Feliz perdedor

De la misma quinta, sensibilidad y procedencia que Bruce Springsteen, con el que a¨²n sostiene amistad, a Elliott Murphy no le han hecho caso m¨¢s que una minor¨ªa de voluntariosos oyentes. Al que cant¨® en Madrid dentro de un ambiente ir¨®nico y bienintencionado, que el propio cantautor supo sembrar magn¨ªficamente, a Murphy le tocaron las de perder. Lejos de tomarlo como una injusticia hist¨®rica, el neoyorquino acepta su papel con absoluta deportividad e incluso bromea sobre una supuesta defunci¨®n comercial en 1982.Elliott Murphy es un cantautor rockero en la tradicional senda norteamericana que arranca en el modelo dylaniano. Ocurre que la poes¨ªa de este m¨²sico, tambi¨¦n escritor, est¨¢ ¨ªntimamente ligada con la vitalidad del rock and roll. El equipaje era m¨ªnimo: guitarra ac¨²stica en ristre, arm¨®nica a punto y una voz que conserva en excepcional estado cuando se acerca a la cincuentena. No ocupaba espacio en escena, pero se hizo notar su sentido del humor, su felicidad por compartir ante unos pocos unas canciones propias notables y un recorrido por cl¨¢sicos como The house of the rising sun o Gloria. Murphy conquist¨® a la audiencia con las m¨ªnimas armas posibles.