recuperar las cotas del poder perdido en estos 15 ¨²ltimos a?os.
La osad¨ªa del presidente Lee Teng-hui de viajar a Estados Unidos en junio pasado fue casi la gota que colm¨® el vaso de la paciencia del EPL, que no perdona a este hombre el desaf¨ªo, que ha supuesto para China el que Taiwan celebre el pr¨®ximo 23 de marzo sus primeras elecciones presidenciales directas y libres.
En medios pol¨ªticos chinos se descarta en privado cualquier acci¨®n armada contra Taiwan, sin embargo, en medios militares, si bien no se habla de invasi¨®n, existe una cierta disposici¨®n a "darle una lecci¨®n para que no se olviden de donde est¨¢ Pek¨ªn". Esta diferente actitud hacia la isla se ha convertido en fuente de tensi¨®n entre pol¨ªticos y militares y pudiera ser un foco de desestabilizaci¨®n de China al desatar abiertamente la lucha del EPL por el control pol¨ªtico.
Red de contactos
El presidente Jiang Zeming, que carece de experiencia militar y, por tanto, del respeto de los uniformados, ha tratado en estos a?os de hacerse con su propia red de contactos dentro del EPL para garantizarse su permanencia en el poder una vez muerto Deng. Pero si en un primer momento el tiempo jug¨® a su favor porque le facilit¨® el movimiento de diversos peones transcendentales, la larga incertidumbre sobre la duraci¨®n de su sombra protectora ha permitido tambi¨¦n parapetarse a sus enemigos.
Taiwan, como en los primeros a?os que siguieron al fin de la guerra civil, se ha convertido en la obsesi¨®n del EPL, y su ala m¨¢s dura, como entonces, est¨¢ convencida de que s¨®lo el Ej¨¦rcito es capaz de garantizar la unidad y la integridad de la patria.
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