La voz de un cordero

Cuando oigo decir que hoy es una falacia hablar de la existencia de la derecha y la izquierda me echo a temblar, y recuerdo aquello del lobo disfrazado de cordero intentando convencemos (?ay, y a veces consigui¨¦ndolo!) no s¨®lo de que lo es, sino de lo conveniente que para nuestros intereses es, que ¨¦l sea tambi¨¦n el pastor que dirija al reba?o hacia los mejores pastos.Personalmente puedo comprender (Anguita me perdone) que, en una sociedad m¨¢s materialista que idealista, una izquierda suave y moderada como el PSOE, cuyo objetivo pol¨ªtico es transformar la sociedad hacia una mayor y mejor solidaridad y calidad de vida a trav¨¦s de una gradual y convencida intervenci¨®n en la evo luci¨®n (que no revoluci¨®n, no me va a perdonar, seguro) de las cosas, tenga (digo) que involucrarse y hasta mancharse con y en los asuntos propios de la derecha. Y digo que lo comprendo porque no hacerlo ser¨ªa tanto como creer, en serio, que dentro de cada uno de nosotros (de Anguita no, claro) no anida ni la ambici¨®n, ni el ego¨ªsmo, ni el inter¨¦s, ni el corporativismo, ni el amiguismo, ni la envidia, ni la intolerancia, ni el racismo, ni la predestinaci¨®n particular, que nunca colectiva.

Pero lo que no comprendo, y no comprender¨¦ jam¨¢s, es que una derecha como la del PP pretenda (?ay, y a veces lo consigue!) hacernos creer (?comulgar?) que de verdad va a involucrarse, e incluso mancharse, con y en los asuntos propios de la izquierda; es decir, que si el lobo disfrazado de cordero gana las elecciones (Anguita, t¨ªo, de verdad que no va por ti) tendremos Seguridad Social, educaci¨®n y servicios sociales mejores y m¨¢s baratos que con los odiosos y corruptos socialistas-